Maratón 2/3.
Noan.
Llegó a Italia cuando está oscureciendo, una vez que bajo de mi jet simplemente subo a uno de los autos que me esperan aquí y sin esperar más nos dirigimos a la bodega en donde vería a Morelli.
Llegó unos minutos después, bajo del auto, minutos después un lamborghini llega, sabía de quien era.
-Raffael Morelli- hablo mientras veo al pelinegro de ojos azules acercarse.
-Noan Salvatore- responde mientras estrecha su mano con la mía, tenía ya un buen tiempo que no lo veía.
Sonrío y comienzo a caminar mientras le pido que me siga, mis hombres ya se habían encargado de que todo estuviera preparado y listo solamente para entregar.
-creí que esta entrega se había hecho la semana pasada- escucho hablar a Giovanni, el menor de los Morelli.
-debía de ser así- respondo recordando que tuve que cancelar la entrega- pero tuve un contratiempo, tuve que ir a Londres a controlar al estúpido de mi hermano, ya saben- llegamos hasta unas cajas de madera supervisadas por distintos hombres- mi padre apenas le da un poco de poder y hace cagadas y medias.
Comienzo a abrir las cajas aquí, estas tenían en su interior armas, lo que realmente importaba.
-armas de primera calidad- hablo mientras saco una y se la extiendo al italiano frente a mí- los franceses siempre entregamos lo mejor- los hermanos Morelli comienzan a examinarlas con determinación.
Después revisamos las demás cajas hasta que terminamos con todas aquí.
-Giorgio- Raffael habla hacia su hombre de confianza quien llega de inmediato- asegúrate de que sean transportadas a la bodega.
El hombre asiente y después se va dando indicaciones a los hombres que trabajan para los italianos.
-esto es para ti- Raffael llama mi atención mientras saca un maletín y me lo extiende, lo acepto para después abrirlo y mirar los fajos de billetes dentro de este.
-perfecto- hablo cerrandolo y dándoselo a Charles- siempre un placer hacer trato con los italianos.
Comenzamos a caminar hacia la salida.
-¿te vas hoy?- pregunta Raffael una vez que llegamos a donde se encuentran nuestros autos.
-tenía pensado quedarme algunos días a disfrutar de Italia- respondo, había pensado en eso solo si Aline venía conmigo pero no fue así- pero tengo algunos pendientes en Francia que arreglar y ahora también tengo que ocuparme del idiota de mi hermano, el cabrón consiguió su libertad y está dando de que hablar- saco un cigarrillo y comienzo a fumarlo- Max no se quedará quieto, tendré que intervenir- finalizó.
-no entiendo porque los hermanos siempre nos causan dolores de cabeza- responde él colocándose su chaqueta.
-son unos cabrones- coincide.
-deberías de ir a mi club- habla mientras Giorgio abre la puerta del auto para él.
-lo pensaré- respondo mientras nos despedimos y solo nos vamos cada uno en sus respectivos autos.
♡
Me había quedado un poco más de lo pensado en Italia, habia arreglado algunas cagadas que también había hecho Max aquí y ahora mismo estaba a punto de regresar a Francia.
Saco mi celular y antes de subir al jet marco el número de Aline pero esta no responde, lo intento de nuevo y tampoco lo hace, sabía que tal vez estas no eran horas de llamar, así que entonces subí al jet, la llamaría al llegar a Francia.
♡
No responde de nuevo, no quería preocuparme, no debía de preocuparme, eso es lo que menos debía de hacer, subo a mi deportivo y comienzo a conducir hasta la mansión de su familia a la cual llego después de unos minutos.
Bajo del auto y comienzo a caminar a la entrada de esta, antes de que pueda tocar el timbre, una mujer abre la puerta, estaba a punto de salir.
-buenos días- saluda- ¿buscaba a alguien?
-buenos días- respondo- busco a Aline.
De repente su rostro hace una mueca.
-la señorita Aline dejó la mansión ayer- responde- se ha ido.
Eso me cae como un balde de agua fría.
-¿sabe a donde se ha ido?- aquella mujer mira dentro de la mansión y después mira por afuera también, como si estuviera vigilando que nadie nos vea. Hasta que finalmente habla dándome la dirección de aquel lugar, agradezco y comienzo a conducir hasta donde me ha dicho.
Es un edificio, lo reconocía aunque nunca había venido aquí. Entro a lo que parece ser la recepción y me acerco a una de las chicas aquí.
-buenos días- hablo y sube su mirada para mirarme, veo como sus ojos se abren un poco y un poco de rojo tiñe sus mejillas- ¿podría decirme cual es el departamento donde se encuentra Aline Vial por favor?
Asiente de inmediato y solo baja la mirada a la portátil aquí, una vez que teclea vuelve a mirarme para hablar.
