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– ¡Vamos, Kanato-kun! ¡Será divertido! –gritó entusiasmada, tirando de la mano de su novio.

– ¡E-Espera, Doll-chan! ¡Corres muy rápido! –dijo él, apenas pudiendo seguirle el paso.

Tn había convencido a su novio de ir al parque de atracciones que había llegado a la ciudad, pues amaba los carruseles y tenía muchas ganas de ir. Ahora corría por aquel lugar, y a cada paso que daba la falda de su vestido y sus altas coletas brincaban con ella, sujetando con una mano la mano de su novio y con la otra a su conejo de peluche contra su pecho. Se detuvo por fin, al estar ya en la puerta para subir al carrusel.
Kanato suspiró, agotado, y miró a su novia; quería regañarla por hacerlo correr tanto, pero al verla tan emocionada declinó de ello y sólo le sonrió. Al mirar hacia adelante vio aquella atracción que tanto le emocionaba a su muñeca, esa enorme plataforma rotatoria con filas de caballos de plástico sujetos por tubos, blanco y con detalles en bonitos colores pasteles, iluminado por luces blancas y algunas de colores.

El hombre en la entrada recibió sus boletos y los dejó pasar, y ambos se subieron a aquel carrusel; esperaron unos minutos y, de pronto, el juego comenzó a moverse, con la música de carnaval sonando de fondo.

– Ohh...Esto es divertido, Doll-chan –sonrió.

– ¡¿Verdad?! –lo miró, ampliando su sonrisa.– Por eso me encantan –rió.

– Doll-chan, compremos dulces después.

– ¡Sí! ¡Thiery dice que compremos de todos los que haya!

– ¡Oh! Es lo que Teddy iba a decir –rió.

La hermosa joven se balanceaba de un lado a otro, disfrutando del movimiento del carrusel que giraba y del caballo de plástico que subía y bajaba, soltando pequeñas risitas. El vampiro veía a su novia con una sonrisa, parecía una niña, y las luces de colores que la iluminaban la hacían brillar; era la muñeca perfecta ante sus ojos, a quien por desgracia no podía matar para tenerla eternamente, pero que sabía que aun así ella se quedaría con él...eternamente.

[Más tarde]

[Mansión Sakamaki]

Tn y Kanato entraron a la mansión, acababan de volver del parque de atracciones el cual había cerrado pocos minutos atrás.

– Fue divertido, ¿Verdad, Kanato-kun?

– Sí –sonrió.– Teddy dice que le divirtió mucho el carrusel, ¿Nee, Teddy?

– Thiery dice que le encantaría volver a ir con Kanato-kun y Teddy.

– A Teddy y mí también nos encantaría ir con ustedes, Doll-chan –rió.

– Tn –llamó alguien.

Ambos giraron, viendo a Reiji a unos metros.

– Reiji-san...

– ¿Qué quieres? –preguntó brusco, colocando a su novia tras él.

– Tn, tienes una llamada.

– ¿Llamada?

– De...esa persona.

– ...Oh, el señor Sakamaki.

– ¿Qué quiere él con Doll-chan?

– Tranquilo, Kanato-kun –lo miró.– Debe ser algún asunto sobre mi padre. Quizá retrase más su regreso.

– ...Está bien. Pero iré contigo, no te dejaré sola con Reiji.

– De acuerdo.

Reiji comenzó a caminar, con aquellos dos menores siguiéndolo. Entraron a una de las salas y él tomó el teléfono, entregándoselo a la joven; cuando ella lo tomó, se teletransportó a otro lado. Tn acercó la bocina del teléfono a su rostro y habló:

– ¿Señor Sakamaki...? ...Sí... ¿Mi padre? ... ¿Cuándo? ...Ya veo...Todo bien, sí...Entendido...Gracias. Buenas noches, señor Sakamaki –colgó.

– ¿Qué quería?

– ...Era sobre mi padre –giró, mirándolo.– El señor Sakamaki dijo que mi padre regresará pasado mañana.

– ¿Y eso qué?

– Que...cuando él regrese...vendrá por mí.

– ¡¿Qué?!

– Quiero decir que me iré en dos días, Kanato-kun.

– ¡No puedes irte! –se acercó a ella, tomándola de la muñeca con brusquedad.– ¡Eres mi muñeca, debes quedarte conmigo para siempre porque me perteneces! ¡No te dejaré irte!

– Pero-

El pelilila levantó una mano y le dio una bofetada.

– Kanato-kun.

– ¡Cállate! ¡No te dejaré irte!

Se abalanzó sobre ella, provocando que ambos cayesen al suelo; frunció más el ceño y sujetó a su novia por el cuello, apretándolo. Al ver que ella no reaccionaba, apretó más fuerte.

– ¡¿Por qué no reaccionas?! –gritó irritado.

– K-Kanato-kun...no puedo morir...

– ¡Entonces destrozaré tu alma!

– No tengo una...Soy un demonio.

– ¡Deja de contradecirme! –gritó, mientras sus ojos se cristalizaban.– No me abandones...Doll-chan.

Kanato sollozó, soltó el cuello de la joven y se dejó caer sobre ella, ocultando su rostro en el hueco entre su cuello y su hombro, y rompiendo en llanto.

– No me dejes...Doll-chan...No quiero...que me abandones...tú también... –sollozó.

– ...Kanato-kun... –murmuró.

Tn tragó saliva, levantó un poco sus brazos y abrazó a su novio, tratando de consolarlo. Tampoco quería irse, le divertía mucho estar con él, pero, para desgracia de ambos, la última palabra la tenía su padre.

– Kanato-kun...

– ¿Uh?

– Hablaré con mi padre.

– ¿Ah?

El vampiro se incorporó un poco, para poder ver a su novia.

– No sé si pueda cambiar su opinión, pero...hablaré con él.

– ¿D-De verdad?

– Sí –sonrió, secando sus lágrimas.– No te abandonaré, Kanato-kun. Me gustas mucho –sonrió.

– T-También me gustas mucho, Doll-chan –sonrió.– Y no quiero que me abandones.

– Tampoco quiero hacerlo...

Ambos se dedicaron dulces sonrisas, y él acortó la poca distancia entre sus rostros para besarla; ella correspondió, pasando sus brazos sobre sus hombros para abrazarlo por el cuello. Se separaron poco después, para poder verse.

– Sólo me necesitas a mí, ¿Verdad, Doll-chan?

– A ti y a Thiery...

– Entonces vamos a hundir el mundo en tinieblas, Doll-chan –se acercó a su cuello.– Sólo me necesitas a mí...

Kanato abrió un poco la boca y mordió el cuello de novia, clavando sus afilados colmillos en su suave y tersa piel, impregnando sus fosas nasales con el aroma a dulces que ella desprendía y el de la sangre que comenzaba a salir para que pudiese beber.

Gluttony 🧁 Kanato Sakamaki 🐍🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora