Narra Bia.
— Carmín que lindo verte, te extrañe— le digo mientras me uno al abrazo de ella y Manuel.
— Si, Carmín, te extrañamos mucho que lindo verte.¿tienes calor?—le pregunta Manuel mientras la sienta y yo me muevo para que el aire del inversor le de — Hannah, traer agua—grita Manuel.
—Creo que está muy asustada, Manuel —le digo mientras veo que tiembla, comienza a chocar sus dientes, eso es señal de que tiene frío.
—Carmín ¿Sabes quién soy yo? — le pregunto Manuel a Carmín y ella dice que si con la cabeza.
—Manuel, Bia, Manuel y Bia, novios —dice — hermanos mio, Manuel tú y Bia—dice y lo vuelve a repetir, Manuel se acerca a mí.
—Son cosas mía ¿o Carmín está teniendo un retraso mental? Bia —me pregunta mintras se pasa la mano.
—No idiota, tenía mucho sin hablar, Carmín está bien, tu nisiquiera sabes lo que es eso —le digo.
—No, no estoy loca Bia, no lo estoy, no soy loca —dice mintras se tapa los oídos —No estoy loca, tengo miedo.
— Aquí está el agua Manuel—dice mintras se acerca — Joven Carmín, por fin relaciono—dice mintras se acerca con el agua y carmín la tira al suelo, se sube al mueble y comienza a gritar mintras se agarra la cabeza.
— NO QUIERO, NO QUIERO, BIA POR FAVOR, NO QUIERO, NO ME OBLIGUEN, PASTILLAS NO, PASTILLAS NO, ESTOY BIEN, NO ESTOY LOCA—decía y Manuel trataba de tranquilizarla, yo solo observaba.
—Creo que le hacen faltas las pastillas, Manuel, mira como ésta ¿llamo el doctor? —pregunta Hannah.
—Hannah, trajiste el agua, ya te puedes ir — le dice Manuel—Digo, limpiar eso y largo — le dice y ella obedece—Carmín nosotros no te vamos a hacer daño.
— Bia, manos, brazos, pastillas—me dice mintras me mira y se quita la manos de la cabeza y mira a Manuel —A ti también manos —nos mira y yo se exactamente de qué habla, pero Manuel no, porque por lo visto el que se pondrá loco es él — Papá Thiago, man....
— Bia, quiero que vay...—Monica deja de hablar cuando ve a Carmín y baja las escalones, yo me acerco a Carmín para abrazarla, Manuel se para enfrente de nosotras — Carmín, mi cielo, has despertado, ven a darle un abrazo a mamá— dice mintras se acerca hipócritamente, no voy a negar que lo que estaba consumiendo Carmín la volvía tonta, como una niña inocente, como esos niños que les pegas y ellos regresan a tí a buscar Consolación, ella se alejó de mi y abrazo a su madre— Mi amor que lindo verte, Carmen traer las pastillas de Carmín y agua— dice mintras la abraza y me mira, yo me acerco a Manuel y le sujeto la manos para sentirme segura, me escondo detrás de él, porque yo si estoy segura que Mónica es un monstruo, también me di cuenta que no tengo valor para vengar la muerte de mi madre, no, soy una Cobarde. Carmen llegó con lo que Mónica le pidió
—Mamá yo no estoy loca, estoy bien, estoy sana, Carmín está bien, yo Carmín —dice y sonríe en los brazos de Mónica.
— Lo sé mi amor, pero Carmín mi cielo, debes tomar los medicamentos, las pastillas te ayudarán—dice Mónica.
— Carmín dice que no quiere tomar las pastillas, si dice que no, no la va a tomar—dice Manuel.
— Carmín, estas así porque Mami cambio las pastillas, ¿Quieres que te llamen loca?—ella dice que no —Entoces vamos mi cielo, debes tomar las pastillas, abre la boca —le dice mintras la pone enfrente de ella, Carmín la mira, se sienta en el sofá, derrama dos lágrimas juntas de ambos ojos.
—Manuel, Bia, yo estoy bien —dice y mira las pastillas.
—Lo se Carmín, pero debes de tomar las pastillas, así estarás bien muy pronto y podremos andar juntos, los tres—Manuel le dice mintras le da un beso en la frente—Te quiero mucho pequeña, vamos tómala, estaras bien—le dice.
— Carmín tengo cosas que hacer, por ejemplo llamar tú doctor —dice y Carmín se asusta más. Se acerca y se toma la pastillas, yo cerré los ojos para contener las lágrimas.
—Yo también te quiero mucho mucho mucho mucho —dice mirando a Manuel — Adiós Adiós Adiós Adiós Adiós— decía y Manuel escondió su cabeza en las piernas de Carmín y ella lentamente se iba convirtiendo en la estatua que era antes—No estoy loca, las pastiiiii.
— Carmen lleva a Carmín a su habitación, chicos cuando suceda algo asi, deben de avisarme—dice y sonríe — Bia, veo que has mejorado—me dice —Vaya las heridas sanan rápido, Uff yo que no iba a bajar las escaleras — dice y se acerca a mí— Bia corazón quiero que me traigas flores— se acerca a mi y me susurra—Con espinas hahahahaha —dice y se va.
