Gluttony 🧁 Kanato Sakamaki 🐍🔞

🧁 12

Kanato estaba sentado en la isla de la cocina, sujetando a Teddy contra su pecho; ladeó la cabeza a un lado con expresión aburrida, viendo a Yui moverse de un lado a otro en la cocina.

– Apresúrate, Yui-san.

– L-Lo hago lo más rápido que puedo...

– Hazlo más rápido. Eres muy lenta.

– Espera, debo limpiar también, o Reiji-san se molestará después.

– No me importa Reiji. Quiero mi pastel.

La humana suspiró y trató de apresurarse, antes de que aquel vampiro perdiese la poca paciencia que tenía y se pusiera violento con ella.

Tn iba por la mansión dando saltitos, los que provocaban que su falda y coletas brincaran con ella, llevaba una paleta en su boca y a Thiery en sus brazos. Buscaba a Kanato hace unos minutos, desde que terminó de ducharse y se alistó. Pensó en ir a la cocina, tal vez lo vería ahí comiendo alguna cosa dulce, pero al adentrarse su brillante sonrisa se borró.

– ...Kanato-kun –llamó.

El pelilila giró la cabeza, y al ver a su novia una sonrisa se formó en sus labios.

– Ah, Doll-chan~ Ven, siéntate conmigo. Yui-san nos está preparando un pastel.

– ¿Ah, si?

– Sí. Aunque es demasiado lenta –se burló.

– ...Bien.

La demoníaca joven se acercó a la isla de la cocina y se sentó junto a su novio, acomodando a su peluche en su regazo.

– Kanato-kun –llamó.

Los tres giraron las cabezas, viendo a Laito de pie en el umbral.

– Reiji te llama.

– ...Qué fastidio –miró a su novia.– Regreso enseguida, así comemos nuestro pastel, Doll-chan –sonrió.

– Está bien –sonrió.

Kanato bajó de aquel alto banquillo y comenzó a caminar, con Teddy en sus brazos. Cuando él desapareció de la vista de su novia, ella giró hacia aquella humana.

– Yui –llamó.

– ¿Si? –giró, mirándola.

– Tú...No sientes nada por Kanato-kun, ¿Verdad?

– ...Me agrada.

– ¿Sólo eso?

– ¿P-Por qué preguntas?

– Yo hago las preguntas, tú responde.

– E-Está bien.

– Contesta.

– ...Kanato-kun es tu novio, ¿Verdad, Tn-san? Hacen bonita pareja –sonrió.– Kanato-kun me agrada, pero sólo eso. No me metería con alguien que tiene pareja.

– Eso espero. Porque... –atrajo un cuchillo y lo sujetó en el aire, sorprendiendo a la rubia.– ...me molestaría mucho que tratasen de robarme a Kanato-kun –ladeó la cabeza a un lado, jugando con el filo de este.– Sería capaz de arrancarle los ojos a quien vea a Kanato-kun como yo lo veo, de arrancarle la lengua para que no le hable a Kanato-kun, de romper su cuerpo para que no pueda ser parte de su bonita colección de muñecas, y de destrozar su alma para que ni sus vestigios puedas si quiera acercarse a Kanato-kun –clavó el cuchillo en la mesa, bastante profundo, sobresaltando a aquella humana.– ¿Me comprendes, Yui?

– S-Sí...Lo e-entiendo... –murmuró asustada.

– Qué bueno. Espero no tener que repetirlo de nuevo –sonrió.– Se te quemará el pastel –señaló al horno.

– ¡Ah!

Yui giró rápidamente, tomando algún trapo para apagar el horno y poder sacar los recipientes con bizcochuelo.

[Madrugada]

Todos llegaron finalmente de la escuela y se separaron, yendo cada uno a hacer sus cosas o dedicarse a sus ociosas actividades. Kanato tomó la mano de su bonita novia y comenzó a correr hacia su cuarto, llevándola consigo.

[Cuarto de Kanato]

– ¡Doll-chan, tengamos una fiesta de té! –sonrió.

– ¡Oh! Me encantaría, Kanato-kun –sonrió.

– Podemos comer muchos pasteles y galletas.

– Sí, sí –asintió con entusiasmo.– Pero...Kanato-kun...

– ¿Uhm?

– ¿Mi vestido de novia está listo? –sonrió.– Me encantaría tener una fiesta de té contigo usándolo.

– Estará listo pronto –sonrió.– Y te verás hermosa, Doll-chan.

– ¡Genial! –rió.

Tn dejó a su conejo de peluche en el sofá, se quitó el abrigo de su uniforme y lo dejó en él también, sacó una paleta del bolsillo de este, se acercó a la cama y se recostó en ella, quitó la envoltura de la paleta y comenzó a lamerla. Kanato ladeó la cabeza a un lado, sintiendo cierta ansiedad dentro de sí, algo que lo había estado incomodado durante toda la tarde y noche; frunció el ceño y volteó la mirada hacia la ventana, viendo la resplandeciente luna llena, comprendiendo el motivo de su incomodidad.

– Doll-chan... –llamó.

– ¿Uh?

La joven iba a incorporarse, cuando el vampiro apareció sore ella, acorralándola contra el colchón.

– ¿Kanato-kun...?

– Hay luna llena.

– ...Entiendo –sonrió, dándole una lamida a su paleta en forma de corazón.– Podemos jugar si quieres, Kanato-kun. Si de verdad lo necesitas.

– Por eso me gustas mucho, Doll-chan. Me entiendes perfectamente...Eres la muñeca más perfecta de todas...

El pelilila acortó la distancia, besando a su hermosa novia. Se separó un poco de ella tras largos segundos, tomó el listón el su cuello y lo desarmó, lo dejó a un lado y comenzó a desabotonar su camisa, dejando de a poco sus pechos expuestos, cubiertos por aquella bonita lencería de encaje color rosa pastel.

– Me gusta tu piel –acarició su cuello y clavícula.– Es pálida, suave y bonita...

– Gracias –sonrió.

El chico rió y le levantó el brasier, para que sus pechos queden libres, metió sus manos bajo su falda, tomó los bordes de sus bragas y las bajó, quitándoselas y dejándolas caer al suelo. Se quitó la chaqueta de su uniforme, dejándola caer, desabotonó su chaleco y luego su camisa, desabrochó sus pantalones y los bajó junto a sus boxers.

– Doll-chan... –se acomodó entre sus piernas.– Voy a ensuciarte –sonrió.

Tomó a su novia por la cintura con firmeza, mientras ella seguía lamiendo aquella roja paleta, y entró en ella de una sola vez. La joven soltó un jadeo de sorpresa al sentir toda aquella erección completa dentro de ella, y rió, volviendo a lamer aquella paleta corazón.

– Me gustas mucho, Kanato-kun...

– ...Y tú me gustas mucho a mí, Doll-chan.

Kanato se acomodó, acorralando el delgado cuerpo de su novia contra el colchón, y comenzó a mover las caderas de adelante hacia atrás, entrando y saliendo de ella, y soltando pequeños gemidos y gruñidos al hacerlo. Tn gemía y jadeaba ante los movimientos, lamiendo ocasionalmente ese rojizo dulce empalado y aferrándose a las sábanas con la otra mano mientras se retorcía un poco del placer.

– Ka-Kanato-kun~ Me gustas tanto~

– Me gustas mucho también, Doll-chan~ –rió.– Tanto que te mataría y te convertiría para volverte una de mis muñecas...Ngh. Pero...no puedes morir...

– Por desgracia –rió.