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Aquella noche tenían su cena especial. Todos los hermanos Sakamaki tomaron asiento a la mesa para comenzar a comer, junto a sus dos invitadas: Tn y Yui; estaba todo en silencio, sólo se oía el sonido de los tenedores y cuchillos chocar contra los platos de cerámica. Tn observó la comida en los platos que tenía delante, ladeó la cabeza y tomó un poco para probar; frunció el ceño.

– Está amargo.

– ¿Ah?

Todos la miraron con algo de curiosidad.

– Esto está amargo. Quiero algo dulce.

– Debes cenar lo que-

– Quiero algo dulce –repitió.

– No hagas berrinches. Si querías comer algo dulce, podrías haber avisado antes de servir la cena.

– Cálmate, Little Bitch-chan –rió.

Tn frunció el ceño, se levantó y colocó las manos sobre la mesa de un golpe, mientras hinchaba las mejillas y sus ojos se cristalizaban.

– Tn, siéntate, por favor –ordenó Reiji.

La joven tomó aire y pegó un grito, aturdiendo a todos.

– ¡Cállate, maldita sea!

– ¡Reiji, hazla callar!

Ayato se levantó, se colocó tras la pequeña y le tapó la boca. Todos suspiraron al tener silencio por fin, y exclamaron sorpresa al ver cómo la comida sobre la mesa estaba ahora podrida.

– ¿Qué...?

– ¿Qué pasó? –tomó un poco de sopa y la olió.– Ugh. Huele horrible.

– Este tomate parece como si hubiese estado al sol por una semana...

– ¿Qué mierda...?

– Mi comida está bien –dijo Kanato.

– Sí, por lo visto sólo la comida de Kanato no se afectó...

Todas las miradas se posaron en la joven de cabello rosa. Ella quitó las manos del pelirrojo de su boca y lo empujó con brusquedad.

– ¡No me toques, cabeza de tomate! –se cruzó de brazos.– Hmph.

– ¡¿Ahhh?! ¡¿Cómo te atreves a hablarle así a Ore-sama?! ¡Vas a ver!

El pelirrojo dio un paso hacia la joven, pero al hacerlo un enjambre de moscas ingresó a la sala y lo rodeó.

– ¡Ahh! ¡Quítenmelas!

– Tn, cálmate –la miró.– Pediré que te traigan algo dulce, pero detente.

– ¿Dulce...? –murmuró, mirándolo.

– Sí, pero sólo si te calmas.

– ...

La joven se dejó caer en la silla, calmándose; las moscas desaparecieron, dejando a Ayato peleando con el aire, y la comida volvió a su estado original.

– ¿Q-Qué...?

– ¿Cómo es que...?

– No comeré esto –empujó el plato.

– No les hará nada, idiotas.

– Es hija de Beelzebub, por eso debe tener el poder de controlar la comida y las moscas –acomodó sus lentes.

El mayordomo tomó uno de los platos de la joven de cabello rosa, el cual ella había rechazado, y se lo llevó; luego regresó y le sirvió un postre. Ella sonrió y comenzó a comer, como si nada hubiese pasado.

Gluttony 🧁 Kanato Sakamaki 🐍🔞Where stories live. Discover now