El Chico Holandés [BxB]

By Alexxxxandro

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Un incendiario con una chaqueta de cuero y un sexy acento holandés. Y un chico timido de escuela que trabaja... More

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Notita

V E I N T I C I N C O

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By Alexxxxandro

"Entonces." Daya golpeó su cuerpo contra el casillero, anunciando su molesta llegada con un golpe metálico. Me estremecí ligeramente, sin voltearme a mirarla mientras seguía sacando mis libros. "¿Qué tal estuvo tu cita?"

Puse los ojos en blanco, suspirando fuertemente. Sabía que no debía decírselo, pero prácticamente me obligó a hacerlo. "Bien." Dije simplemente.

"¿En serio? ¿Qué hiciste? ¿Te pusiste la chaqueta de oliva que te dije que llevaras porque es súper sexy? Dios mío, ¿qué usó él? ¿Volviste a su casa...o él volvió a la tuya? Oh Dios mío, ¿le agradó a tu madre—?"

"Daya." Siseé, haciéndola callar. "Fuimos al cine, me puse mi chaqueta de fútbol y volvimos a su casa."

Hizo una pausa, mirando sus zapatos pensativamente, "Huh. Tengo que decir que no soy fan. No es una gran idea para una cita, yo habría optado por ir a recoger fresas o..."

"Ni siquiera es temporada de fresas." Señalé. "Además, era una película de miedo-"

Ella jadeó, "Oh, Dios mío, ¿se asustó? Eso es adorable, ¡lo hiciste a propósito! Tommy me llevó a ver una película de terror en una de nuestras primeras citas, pero le salió el tiro por la culata, ya que estaba mucho más asustado que yo—"

"Daya, ¿puedes dejar de hablar tanto?" Me quejé. "Estuvo bien...más que bien". Sonreí con orgullo para mí mismo.

"Mierda, ¿lo hiciste?" Susurró bajando la voz.

"No, no, no...eso. Sólo...cosas." Me encogí de hombros, abriendo rápidamente la boca para cambiar de tema antes de que ella pudiera husmear más, "Entonces, ¿lo invitaste a pasar el rato con nosotros?"

"Sí. Será divertido, no te preocupes. Todos lo queremos."

"Ni siquiera ha conocido a Tommy y Phoenix." Le recordé. "Sólo...no seas rara. No es como ustedes."

Antes de que ninguno de los dos pudiera decir otra palabra, Theo se había acercado hacia nosotros, con la cara ardiendo en rojo sangre por la vergüenza mientras sostenía algo en la mano. "¿Estás jodidamente loco?" Siseó. Sin tartamudear.

"¿Qué?" pregunté inocentemente, apoyándome en mi casillero con indiferencia, sonriendo para mí.

Él levantó una pequeña bolsa de regalo abierta, "¿D-dejaste esto en mi casillero?" Desafió amenazadoramente, pero sólo lucía más adorable.

"Oh, sí, eso." Me reí, decidiendo seguirle el juego un poco más. "Es un regalo. Todo para ti".

"¿A-alguna vez has oído hablar de flores o chocolates o algo así?" Él replicó. "No un puto lubricante."

Nunca lo había visto así, me hizo sonreír. Todos estos lados diferentes de él que estaba descubriendo, significaba que estábamos evolucionando lentamente en algo real - eso me hizo feliz. Daya estalló en carcajadas a mi lado, doblándose para agarrarse el estómago mientras las risas irradiaban de su pecho, "Oh, wow." Se rió, recuperando el aliento. "Ustedes chicos son muy lindos pero súper raros."

Theo abrió la boca para regañarme un poco más antes de que Tommy y Phoenix se acercaran y todos nos pusiéramos rígidos, aclarando nuestras garganta torpemente. "Eh, chicos, este es Theo." Presenté apresuradamente, "Este es Phoenix y ese es Tommy." Le dije.

Todos murmuraron sus saludos mientras la cara de Theo se ponía visiblemente más caliente a cada segundo, con el paquete aún sujeto en su mano. Una vez que el silencio nos rodeó, los ojos de Phoenix se posaron en las manos de Theo. Quizá sólo buscaba una excusa para romper el hielo, pero tomó la tonta decisión de preguntar, "¿Qué es eso?"

Theo tragó saliva, tratando de esconderlo detrás de su espalda antes de que Phoenix lo alcanzara y lo agarrara. Oh, joder. Mi propia cara se puso roja mientras el idiota de mi amigo fruncía el ceño y Tommy miraba por encima de su hombro con curiosidad. Theo parecía dispuesto a saltar por un acantilado - después de asesinarme, por supuesto - mientras intentaba salvar la situación,"N-no es—"

"Él tiene una cita." Daya intervino. "Está súúúúúper bueno, Teddy nos estaba enseñando unas fotos suyas. Italiano, ¿verdad?"

Él la miró mortificado antes de asentir vacilante, "C-correcto."

Me sentí mal. Fui yo el que lo puso en esta situación, yo salí ileso y Theo sólo parecía un bicho raro enloquecido por el sexo. Soy un imbécil.

Phoenix palideció mientras le devolvía tímidamente el lubricante a Theo, metiendo las manos en sus bolsillos. "Lo siento, amigo."

"Sam dijo que también cogiste con un español." Comentó Tommy, con los ojos puestos en el chupetón de su cuello. "¿Te gustan los chicos extranjeros o algo así?"

La mirada de Theo se desvió hacia mí, escaneandome de arriba a abajo antes de suspirar profundamente y voltearse hacia mis amigos, respondiendo con una cara completamente recta, "Sí."

Por suerte, la conversación más incómoda de mi vida se interrumpió cuando el timbre empezó a hacer eco en las paredes y a resonar por los pasillos, indicando el comienzo de las clases. Los chicos se marcharon, seguidos al poco tiempo por Daya, una vez que nos soltó una profunda carcajada y nos informó que esta había sido la experiencia más divertida de su vida. Me quedé a solas con Theo mientras los pasillos se vaciaban. "Vale, lo siento mucho." Me disculpé sinceramente, "No pensé..."

"No pasa nada." Suspiró, metiendo el lubricante en su mochila de mala gana.

"Espera, ¿qué?" Me quedé sin palabras. "Todo eso fue culpa mía, ¿por qué me perdonas tan fácilmente?"

Se encogió de hombros, "T-tú no lo sabías." Respondió simplemente. "No es tu culpa, pero s-supongo que arruiné por completo la primera impresión." Él gimió, cerrando los ojos con frustración.

"Oye, no te preocupes por eso." Le aseguré, "Tommy y Daya tienen sexo sin parar, ellos no van a pensar que eres un pervertido total o algo así. Y a Phoenix definitivamente le gustaría tener sexo sin parar, probablemente esté celoso de pensar que tú tienes algo." Me burlé. "Y...ya sabes, si ayuda...bueno,  yo sé que el sexo no es exactamente tu prioridad número uno."

Asintió débilmente, su mente estaba claramente en otro lugar, "Y-yo debería irme."

"Sí, ¿te veré más tarde—?" Pero él ya se había marchado, colgandose su mochila en el hombro mientras se alejaba por el pasillo, dirigiéndose a su lección. Huh. Tal vez estaba más enfadado de lo que admitía.

Llegué tarde a la clase de historia del señor Gabarro y me senté junto a Sam sin que me regañara. No me sorprendió, ya era consciente de que Gabarro no volvería a mirarme a menos de que fuera absolutamente necesario, ni siquiera para castigarme. Sam me preguntó por qué había tardado tanto, pero me limité a ignorarla. Sabía que, por desgracia, los demás le informarían de los acontecimientos de esta mañana en algún momento y no tenía ninguna prisa por entrar en materia. En lugar de eso, utilicé toda mi energía cerebral para decidir cómo iba a arreglar las cosas con Theo.

Sabía que Sam estaba empezando a sospechar últimamente. No dejaba de hacerme sutiles insinuaciones que yo no tenía más remedio que rechazar. Apesar de que no recordaba ningún momento en el que haya estado tan frustrado sexualmente, nunca podría hacerle eso a Theo. Estaba feliz de esperar por él. Mientras tanto, tenía que inventar excusas del por qué no había tenido sexo en tanto tiempo. Contemplé la posibilidad de fingir que tenía una STI, pero sabía que eso sólo me llevaría a una vida de burlas. Así que he estado dando nombres casualmente en las conversaciones sobre las chicas con las que me he acostado, tratando de aliviar su curiosidad. Parecía estar funcionando. Por ahora.

Después de soportar otras dolorosas cinco horas de clases, por fin estaba libre. Me dirigí directamente a una tienda para comprar algunas cosas antes de conducir a la tienda de mascotas, sin importarme lo patético que era por conocer de memoria el horario de trabajo de Theo. Después de recoger las cosas en mis brazos, me dirigí hacia dentro, corriendo desde el coche hasta la puerta para evitar la lluvia torrencial.

Sin embargo, una vez dentro, noté que un par de ojos verdes diferentes me miraban fijamente. "¿Milo?"

