—¡Esto es un desastre!
A cuatro meses de estar saliendo, los queridos Bakugou y Midoriya habían parado un poco sus transmisiones. De tener el primer puesto ahora estaban en el quince, y era claro que no podían dejar que eso pasara.
El problema radicaba en que Bakugou debía volver por unos días a su ciudad natal, e Izuku se sentía incapaz de hacerlo solo. Todoroki le ofreció ayuda para acomodar el lugar justo como lo haría Bakugou, y para montar guardia por sí algún compañero quería interrumpir.
Era miércoles, y los miércoles tenían programadas transmisiones con historias, usualmente Bakugou se inventariar una historia de como había cogido con alguien mientras mostraba a la cámara una “repetición” con Izuku. Pero esta vez, el peliverde se encontraba solo.
—Estaras bien—. Lo tranquilizó Todoroki.
Lo cierto es que ninguno de los dos se sentía tranquilo, pero eran razones muy aparte él uno del otro.
Deku abrió el cajón de la cómoda y sacó la máscara y pupilentes que solía ponerse. Unas lentillas rojas con negro que le daban profundidad y una máscara que ocultaba su verdadero rostro. Se desvistio y se colocó encima una sencilla bata negra de vaporosa tela.
—Linda noche, aquí D, en vivo y directo.
Ante los ojos pasmados de Shoto, fue claro que el demonio había poseído el cuerpo del inocente Midoriya, ¿como podía alguien verse tan delicado y después pasar a que su mirada se ocureciera de forma tan lujuriosa y sucia?
Eres un sucio, habría dicho su madre. Aberración, lo habría llamado su padre. Estas enamorado, le habrían calmado sus hermanos.
—Cómo ven, hoy Dynamite no nos está acompañando... Me siento tan solo sin él, pero tengo tan linda compañía esta noche que puedo incluso olvidarlo. Así que, ¿les parece si inicio con la historia de esta noche?
Shoto estaba absorto en sus pensamientos, el ángulo en que se encontraba sentado permitía ver directamente a Izuku pero sin que la cámara lo notará y al mismo tiempo recargado contra la puerta para que nadie abriera de improvisto.
—Esta es la historia, de un chico buen mozo, con un rostro que me ponía a rezar de rodillas.
Shoto se sentía nuevamente como un simple fan mientras veía a Deku en su transmisión.
—Un virgen que no sabía que hacer.
Estaba... ¿Hablaba de él?
—Su rostro rojo de vergüenza mientras me pasaba las manos por el torso— El peliverde se soltó el nudo de la bata, tocandose a sí mismo el pecho y los rosados botones que tenía por pezones—. La tenía tan grande, se sentía tan adentro y... Ahh... Aún me acuerdo... Ngh, ahh.
Izuku, abierto de piernas sobre la silla se introducía dos dedos con solo saliva. Shoto estaba absorto entre la exitacion y la incredulidad.
—... Tan profundo, y tan duro... Ahh... Me tocó tan bien que costó creer que fuera virgen.
Nah, no podía hablar de él... ¿O si?
—Aquí y... Aquí...
Se tapó los ojos, cuando era un simple fan era fácil ver aquello, pero ahora estaba saliendo con aquel chico y se sentía que invadía su privacidad. Eso debió ser al revés, cuando eran desconocidos, no ahora que salían.
—Que ojos más lindos... ¡Ahh! Y que cabello más suave... Más fuerte, más adentro por favor... ¡Ahh!
No pasó mucho para que terminará el show, y Todoroki estaba más que dispuesto a irse si el peliverde así quería.
—¿Como lo hice?—. Izuku se sentó de piernas abiertas sobre su regazo, viéndolo directamente, la saliva y el líquido blanquecino aún resbalaban por entre las nalgas del chico
—Bi-bien
—Ah, pero no estabas viéndome Todoroki-Kun— Se quejó el chico, con un puchero—. ¿Ya no te gusto?
—¿Que? No es eso... Es solo que, se siente diferente ahora que salimos, como si fuera conocido pero extraño a la vez.