-piso cinco, habitación catorce- agradezco y voy hasta el elevador para marcar el piso que me ha indicado, una vez aquí busco la habitación y cuando estoy frente a esta comienzo a tocar el timbre con desesperación, Aline iba a matarme ya que apenas estaba amaneciendo pero sería un riego dispuesto a tomar.
La puerta se abre lentamente y la veo de pie ahí.
-bonito departamento- hablo mientras la miro fijamente- hubiese sido mejor si me hubieras avisado que te habías salido de tu casa- continúo aún con mi mirada en ella, solo llevaba su pijama puesta.
-buenos días para ti también- habla, quiero sonreír al escuchar su voz ronca y adormilada pero sólo aprieto mis labios lo suficiente para que no se me escape aquella sonrisa que amenaza en mis labios, ella abre la puerta por completo y se hace un lado para dejarme pasar, una vez que estoy completamente adentro escucho como cierra la misma puerta.
-estuve llamándote- comienzo- antes de dejar Italia lo hice, cuando llegue a Francia lo hice también y en ningún momento respondiste mis llamadas- vuelvo a mirarla, se queda pensativa algunos segundos hasta que regresa a la realidad dando su respuesta.
-mi celular se quedó sin pila- responde.
-existen los cargadores- respondo de inmediato.
-lo sé- responde- olvide ponerlo a cargar- explica, su mirada azul no deja la mía ni un solo segundo.
-luego, voy a casa de tu familia y una de las empleadas me dice que te fuiste- continúo- que te llevaste todas tus cosas y te fuiste- recuerdo- ¿sabes lo estúpido que me sentí al no tener ni puta idea de donde estabas y aún más de que no contestabas mis llamadas?
-pensaba decírtelo- se adelanta interrumpiendo- solo que lo olvide.
Mi ángel siempre sería así. No olvidaba la cabeza solo porque la tenía pegada.
-¿hay algo que no olvides?- pregunto cruzandome de brazos intentando lucir serio.
-no lo sé- responde después de unos segundos- posiblemente también lo olvide.
Su respuesta me hace sonreír y finalmente lo hago, ella siempre encontraría la manera en hacerme sonreír o reír. Veo como lleva su mirada a uno de los relojes aquí y me preparo para lo que viene.
-Noan- comienza con cierta advertencia- no son ni las siete de la mañana- mi rostro se llena de burla mirándola- estás robando mis horas de sueño.
Sin esperar más me acerco para tomarla entre mis brazos, ríe un poco con esta acción.
-siendo así- comienzo- vayamos a la cama, estoy cansado- respondo y la veo elevar una de sus cejas.
-¿estás cansado?- pregunta- ¿tan cansado como para hacer a un lado mi recibimiento hacia ti?- soy yo quien eleva una ceja ahora.
-vaya- hablo comenzando a caminar hacia donde ella me indica que se encuentra la habitación, aún está entre mis brazos- el cansancio se ha ido.
Ríe y después de unos segundos lo hago también hasta que nuestras risas son silenciadas por la unión de sus labios con los míos. Llegamos a la habitación y la bajo lentamente dejando que sus pies toquen el piso, mis manos comienzan a descender por su cuerpo hasta que llegan a las tiras de su bata de seda, deshago el nudo en estas y comienzo a quitarla de su cuerpo dejándola solamente con su pequeño vestido para dormir, sus manos se enredan en mi cabello tirando suavemente de él para acercarme más a su cuerpo, nuestras lenguas pelean en aquel beso que deja de ser suave y meloso para volverse en un beso pasional y rudo, siento como mi miembro comienza a palpitar bajo la tela de mi pantalón como respuesta a la excitación que esta mujer causa en mí, lo diría mil veces, pertenezco a ella, solo ella logra hacerme sentir de mil maneras diferentes.
Mis manos bajan a sus glúteos en donde doy un ligero apretón acercándola a mí, sus labios sueltan un jadeo aún con su boca sobre la mía y aquel sonido termina de ponerme duro, nos alejamos un poco y mis ojos van hasta sus labios, están ligeramente rojos como respuesta al beso que rompimos.
Quiero acercarme de nuevo a ella y tomar sus labios de nuevo pero me lo impide colocando una de sus manos en mi pecho, elevo una ceja.
-hoy quiero darte placer a ti- su voz es ronca y cargada de sensualidad.
-siempre me lo das, bella- respondo de inmediato, sonríe y me obliga a sentar en la cama a lo cual obedezco de inmediato mientras queda frente a mí, veo todos y cada uno de sus movimientos, comienza a bajar lentamente hasta que queda de rodillas frente a mí y sus manos se apoyan en mis muslos, sus ojos no dejan los míos ni un solo segundo y entonces comienza a subir sus manos sin dejar mi cuerpo, su toque es eléctrico y crea una sensación de satisfacción pura, sus dedos llegan hasta mi cremallera y comienza a bajar esta hasta que deja completamente expuesto mi pene completamente erecto y esperando por ella, lo miro mientras sus dedos comienzan a tocarme suavemente haciendo que mis puños se cierren sobre la cama, llega hasta la punta de este haciendo un círculo y después vuelve a bajar su mano lentamente hasta llegar a la base dando un apretón consigo, cierro mis ojos ante aquel majestuoso tacto.
