Mire el pequeño río que estaba bajo nuestro, habían pasado cuatro largos días, en esos siento que mi fuerza se incremento por tener que estar cargando a Tanjiro durante estos días, además de que aún seguía entrenando con Kanroji-san en las noches, nos quedábamos hasta bastante tarde por lo que ninguna tenía tiempo para descansar. Él seguía tratando de sacarle conversación a Giyuu-san, era su turno, decidimos turnarnos para ver si a alguno le hacia caso. Pero hasta ahora estuvo ignorándonos por completo.
—¿Qué sucede Giyuu-san? ¿Qué paso?
Ambos paramos de seguirlo cuando detuvo su paso, sentí como una pequeña luz de esperanza se hacía presente en mis ojos.
—A decir verdad nunca logré pasar el exámen final.
—¿El exámen final como el de la montaña de flor wisteria?— pregunté algo confundida.
—Si, en ese entonces había un chico que perdió a toda su familia a manos de un demonio al igual que yo.— note como Tanjiro se sobresalto ligeramente al oír el nombre que diría, cosa que me extraño. —Su nombre era Sabito. Estuve en la prueba contra ese chico de cabello rojizo, yo tenía trece años, nos llevábamos bien por las similitudes que teníamos, él tenia un gran sentido de la justicia que destacaba al igual que su amabilidad, Sabito fue él único que murió en la prueba de ese año. Él asesino a todos los demonios con una sola mano, todos menos Sabito salimos de la prueba, yo fui herido por un demonio cuando apenas empezó y estaba por desmayarme, entonces él apareció para salvarme, le pidió a otro chico que me cuidará y luego salió corriendo a ayudar a los demás, cuando recobre conciencia la prueba terminó, fui seleccionado por sobrevivir. Pero no fui más que un humano que no pudo con un solo demonio, ¿Cómo podría tener la cara de decir que pase?. No soy digno de heredar el titulo de Pilar de Agua.
—Giyuu ya no sigas por favor.— susurré sabiendo lo que diría a continuación, sentía mi corazón levemente estrujado por su historia, y note que Tanjiro se sentía igual.
—____, no soy digno de pararme junto a ustedes, no soy como ustedes, nunca debí haber tenido mi lugar con los cazadores de demonios. Solo váyanse y entrenen, nunca obtendré esas marcas, quizás Sabito las hubiese obtenido... No se preocupen más por mi, dejen de perder el tiempo.
Tanjiro a mi lado limpio las pocas lagrimas que salían de sus ojos, yo caminé para acercarme un poco al pelinegro que no parecía querer detener su paso.
—Giyuu-san, piénsalo bien. ¿Realmente crees que Sabito quiera verte actuando como un idiota?— dije sin pensar demasiado, mientras contenía un poco mi respiración, aún sentía algo de miedo, ya que aunque Giyuu-san no lo acepte, él sigue siendo el Pilar de Agua. —¿¡Crees que solucionaras algo simplemente lamentándote todo el tiempo!?
—_____...— Tanjiro sujeto mi hombro preocupado, pero se sorprendió cuando el mayor detuvo su caminata.
Pasaron los minutos y él seguía de pie, sin moverse en absoluto, Tanjiro y yo comenzamos a sudar frio algo angustiados, entonces comencé a sentirme mal por lo que dije, quizás no fue educado o las palabras elegidas fueron incorrectas.
Tanjiro sacudió mi hombro y me miro serio. —Tengo un plan. Solo déjate llevar.
Me asusté más por lo que dijo, sus planes siempre resultan ser extraños, o simplemente no salen bien. Pero si con eso dejaba que Giyuu-san estuviera inmóvil, aceptaría cualquier cosa. Por lo que asentí con dudas.
El pelinegro se giro hacía ambos, aún algo serio. —Chicos, perdón por hacerlos esperar, pero yo también iré a entre-
—Giyuu-san, ¿le gustaría que nos enfrentemos en una competencia de ver quien come soba frío más rápido?
Con la idea de Tanjiro no pude evitar sonreír, Giyuu-san nos miro extrañado pero fue asintiendo lentamente. Después de comer podríamos ir a entrenar y todo estaría solucionado.
