Una Razón Por Cual Vivir - En...

Oleh melissacalzas

1K 205 22

Melissa Thompson tiene un destino ligado a resolver sucesos familiares anteriores y, ahora, actuales. Esta ch... Lebih Banyak

Una Razón Por Cual Vivir
CAPÍTULO I : VACACIONES
CAPÍTULO II: SORPRESA
CAPÍTULO III: Un Giro Inesperado
CAPÍTULO IV: Una Vida Nueva
CAPÍTULO V: ACCIDENTE
CAPÍTULO VI: EN PELIGRO
CAPÍTULO VII: FALSA ALARMA
CAPÍTULO VIII: ACTO CÓMPLICE
CAPÍTULO IX: ¿ELLA?
CAPÍTULO X: ¡EN ACCIÓN!
CAPÍTULO XI: EN SU BUSCA
CAPÍTULO XII: UNA... ¿NOTA?
CAPÍTULO XIII: REENCUENTRO
CAPÍTULO XIV: RECUERDOS
CAPÍTULO XV: SEÑAL.
CAPÍTULO XVI: CRUEL VERDAD
CAPÍTULO XVII: EN CAMINO
CAPÍTULO XVIII: ¿AL BORDE DE LA MUERTE?
CAPÍTULO XIX: ¿DESTRUYÉNDOSE?
CAPÍTULO XX: TAL VEZ, DESPUÉS DE TODO, NO SEA TAN MALO
CAPÍTULO XXI: RECONOCIENDO LA VERDAD
CAPÍTULO XXII: AMOR ETERNO
CAPÍTULO XXIII: ¿COMPAÑEROS?
CAPÍTULO XXIV: ¿TODO ESTABA PLANEADO?
CAPÍTULO XXV: ÉL NO PUEDE SER REAL
Capítulo XXVI: UNA PÉRDIDA DOLOROSA
CAPÍTULO XXVII: MÁS FUERTES QUE NUNCA
CAPÍTULO XXVIII: REGRESO
CAPÍTULO XXIX: ¿ÉL ESTÁ DE VUELTA?
CAPÍTULO XXXI: ¿QUIÉN DIJO QUE ESTE SERÍA EL FINAL?
UN PASADO LATENTE
Personajes:

CAPÍTULO XXX: ¿YO? ¿PARANOICO?

2 0 0
Oleh melissacalzas

Capítulo XXX

¿Yo? ¿Paranoico?

Gabriel

De nuevo tuve otra pesadilla. La misma pesadillaque me lleva atormentando desde nuestro regreso.Miro mi reloj digital que me regalaron mis padrespor mi decimoctavo cumpleaños que ahora está situado sobre la mesita de noche.Como siempre, a la misma hora: 05:28 am.Me encaminé al baño de mi habitación, agradeciendo una vez más que Bryan hubiese planificadode tal forma las habitaciones de la mansión, porque así nadie se despertaría por mi culpa si tuvieseque recorrerme las dos gigantescas plantas parabajar a alguno de los baños de la entrada.Ya me he ido acostumbrando a desvelarme aesta hora y a tener este sudor frío que me terminahelando, por lo que no me demoro mucho y cojo laropa necesaria y entro al baño. Espero a que el agua caliente de la ducha se haganotar para poder sumergirme en ella.Siento cómo partes de mi cuerpo me arden amás no poder por haber entrado en contacto conel agua.Divago mi mirada hacia aquellas partes doloridas y veo cómo una vez más tengo muchas másmarcas, moratones y heridas. No son muy llamativas, por lo que las paso desapercibidas hasta queme fijo detalladamente en el agua y observo cómose va tiñendo de un color bastante rojizo. Alarmado, giro mi cabeza hacia el costado izquierdo de mianatomía y me sorprendo demasiado al ver que lasangre procede de un profundo corte.

— ¿¡Qué narices!? —pienso–. ¿Cómo es posible queme haya hecho tal cosa? ¿Acaso soy sonámbulo yme autolesiono? ¿Acaso alguien entra en mi habitación y me ocasiona estas heridas? ¿O es que me estaré volviendo loco? 

No sé cuánto tiempo estuve bajo el agua cálida,pero sí sé que fue el suficiente como para darmetiempo a cuestionarme e intentar plantear una solución para aquellas preguntas.Me vestí con tanta prontitud que me asombrégratamente.Antes de colocarme la camiseta, volví a observar el profundo corte delante del espejo. Soltando unsuspiro, rebusqué por los distintos armarios algúnbotiquín que me sirviera para curarme la herida yvendármela para evitar perder más sangre.Después de un rato buscando, encontré uno que,agraciadamente, contenía todo lo necesario para intentar sanarla, aunque maldigo mi gran abundante torpeza al no haberme puesto hielo para que,al coserla, no me doliese como mil demonios comoahora mismo lo hace.Cuando termino, recojo la sangre esparcida porel suelo del baño; consigo ponerme la camiseta, ydecido bajar a la cocina a por un vaso de agua,puesto que estoy algo sediento. Sí, ser un principiante en coser, o al menos intentar que la heridaquede cerrada, es bastante dificultoso.

(...) 

Ya en la cocina, decido mirar el reloj analógicoque cuelga sobre una de las paredes. Este marcalas 06:03 am. Miro extrañado el lugar. Es muy raroque nadie esté rondando por aquí siendo las horasque son.Pienso en restarle importancia, cuando divisouna sombra en el exterior de la sala. Me contraigoy empiezo a notar cómo mi frente segrega un líquido ácido que recorre gran parte de mi faceta, aligual que siento algo impregnado en mi camiseta. No obstante, este pavor duró sólo unos instantes, porque al volver la vista a ese mismo punto,ya no había nada. Solté un suspiro aliviado y merecosté sobre la encimera.Al ver que ya casi estaba amaneciendo, decidí iral jardín y dar un paseo para despejarme.Llegando donde tenía lugar la piscina naturalque Bryan había instalado, vi a una persona de espaldas a mí mirando al frente. Me daba la impresión de que estaba anonadado, por lo que solamente, me fui acercando cada vez más hasta quereconocí que era David. Al notar que él no me habíasentido, apoyé mi mano izquierda sobre uno de sushombros, por lo que ambos dimos un respingo. 

—¡Joder, Gabriel, me asustaste! –comentó agitado—. Poco más y me da un infarto —finalizó llevándose la mano al pecho.

 –Lo siento, David, pero como te había visto tantraspuesto, sólo quería comprobar que estabasbien —dije frotándome la nunca avergonzado.

 –Te agradezco la preocupación, Gabriel, pero sólonecesitaba pasar algo de tiempo solo —me contestósonriendo. 

Le sonreí de vuelta, aunque seguidamente nuestros rostros cambiaron a una faceta más seria yneutra: la suya porque se había quedado mirandoal mismo punto fijo de antes, y la mía, porque meextrañé del tan rápido cambio de semblante y el nosaber a qué era debido. 

—Es una pena que solo tú puedas verme, ¿verdad?–preguntó sarcásticamente August a David.

– Ahora cambia tu espantosa cara, estás preocupandomás al muchacho. No hagas preguntas y haz comosi nada hubiese pasado. ¡Ah! Y no digas absolutamente nada, no querrás que te tomen por un loco,¿no? –dijo para luego acabar desapareciendo.

–David, ¿te encuentras bien? Ni que hubieses visto a un fantasma —comenté intentando captar suatención. Estaba demasiado raro, sí, más de lo habitual, pero no creo que sea conveniente preguntarle porque no sé cómo podría reaccionar debidoa su bipolaridad. 

—Sí, me duele un poco la cabeza, pero estoy bien —me contestó con una sonrisa intentando evitar elasunto—. Creo que haber decidido darme un chapuzón en el agua tan helada me ha congelado todaslas neuronas —finalizó riendo.

— Vayamos dentro, supongo que ya se habrán despertado todos. Mi hermana me dijo ayer en la noche que hoy extraería los cuerpos del dije —hablépara cambiar de tema—. Por cierto, ¿qué es lo quetienes ahí? –pregunté curioso al ver un anticuadoobjeto que sobresalía del bolsillo de su pantalónoscuro de Adidas.

 –¡Oh, no es nada importante! –me reprochó bastante nervioso. ¿Acaso quería esconder algo?

–Si tú lo dices... –me limité a decir encogiéndomede hombros.

 Entramos en el interior de la mansión, dondenuestra plática llegó a su fin y no volvimos a pronunciar palabra alguna. Ambos nos dirigíamos ala cocina, ya que nuestros organismos nos pedíanalimentarse. Por cada paso que dábamos hacia laenorme cocina, un agradable olor a café recién hecho, inundó nuestro sistema olfativo; aunque unapunzada en mi costado hizo que en mi rostro seplasmase una notable mueca de dolor, por lo queavisé a David de que me ausentaba un momentopara ir al lavabo, a lo que él me asintió y siguióadelantándose por el largo pasillo hasta que le perdí de vista cuando este cruzó la puerta que daba aaquella sala. Retrocedí varios pasos y recorrí otropasillo hasta llegar al baño. Una vez que pude entrar, me aseguré de haberpuesto el cerrojo en la puerta. Me posicioné frente al amplio espejo, me remangué la camiseta y mequité la venda que cubría parte de mi abdomen, dejándome ver una gran mancha roja en la gasa quecubría la herida cosida. Poco a poco, y con demasiado dolor, logré destaparla. Me sorprendí al verque había empezado a abrirse de nuevo, lo que mehizo ahogar un grito de dolor, o más bien, del sustoal ver una figura reflejada en el espejo, no lo sé. Intento mantenerme sereno, como si no fuese capazde divisar a aquel espectro, pero mi tranquilidadcesó cuando este se aproximó más a mí y pasó sumano por la herida. Y una vez más, volví a quedarme sorprendido al ver que dicho ser se encargabade sanar, al menos, la pequeña infección que seme había acumulado; cuando finalizó su acción,desapareció, tal como lo hizo la sombra de esta madrugada. 

—Bueno... Ahora tocará coserla otra vez —mascullé para terminar soltando un largo suspiro y volviendo a pasar la aguja con el hilo sobre mi piel. No recordaba que la sangre me causase mareos,hasta que claro, sentí cómo mi cabeza empezaba adar vueltas y caí en una gran oscuridad. 

(...) 

En otro lugar: 

Carlos: David, ¿has visto a Gabriel? Su hermanale está buscando. 

David: Sí, me dijo que tenía que ir al baño. Supongo que ahora vendrá a desayunar con nosotros. 

— Ya era hora de que te despertases, jovencito —interrumpió alegremente Ailén acercándose a ambos.

 –Sí, no sabes cómo se me pegaron las sábanas —rio David inocentemente, aun pensando: "si túsupieras...".

(...) 

El día transcurrió como otro cualquiera, salvo por la repentina ausencia duradera de Gabriel,cosa que desconcertó a todos.Poco tiempo después de que el enorme reloj dela cocina marcase las 15:57pm, un alarmante grito, procedente del baño de la planta baja, hizo quevarios de los que por allí merodeaban se acercaranvelozmente para saber lo ocurrido. 

(...) 

¿Melissa? –dijo Jack torteando en la puerta desu habitación.

 –Adelante, abuelo —respondió ella ofreciéndolepasar—. ¿Qué es lo que ocurre? 

—Te venía a avisar de que Ailén ya está ultimandolos detalles para el ritual, por si querías irte preparando —le contestó Jack.

 Esta no le pudo decir nada puesto que Isabellellegó a la habitación voceando su nombre y bastante exaltada. 

—Tu... tu hermano —pudo al fin pronunciar—. Tuhermano se haya inconsciente. Una jardinera se le ha encontrado en tal estado en el baño. Amiga, tuhermano no despierta —dijo al borde del llanto.

 –Jack, baja con ella y que alguien la prepare unatila. Yo me encargaré de Gabriel —sugirió finalmente Melissa.