"Ese soy yo." Puso los ojos en blanco. Estaba apoyado en el mostrador con pereza, garabateando con su lapicero, presumiblemente haciendo sus deberes. Levantó la vista y se detuvo al ver la rosa que sostenía, acompañada de una barra de chocolate. Se burló, "¿Huelo una propuesta de matrimonio?"

Suspiré, colocándolas sobre la encimera, "La cagué."

"Ay, ¿tan pronto?" Ladeó la cabeza burlonamente. "Maldición, yo había dado al menos un par de meses antes de que te aburríeras de él y encontraras un nuevo juguete con el cuál jugar."

"Oye, no la cagué tanto, ¿okay?" Me defendí. "Sólo fue una broma estúpida que resultó en una mierda. ¿Dónde está Theo?"

"Con suerte afuera en algún sitio dándose cuenta de que puede conseguirse algo mucho mejor."

"¿Por qué me odias tanto?" pregunté con curiosidad, frunciendo las cejas al hacer la pregunta que me había estado molestando durante tanto tiempo.

Él resopló, "¿odiarte? Por favor. No te hagas ilusiones con una emoción tan fuerte. Me caes vagamente mal."

"¿Por qué?" pregunté incrédulo.

Tomó un largo y profundo respiro antes de soltarlo en un exagerado suspiro, "Eres una especie de pedazo de mierda." Se encogió de hombros. "Eres un poco idiota y no quiero que mi hermano pase su tiempo con alguien como tú. Además, podría prescindir de que lo hagas gemir de esa manera cuando intento dormir."

Me sonrojé involuntariamente, un color que definitivamente le sentaba mejor a Theo que a mí. "¿Escuchaste eso?" Tragué saliva.

"Oh, sí." Se rió. "¿Y te has dado cuenta del hecho de que nunca me habías caído mal antes de que empezaras a salir con él?" Levantó las cejas. "Supongo que empecé a querer cortarte el cuello cuando empezaron a salir. Es que no quiero que le hagas daño, ¿okay? Llámame estereotipo de hermano mayor protector, pero me preocupo por él. Además, no creo que seas realmente gay. O bi. O lo que sea que estés fingiendo ser. Te vas a dar cuenta tarde o temprano de que Teddy no tiene el cuerpo correcto. Y probablemente vas a romper su corazón."

"No soy gay." Dije con amargura.

"Sí, eso es lo que acabo de decir." Se rió sarcásticamente.

"He estado investigando." Le aseguré, inclinándome un poco sobre el mostrador, "Y literalmente no lo sé, ¿de acuerdo? Hay una cosa que se llama demisexual...o demiromántico... lo que sea...y pensé que tal vez eso es lo que me está pasando, pero..." Gruñí con frustración, pasando mis dedos por mi cabello con irritación. "Mira, si pudiera decirte lo que me pasa, lo haría. Pero no tengo ni puta idea. Me gusta Theo, ¿de acuerdo? Quiero estar con él, besarlo, abrazarlo, llevarlo a citas, mimarlo y tener sexo con él. Quiero hacer todo lo que pueda con él, así que ¿eso qué importa?"

"Está en el médico." Me dijo claro una vez que terminé mi pequeño discurso. "Puedes dejar esto aquí, le diré que te llame."

"Espera, ¿qué? ¿Está bien?"

"¿Lo ha estado alguna vez?" Preguntó, rompiendo el contacto visual mientras volvía a sus deberes, dando a entender que la conversación había terminado. Cuando no hice ningún movimiento para irme, suspiró y continuó, "Mira, no te preocupes. Sólo le están cambiando la receta, o modificando la dosis o algo así. No lo sé. Pero está bien."

Eso sólo consiguió enredar más mis pensamientos, "¿De qué estás hablando?"

Suspiró dramáticamente, "Joder, sus medicinas. No están bien, creo que están tratando de equilibrarlas. Pero no lo sé. Pregúntale a tu novio."

"¿Medicinas para qué?" Cuestioné seriamente, ignorando su orden. Novio.

Entonces, se congeló. Sus dedos se doblaron antes de dejar caer su bolígrafo, arrastrando su mirada hasta encontrar la mía. "Mierda." Siseó. "Tú...tú no lo sabes, ¿verdad?"

"Milo, ¿qué está pasando?"

"No me corresponde a mí decirtelo, Luca." Dijo débilmente, sus ojos finalmente se suavizaron. "Solo no rompas su corazón y yo no romperé tus piernas. ¿De acuerdo?"

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