Izuku sonrió en grande, inclinándose un poco hacia el cuerpo contrario.
—¿Sabes? Tú y yo no lo hemos echo últimamente, me tienes abandonado.
Shoto suspiró cuando sintió como su miembro se levantaba ante los roces del chico.
—Creo que alguien me extraña.
Todoroki besó al chico, su cálida lengua entrando en la boca de Izuku. Los delgados dedos del chico le intentaban sacar la camiseta y jugueteaban con la bragueta del pantalón.
—¿Aquí? ¿En la silla?—. Preguntó Todoroki entre besos
—O donde quieras.
Pero con sinceridad, ya era tarde para moverse cuando Izuku sacó la ereccion del chico y se alineó con ella.
—Esta... Muy adentro.
Izuku era quien hacía todo prácticamente, daba los pequeños saltos sobre el regazo del chico y Shoto sólo se dedicaba a admirar lo hermoso que se veía todo el tiempo.
...
—Ya es febrero—. Suspiró Denki a su lado.
Viernes siete de febrero, y al fin había vuelto Bakugou de sus benditas vacaciones.
—¿Y?—. Shoto guardaba sus cosas en la mochila lentamente.
El Sensei Aizawa seguía parado en la puerta, reteniendo a los alumnos, parecía que algo se le había olvidado. Veía fijamente el pizarrón y luego hacía los alumnos.
—Febrero— Dijo al fin—. Tenya, lamento avisar esto tarde pero debemos realizar una actividad para el catorce de febrero.
¡¿Pará el catorce?! ¡Ya estaban a siete!
Iida apretó los labios y a su lado, Momo negó ligeramente con la cabeza.
—Perdonen, ni siquiera lo recordaba— Se lamentó Aizawa—. Los últimos días he estado algo enfermo, no es su culpa, le diré al director que no tenemos nada planeado
—¡Sensei, espere!— Lo detuvo Jirou—. Creo que podemos planear algo, aunque sea rápido, confíe en nosotros
—¡Si! Será pan comido—. Lo tranquilizó Sero.
Por su parte, ni Todoroki o Bakugou creían que en una semana se pudieran organizar para algo más que hacer el ridículo.
—Sensei, debería ir a deacansar— Le pidió Midoriya, se mordía el labio con preocupación—. Se ve muy pálido
—Gracias Midoriya— El sensei le palmeo la cabeza al chico con una sonrisa—. ¿Estarán bien si los dejo solos?
—No se preocupe—. Dijo Tsuyu
—Bien, las heridas graves o laceraciones causadas irán directo a sus expedientes.
Cuando el Sensei se fue, Iida les pidió que volvieran a sentarse y guardarán la compostura.
—Se que estamos cansados y queremos volver al dormitorio todos juntos para hacer tareas o dormir— Dijo el chico de lentes, con una tierna sonrisa—. Pero es cierto, el Sensei ha estado enfermo y no lo notamos, hagamos un esfuerzo por vernos bien en el festival de San Valentín
—Anotemos las mejores propuestas y luego votemos por ellas—. Sugirió Yaomomo con una gran sonrisa de felicidad.
Las propuestas se amotinaron con rapidez; desde la idea de un puesto para casar personas, pasando por una venta de globos y rosas hasta la clásica entrega de cartas anónimas.