Los tres comenzamos a caminar hacía la tienda mas cercana, mientras charlábamos sobre temas triviales.
—Yo pienso que ____ ganará, pero no perdemos nada intentando Giyuu-san.— comento Tanjiro, que estaba bastante animado.
—¿Ella come rápido?
—¡Rápido y mucho! ¡Ella logra comer como Kanroji-san! ¡Son geniales!
—Algún día le ganaré a Kanroji-san.— susurré mirando el cielo, estaba algo nubloso el día de hoy.
—Creo... que será divertido.— dijo Giyuu-san, sacándonos una involuntaria sonrisa a Tanjiro y a mi.
—¡Por favor ____! ¡¡Haz el entrenamiento conmigo!!
Trate de huir de Tanjiro, que se había recuperado por completo, y trataba de hacerme pasar todo el entrenamiento Pilar junto a él, puede que no sea mala idea, pero quizás entrenar con los Pilares directamente sea mejor.
—Pero Tanjiro...
—¿Sabía que siempre es bueno repasar lo que ya sabe?
Lo mire de manera sombría pero al ver que nada funcionaba no me quedo opción, solté un pesado suspiro y asentí.
—Bien te veré ahí. ¿Si?
Él asintió repetidas veces con un aura de alegría completa, para después salir corriendo hacia la residencia del Uzui-san.
Solté una risa y continúe caminando hacía la residencia de Muichiro. —Es bastante ingenuo, que lindo.
Saqué el libro de poemas que estaba en mi cintura y comencé a hojearlo, hasta el pasar de unos minutos que llegue a mi destino.
Cerré el libro y comencé a correr hacía la casa, entre y vi como todos los cazadores que entrenaba Muichiro estaban tendidos en el suelo completamente agotados, los saludo a todos amablemente y me acerque a Shita, que lo traje por unos días a la casa del pelinegro, ya que me había mudado momentáneamente aquí.
Acaricie la cabeza del felino que no dudo ni dos minutos en comenzar a ronronear, sentía las miradas de los cazadores detrás de mi, algunos por alguna razón soltaban un pequeño "Aww" por lo que gire a mirarlos sin entender.
—¿Qué creen que hacen basuras incompetentes? ¿Quién les dijo que pueden descansar? Continúen hasta que les salga ese movimiento o hasta que no puedan sentir en absoluto ninguna parte de su cuerpo.
Me levante y deje que Shita siguiera su rumbo, me acerque a Muichiro que miraba sombríamente a los cazadores, que decayeron rápidamente al sentir al mala vibra del Pilar.
—Muichiro.— le salude, haciendo que él girara a verme y me sonriera.
—____, ¿Cómo te fue?— pregunto acercándose a mi, manteniendo su sonrisa dejando rápidamente la vibra de antes.
Note nuevamente las miradas de los cazadores, por lo que reí incómodamente.
—Estuvo bien, Shinazugawa-san no se contuvo ni un poco, y como vez, salí casi intacta, por lo que creo que he mejorado bastante.— dije dejando el libro en una mesa.
—Eso es genial, ¿Practicaste tu técnica como te aconseje?
Asentí varias veces. —¡Si! ¡Cada día duro más es increíble! ¡Hasta Shinazugawa-san me elogió un poco!
Él rio suavemente. —Ven, dame tu mano.— hice lo que me pidió y el miro a los cazadores que seguían mirándonos de reojo mientras practicaban. —Si regreso y siguen siendo unos inútiles entrenaremos hasta que el área se desmorone.
Ellos asintieron rápidamente y volvieron a blandir sus espadas rápidamente. Ambos comenzamos a caminar, yo siendo dirigida por Muichiro, disfrutando levemente del calor que su mano le daba a la mía.
—Sabes Muichiro, me gusta ver como Shita crece cada día más, siento que ya creció bastante para haber pasado solo días con nosotros.— solté de la nada.
—Es un gato, crece más rápido, además de que es bastante inteligente y también come mucho, más de lo que creí.— dijo mirándome de reojo. —Me recuerda a alguien.
