Cam Boys

4

—Hasta aqui la transmisión de hoy chicos... Les agradecemos todo esto.

Bakugou apagó la cámara y suspiró cansado. Ayudó a Deku para quitarse los arneses en los brazos y piernas, y entre ambos comenzaron a desmontar el fondo falso que tenían para transmitir.

Solían preparar la habitación de Bakugou para no tener indicios de que algo extraño se llevaba acabo, si algún conocido de ellos viese la verdadera habitación sería un conectivo que los llevaría hacia ellos.

Cansado, Izuku se dejó caer en la cama sin siquiera vestirse, mientras Bakugou terminaba de guardar las cosas en el armario del cuarto.

Su celular vibró, él peliverde se estiró sobre la cama para tomar el aparato y desbloquearlo. Era un mensaje de Denki.

Denki

Entonces, ¿ustedes y Shoto?

¿De qué hablas?

¿No fue a verlos?

No

Ah

Olvídalo entonces.

Extrañado, y curioso al mismo tiempo fue a su conversación con Todoroki.

Shoto

¿Viste nuestra transmisión?

Lo lamento

No lo hice

Surgió algo familiar

¿Sigues con tu familia?

Algo así

Quería hablar con ustedes, pero tendrá que ser mañana.

Bakugou se inclinó para ver lo que escribía en el celular. El rubio rió ligeramente.

—Yo digo que lo saquemos de ahí— Le susurró, dándole un beso en el cuello—. ¿Lo quieres? Lo conseguiré para ti

—Solo si tu estas de acuerdo

—Por mí no te preocupes, es lindo. Ahora, quedate quieto, tengo una idea.

...

El celular de Todoroki volvió a vibrar sobre la mesa. Su madre le dirigió una mirada irritada.

—Shoto, por favor revisa que ocurre— Le pidió tiernamente Fuyumi—. Podría ser una emergencia, de no ser así, haz el favor de apagarlo para que comamos a gusto.

Ser el hijo menor era horrible, no había excusa que lo exentara de faltar a aquella incomoda comida familiar. Aquella donde fingían que tenían una vida perfecta, y que de cuatro hijos uno había supuestamente desaparecido, o que la madre no necesitaba un psicólogo ni que el padre ocupaba cárcel por maltrato intrafamiliar.

Claro que no, era una familia perfecta y amorosa en todo el sentido.

Tomó el celular y abrió la pantalla. Su corazón palpitó con fuerza al ver el último mensaje y la imagen que venía adjunta.

No pudo evitar morderse el labio al ver una foto de Midoriya.

Él peliverde estaba de espaldas, incado sobre la cama y viendo sobre el hombro a la cámara. Estaba desnudo totalmente, tenía marcas de mordeduras y chupetones a los largo de la espalda y el trasero. En su cabeza, una diadema con forma de orejas de gato color negra.

Y un par de palabras bajo la foto.

Midoriya

Pará nuestro fan número uno.

Tal vez podrías olvidar esa cosa familiar, y venir.

Despues, otra foto, esta vez era Bakugou.

El rubio se encontraba sentado en una silla, tenía un cigarro entre los labios y en sus boxers podía verse claro que había una gran ereccion en proceso.

Shoto suspiró, sonrojado.

—¿Esta todo bien?—. Natsuo cuestionó.

Meditó sus palabras antes de contestar.

—Surgió algo, es urgente que me ausente—. Se excusó Shoto, guardando el celular y comenzando a levantarse

—Shoto, nada debería ser más importante que esta comida—. Le reprendió el viejo Enji Todoroki

—Lamentablemente viejo, tengo una vida haya afuera— Le contestó el muchacho, precipitandose a la puerta—. Y no pienso perdermela.

Ni siquiera se despidió de su madre o sus hermanos, corrió fuera de la casa, guiado por un instinto que le decía que era lo correcto.