—Todas estarán tomadas para ahora—. Dijo Toru, suspirando
—No, debe haber algo— Ojiro le alboroto el cabello a la chica—. Pensemos más en grande
—¡Disfraces de maid!—. Suspiró Mineta
—Das asco—. Lo reprendió Fumikage
—Podría ser... Una cafetería—. Dijo Sato, en un susurro
—¡Que gran idea!— Izuku saltó de su asiento con una sonrisa—. Una cafetería del amor, y en vez de disfraces de maid podemos tener disfraces de cupidos
—Que encantador suena—. Mina pataleo ligeramente mientras suspiraba
—Entregaríamos postres con dedicatorias anónimas—. Contribuyó Soji a la idea
—¿De dónde sacaremos disfraces de cupido?—. Se preguntó Todoroki, más para sí mismo que el resto
—Fácil, usaremos simples ropas blancas, cualquiera tiene prendas blancas, y si no igualmente son muy baratas en las tiendas de segunda mano o podemos prestarnos entre nosotros— Kirishima se mantenía pensativo sobre la ropa—. Entre todos podemos cooperar para comprar alas blancas, hay una tienda en el mercado que vende ese tipo de cosas para disfraces y es barato
—A todos nos gusta la idea— Iida anotó rápidamente en el pizarrón—. Ahora, veremos quién estara en cocina, quien será mesero y quien estará afuera del puesto entregando rosas y dulces. Sacaremos el presupuesto del dinero de la clase, lo repondremos con las ganancias de la cafetería
—No tenemos sillas, mesas ni una carpa— Les recordó Bakugou—. Que estupidez
—Yo puedo conseguirlas— Los tranquilizó Fumikage—. Al menos, las carpas, tengo dos y creo que son suficiente espacio para veinte mesas de cuatro sillas
—Conseguiré las sillas— Sero recordaba vagamente de un lugar donde la renta de sillas y mesas era barata—. El dueño le debe un favor a mis padres, así que tenemos sillas y mesas garantizadas
—Necesitaremos un buen ambiente— Jirou tronó los dedos con una sonrisa—. Me haré cargo de la selección de música.
Así se organizaron por grupos, quienes harían comida y quienes servirían, quienes darían mensajes con dulces y quienes cobrarían el dinero.
Tardaron mucho más de lo que esperaban y para cuando lo habían notado ya eran casi las siete de la tarde, debían regresar a su dormitorio o tendrían infracción por estar en el edificio escolar hasta deshoras.
Iban planeando en voz alta mientras caminaban por los pasillos, estaban más que cansados pero el tiempo juntos valía la pena.
—¡Va a ser genial!—. Gritó Denki
—¡Kaminari-Kun, cuidado!—. Exclamó Izuku.
Fue tarde, cuándo una puerta se abrió rápidamente y golpeó de lleno a Denki Kaminari, lo único que Kirishima e Izuku pudieron hacer en ese momento fue sostener al chico para que no cayera al suelo.
—¡Oh Dios!— Esa era Kendo, una chica de la clase 1-B—. ¡Lo lamento tanto! Shinsou, disculpate, golpeaste a Kaminari
—¿Quién?—. El joven de cabellos púrpura no se veía interesado en disculparse con el casi desmayado rubio
—Hey bastardo de mierda, disculpate—. Exigió Bakugou
—Él es quien no veía por donde iba
—Amigo, no quieres problemas, mejor disculpate—. Pidió Sero
—Sigan intentando
—Disculpate—. Incluso Todoroki había salido en defensa de Denki.
El resto de la clase ya se había acostumbrado a los desplantes sin sentido de los jóvenes.
—Hashtag salvajismo—. Aoyama rodó los ojos.
Denki se enderezó y con una sonrisa nerviosa se interpuso entre sus amigos y él amargado Shinsou.
—Está bien, yo no vi realmente por donde iba— Él rubio reía mientras se frotaba la frente con una mano, y con la otra subía el pulgar en señal de aprobación. Se giro hacia Shinsou y lo observó detenidamente—. Ha sido mi culpa chico guapo, acepta mis disculpas.
Chico guapo.
Shinsou sintió un escalofrío y su rostro se coloreo de rojo, ligeramente avergonzado. Detrás suyo, Kendo reprimió una sonrisa mientras codeaba al resto de alumnos de la 1-B que se habían detenido a ver la pelea.
(Punto de opinión y capricho mio, yo se que Shinsou no era de la 1-B, pero siempre me gusta meterlo ahí)
—Esta bien— El joven aceptó las disculpas, no conforme con eso dijo lo primero que se le vino a la cabeza—. Lindo cabello
—Pues... Gracias, y adiós.
Izuku se sonrió con Kirishima, alguien podía o no tener un nuevo San Valentín.