Abro mis ojos lentamente y la miro, comienza a inclinarse hasta que siento algo cálido y húmedo rozando conmigo, su lengua comienza a lamer mi miembro lentamente y una vez que llega al inicio de este se lo mete por completo a su boca mientras comienza a deslizarse hacia abajo introduciendo por completo mi pene en su boca, comienza a hacerme sexo oral como solamente ella sabe hacerlo, comienza a bajar y subir lentamente para después ir incrementando sus movimientos, no puedo evitar soltar algunos gemidos en cada puto movimiento que hace no puedo evitar mostrarle lo excitado que me tiene o lo mucho que me encanta, bajo mi cabeza hacia ella y su mirada coincide con la mía así que sin evitarlo llevo una de mis manos tomando su cabello alrededor de mi mano y comenzando a marcar un ritmo al cual ella se adapta de inmediato, mi otra mano descansa a palma abierta sobre la cama mientras que la otra se encuentra tomando su cabello, echo mi cabeza hacia atrás cerrando mis ojos y dejándome llevar por completo, siento como estoy a punto de llegar a un orgasmo, no quiero terminar aún, hago que se detenga y así lo hace mirándome curiosa aunque imaginando también lo que se acerca.
-ven aquí- hablo, sonríe poniéndose de pie y acomodandose de inmediato sobre mi, cada una de sus piernas se aprieta a mi torso mientras que llevo una de mis manos hasta su feminidad, sonrío al sentir lo mojada que está, comienzo a acariciarla lentamente y es ella quien cierra ahora sus ojos con lentitud- estás tan mojada, bella- mis dedos aprietan un poco su clítoris y en respuesta da un pequeño respingo soltando también un gemido, un gemido que me hace sonreír- me encanta saber que soy yo quien te hace poner de esta manera- comienzo mientras entierra su cabeza en mi cuello y mis dedos comienzan a entrar y salir de ella, uno de sus brazos se enreda sobre mi cuello mientras que con su otra mano se sostiene de mi brazo- y me alegra aún más saber que siempre seré yo quien te haga enloquecer, amour.
Sus caderas comienzan a moverse de arriba a abajo en busca de mis dedos que se pierden en su interior, sus gemidos son soltados en mi oído y aquel sonido me hace enloquecer, su agarre en mi cuerpo es firme.
-Noan- suelta en un ronco jadeo.
-¿qué pasó mi bella?- pregunto, se detiene lentamente y comienza a recomponerse.
-ya no puedo más- sus ojos están llenos por completo de placer y deseo- te quiero dentro de mí.
Sonrío mientras retiro lentamente mis dedos de ella y comienzo a subir mi mano, sonríe cuando entiende y lleva mis dedos que estaban dentro de ella a su boca mientras los lame lentamente, mientras la miro hacer esto puedo sentir como su mano libre toma mi pene y comienza a moverse haciendo que este quedé en la entrada de su feminidad para después comenzar a deslizarse lentamente a través de mí, ambos soltamos un gemido cuando se mete mi pene por completo, comienza a moverse de manera lenta, de arriba a abajo, en círculos, cada uno de sus movimientos hace que ambos nos perdamos en el otro, mis manos se entierran en su cintura y ayudo a que se deslice en mi, poco a poco cada movimiento va volviéndose más rápido, duro y penetrante, puedo sentir como su alrededor se contrae contra mi miembro, puedo sentir como su liberación llegará en cada momento y así sucede, segundos después, ella llega a un orgasmo que la hace temblar por completo sobre mí pero aún así continúa moviéndose hasta que mis dedos se entierran en su piel y siento como mi semen se libera dentro de ella, ambos habíamos llegado a nuestro máximo nivel de placer, se desploma en mis brazos y solo la abrazo a mí aún sin salir de su interior.
-te amo más de lo que puedas imaginar- escucho su voz, es un susurro cansado y ronco, su pecho se mueve de manera descontrolada intentando recuperarse, al igual que yo.
-yo te amo aún mucho más, bella- respondo, siento como sonríe sobre mi cuello, comienzo a moverla lentamente haciéndome salir de su interior, se ha quedado dormida en mis brazos, sonrío un poco antes de acostarla en la cama, minutos después de quitarme mi ropa y quedar solamente en boxer me meto a la cama junto a ella atrayendola a mi pecho para después de unos segundos quedarme dormido también.