"Love sombody" con James Maslow♥

Capítulo 9

-¿Por qué no?-hice un puchero.

-James, ellos son tus amigos y te buscan a ti, no a mí. Ve tú solo y luego volvemos a quedar nosotros, ¿vale?

-No iré entonces.-crucé los brazos.-Antes quedé de ir contigo a buscar un auto lindo así que iré.

-No, Maslow.-oh, cómo me gusta que me diga así.-Te verás hoy con Logan y con tus amigos, y luego salimos tú y yo.

-No me equivoqué cuando dije que eras una niña caprichosa, ¿eh?

-Deja de molestar, querido, y vete ya que se te hará tarde.

-Sabes que no iré si tú no vienes conmigo.

-Me parece que el caprichoso es otro.-rió.

-¡Vamos, ______!-lloriqueé.

-No me puedes obligar.-me retó. ¿Que no puedo? ¡Já!

La tomé de las caderas y rápidamente la subí sobre mi hombro. Me gritó un par de majaderías y me dio varios golpes y patadas. Agarré su bolso con los dientes y salí de la oficina. Las secretarias y el demás personal nos dieron miradas divertidas en tanto ______ se ponía roja como un tomate.

Abrí la puerta del auto como pude y la boté en el asiento del copiloto. Abroché el cinturón de seguridad de ella, luego me acomodé yo y partí rumbo a casa de Carlos.

Estaba muy silenciosa en el camino, pero una sonrisa amenazaba con salirse de su boca. Soltó una carcajada y me dio varios golpes en el brazo. Reí junto con ella.

-Quizá ese fue el ridículo de mi vida, Maslow.

-¡Oh, vamos! No fue tan malo.

-¿Malo? ¡Todos me miraban raro!

-Ya, lo siento.

-¿En verdad?

-No, porqué disfruté verte sonrojada y sé que gané y vendrás ahora conmigo y los chicos.-dije triunfante.

-Sigo diciendo que fue mala idea no firmar tu liquidación.-frené por un semáforo.

-No lo podrías hacer, bellísima. Sabes que me adoras.

-Sí, James, yo te amo.-mi corazón se detuvo con esas palabras, aunque sé que es un juego.

-Pues estás de suerte, que yo igual te amo.-reímos. Se acercó a mí y me dio un abrazo. Su boca y su dulce aliento chocaron contra mi cuello.

-No puedo decir que te amo, ¿sabes? , pero te aseguro que te quiero demasiado, James.

-Yo también te quiero demasiado, amiga.-acaricié su mejilla, ella bajó un poco la mirada y sonrió levemente. ¿Dije algo mal?

El semáforo volvió a marcar la marcha y seguí avanzando. Recargó su cabeza a la ventana y miró distraídamente por allí. El resto del camino fue muy silencioso e incómodo, juraría que ella se molestó por algo, aunque no sé por qué.

Aparqué mi auto en la entrada de la mansión PenaVega. Allí también estaban ya los autos de los chicos, de Makenzy, Javi y del señor Pena. Bajamos.

Tomé su mano para que sintiera más confianza, ella no se negó. Toqué el timbre y Charlotte, el ama de llaves, me dejó pasar de inmediato. Todos ya estaban ahí.

-Buenas tardes, en verdad siento la demora.-hablé.-Ella es ______, una amiga.

-Es un gusto.-sonrió incómoda.