— No vayas a buscar nada Bia, Hannah lo hará—me dice y me abraza, Manuel sabe que me da miedo todo lo que me produce daño, las lágrimas no duran en salir de mis ojos.
— Tranquila Bia, yo lo haré— me dice Hannah.
— Hannah quiere que estés pendiente a Carmín, Bia y yo vamos a salir un rato, regresaremos en la noche— Manuel dice mintras me agarra de la mano y salimos de la casa, va por su carro, nos subimos en el y él comenzó a conducir, íbamos en silencio, yo veía los árboles y sentía la brisa dar por mi rostro, mientras las lágrimas seguían recorriendo mis mejillas como una línea recta, por un momento en vida me sentí libré, ya no más Rapunzel, por unos minutos deje de serlo, aunque ella fue libre, pero yo nunca lo seré.
—...no se que hacer Bia, no quiero, dicen que es por un tiempo, pero Sarah lo que quiere es tratarme como un niño, te lo digo porque no quiero guardar secretos ¿Que opinas? — me pregunta Manuel.
—Disculpa Manuel, estaba distraída, no te escuché, repite — le digo.
— No Bia, si no escuchaste mejor—me dice y sigue conduciendo.
— Lo siento Manuel, es que me perdí en los árboles— le digo triste porque de seguro me decía algo importante.
— Mi amor, ya dije que no pasa nada, Bia—dice y me agarra la mano para darme un beso en ella —Si adivina ¿a dónde te llevaré?.
— No se Manuel, no conozco mucho la ciudad y lo sabes—le digo sonriendo —Pero sea cual sea el lugar, será mejor que estar encerrada en casa.
Narra Manuel.
No me podía sacar a Carmín de la cabeza, más eso de pastillas, miedo, manos, Thiago, iba a decir algo de mi padre, justamente cuando Mónica interrumpió todo, no es normal que una persona diga no estoy loca, se siente como si la presionan a algo, como si le dijeran que lo está, estacione mi carro.
— No, no Manuel, no me lo creo ¿Es la casa de Chiara?— me pregunta muy feliz.
— Pues si Bia, entra, ella te está esperando— le digo y ella me abraza—Te paso a buscar en 4 horas, creo que suficiente para dos adolescentes hablar.
— Te quiero mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho Manuel—me dice mintras se acerca me da un apasionado beso y después nos separamos, ella sonríe y baja del carro.
— Yo también te quiero Bia—le digo —Aunque todo el camino y justamente ahora me besas así, tan especial, que mala eres princesa, justo en este momento.
— No me distraiga Manuel, el reloj está corriendo— me dice y me dice adiós con un beso en el aire, espero a que entre a la casa y me dirijo a mi destino, que en verdad no está tan lejos de aquí, está muy cerca, estaba tan cerca que en 10 minutos llegue, me estaciono enfrente de la casa de Pixie, respiro profundo, nisiquiera se si lo que hago tiene sentido, si sospechar de mi madrastra, no se lo que hago. Me bajo del carro y entro a la casa, veo a Pixie y le saludo como siempre.
—Manuel, me hacías mucha falta ¿En qué te puedo ayudar?— me pregunta.
— Pixie, necesito que me examines estas pastillas y me digas para que sirven—le digo mientras le muestro una pastilla que saco de mi bordillos, mintras Mónica estaba distraída, yo le hice señal a Hannah para que robara una pastilla, cuando dije que iba a buscar las flores, ella se me acerco y me la entrego.
Agarro la pastilla con mi dedo índice y pulgar para así mostrarle la pastilla, es de un color blanco, ni tan grande, ni tan pequeña, cuando iba a pasar la pastilla, un chico choco conmigo, se callo mi pastilla y un frasco que el llevaba, se regó todo en el suelo, las pastillas eran iguales a la que yo llevaba, trate de buscarla.
— Lo siento mucho Joven, no lo vi, iba muy preocupado, lo siento—me dice.
— No pasa nada, señor, fue un simple accidente, tranquilo—le digo hasta que encuentro mi pastilla, se la paso a Pixie.
—Vaya Manuel, te irás rápido, estas pastillas son muy conocidas, vienen muchas personas aquí a examinarla — me dice.
— Espera Pixie, ¿No es nada malo?—le pregunto.
—Pues no Manuel, son igual a la que lleva ese chico, pastillas para dormir— me dice muy tranquila—Pero para estar segura, le haré un chequeo—me dice.
—No Pixie, tranquila, no importa, esta todo aclarado, ya no sirve de nada la información—le digo para irme.
— Hey Manuel, las máquinas hablan también, puede un te den una mejor respuesta— me dice.
—Tranquila Pixie, confío en ti— le digo y ella me pasa la pastilla—No, mejor te quedas con ella y la usas para descansar.
—Bueno, veré qué hago con esto Manuel, feliz noche— me dice y me doy cuenta que esta cruzando a oscurecer.
Hola mis amores, estoy muy triste porque se me terminaron las vacaciones de la Universidad, tengo 4 días sin escribir, veré si antes de entrar a la Universidad avanzo bastante. Por favor dejar sus comentarios, l@s quier@s lo mejor para tod@s