Golpee su hombro suavemente. —¿Dónde me llevas?
—Aquí, mira, te preparé una habitación solo para ti. Así ya no tienes que dormir en cualquiera de las habitaciones, la decore yo.
Abrió la puerta para dejarme ver la acogedora habitación, en ella estaba mi haori, que deje de llevarlo para que no se deteriore mas, también estaba mi katana, solté la mano de Muichiro por un momento y abrí algunos cajones, en ellos estaban las cartas de el pelinegro, el lugar era acogedor, también tenia una pequeña ventana que daba al patio.
—Es bastante lindo.— respondí girándome para verlo mejor. —Pero sabes que no me quedare a vivir aquí por siempre ¿No?— pregunte con una pequeña risa al final.
—¿Por qué no? Es divertido vivir contigo y Shita.— respondió comenzando a sonrojarse ligeramente, provocando que cierta calidez invadiera mi pecho.
Me acerque a él de manera calmada, a pesar de que sentía como mi corazón comenzaba a acelerarse por cada paso que daba, y agarre su mano para comenzar a jugar un poco con ella. —Creo que debería pensarlo, pero a mi padre no creo que le guste la idea.
—¿Crees que se cuenta?— preguntó mientras acomodaba un mechón de mi cabello y lo colocaba detrás de mi oreja.
—Tal vez, suele visitarme de vez en cuando, y cuando vea mi residencia abandonada comenzara a buscarme. ¿Qué crees que opine de saber que vivo contigo?
—Nunca conocí a tu padre, ahora tengo curiosidad de saber como es.
Ambos soltamos una risa atontada, aún manteniendo nuestras miradas conectadas, con un leve rojo pintado en sus mejillas, y probablemente en las mías también.
—Muichiro yo-
Antes de poder acabar de hablar sentí como juntaba sus labios contra los míos, de manera imprevista, cerré los ojos aún confundida "dejándome llevar", sentía como se movía delicadamente, de manera torpe al igual que yo, pero eso no le quitaba lo tierno del momentos, solo duro unos segundos que parecían ser mágicos, cuando se separo de mi me miro con una pequeña sonrisa traviesa, soltando una risilla al final.
—Diría perdón pero quería hacerlo desde hace mucho, fue algo así como un impulso.— dijo mientras rascaba su mejilla, su sonrojo se había vuelto más fuerte, además de que tenía un tono algo tímido.
—Supongo que esta bien, no fue tan malo.— respondí sonriendo inevitablemente.
—¿Puedo hacerlo otra vez?— preguntó desviando la mirada.
Sentí como el calor de mis mejillas aumentaba y asentí. —Creo... que las veces que quieras, Muichiro.
Muichiro agarró mis mejillas entre sus manos, sonriéndome tiernamente. Volviendo a depositar un suave beso entre mis labios, algo corto. Sus mejillas aún mantenían un lindo tono rosa.
—Yo... realmente no soy bueno en esto.— susurró nervioso, mirándome. —Pero... una persona me ayudo a entender mis verdaderos sentimientos por ti _____.
Solté una risa al mirarlo tan avergonzado. Solo se mostraba así cuando estábamos solos y me parecía un detalle bonito.
—¿Tanjiro? ¿Kanroji-san?
—E-eso no importa ahora. Yo quiero salir contigo ahora, quiero tener algo más serio que una amistad.... si... si sabes a lo que me refiero.
Sonreí y agarre sus manos, que temblaban un poco. Me puse de puntillas y le di un corto beso en los labios. Asintiendo al separarme.
—Yo me siento igual Muichiro, lamento haberme tardado en darme cuenta sobre lo que sentía por ti. Te amo.
Su rostro se tiño completamente de rojo, comenzó a balbucear tratando de buscar palabras correctas, era lindo que hiciera eso cada vez que se ponía nervioso.
—Y-yo también, te amo...
—Ew, en fin, 25 capítulos para un beso HSHSHSH, lo más triste es que esto solo dura 4 capítulos más, o menos, disfrútenlos que luego viene el desmadre 🙀
También pido perd0n por cambiar las portadas cada dos semanas aay.
Cuidense mucho y tomen agua sisi.