Una vez que ya se encontraban en la primeraplanta, Isabelle le dijo a Melissa dónde se encontraba su hermano, lo cual ella le agradeció y se fueen su busca.Nada más llegar al lugar, encontró a Gabrieltumbado en una camilla y a Ailén a un costado deella con varias curas. 

—Nada funciona. No consigo hacerle despertar —habló su abuela apenada–. Imagino que Isabelle teha contado algo. 

—Sí, fue ella quien me informó. ¿Se sabe por quése desmayó? Que yo sepa, solo le ocurre cuandove demasiada sangre —aportó a la conversaciónMelissa. 

– Nadie sabe lo que le ha sucedido realmente para que se encuentre en este estado, por lo que no puedo utilizar una gran cantidadde recursos si no hallo ninguna pista, porque podría perjudicarle —se excusó Ailén.

–Lo sé, y lo entiendo, pero intentaré hacer todo loposible para reanimarle. Ya perdí a mi hermana, yno pienso perderle a él también. 

Ailén sólo optópor asentir y demostrarla una de sus mejores sonrisas en ese momento. A solas con su hermano, Melissa tomó la manode Gabriel y comenzó a trazar líneas invisibles en ella, pero que siempre pasaban por un mismo punto. A medida que iba pronunciando y repitiendo cosas en un idioma desconocido, las líneas se volvíancada vez más opacas.Cuando finalizó aquella especie de conjuro, y fijándose en la mano de su hermano, pudo ver el dibujo de su corazón. De él extrajo una línea un pococurvada y la intercambió por otra recta. Pero nada ocurrió.Desesperada, Melissa invirtió todo su poder ytoda la energía que poseía, lo cual fue nefasto, yaque, aun así, su hermano no había despertado, yella quedó recostada sobre el respaldo de la silla,aturdida y enojada consigo misma por no ser capazde "revivir", de alguna forma, a su hermano.Pasado un tiempo, y en la misma posición, Melissa quedó sumergida en un profundo sueño, porlo que la era imposible percibir los apretones demano por parte de Gabriel. 

(...) 

Días después del inconveniente de Gabriel, loque impidió poder realizar el rito, aquellas sombrasseguían atormentándole, y cada vez se le aparecíancon más continuidad.Por otro lado, David se sentía mucho más presionado por August: este sólo le amenazaba o le prometía miles de cosas que finalmente no cumpliría.¿Lo peor de todo? Que no lo hablaban con nadie.Gabriel aún seguía siendo muy cuidadoso consus movimientos, ya que aún la herida no le había sanado; David no se esmeraba en entablar una conversación más larga que un "hola" o unos "buenos días" por el miedo a decir algo indebido.El estado tan crítico de Evan estaba haciendoque Nathan, Daniel y él mismo estuvieran másunidos a pesar de no tener una significativa confianza.Ailén, Jack y Melissa seguían desesperados alobservar cómo Evan rechazaba cualquier tipo detratamiento, y eso era lo que más les desconcertaba.Mientras tanto, Carlos, Isabelle, Calum y Anabelle intentaban hacer más ameno y llevadero todoeste asunto. Ellos solo querían transmitir algo defelicidad o de positividad al verles tan derrotados,decaídos y a la espera de la muerte de Evan, aunque parece ser que a este todavía le quedan fuerzaspara querer seguir luchando, para poder sobreviviralgo más. 

Lanjutkan Membaca

Kamu Akan Menyukai Ini

299K 16.8K 68
En inglés: Friendzone. En español: Zona de amigos. En mi idioma: Mi mejor amigo me mira como a su hermanita y jamás de los jamases me verá como alg...
28.9K 1.1K 17
Es increíble como tu vida puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Nose en que momento o como pero ya me encontraba atada y amordazada al lado de...
SDL | yoonmin Oleh .

Fiksi Penggemar

6.2K 736 5
Yoongi, mejor conocido como Agust, forma parte de una banda de rock que poco a poco está ganando un lugar dentro de la industria. Mientras que Jimin...
21.6K 863 8
Fragmentos de nosotros... Y todo lo que no te dije en esos últimos 17 minutos.