Brujo

XXV.- Marca

La pareja se iría a Nueva York por su luna de miel, Stiles quería conocer el lugar donde Derek había vivido muchos años además de que el castaño no había viajado mucho porque a pesar de que tenía misiones por todo el mundo, no tenía precisamente el tiempo para visitar cada lugar al que iba.

En cuanto llegaron a la ciudad Derek llevó a su ahora esposo al departamento que tenía, lo había conservado por emergencia, no sabía cuando lo necesitaría.

- ¿Qué quieres hacer hoy? – le preguntó Derek mientras guardaba la ropa de los dos en el armario

- Mmm... - el castaño se acercó a Derek esbozando una sonrisa traviesa – Me gustaría pasar el día aquí con mi amado esposo

Derek esbozó una sonrisa dejando todo lo que estaba haciendo para rodear con sus brazos la cintura del castaño.

- Esa idea me gusta bastante señor Hale – le dijo Derek besando los labios del menor

Los besos pasaron de ser dulces a más apasionados, sus manos eran imposibles de controlar, recorrían sus cuerpos sin parar. Suaves caricias que sentían que quemaban su cuerpo, los gritos de placer inundaron la habitación hasta que llegaron al final donde una hermosa marca adornaba para siempre el pálido cuello del híbrido.

El castaño se encontraba sobre el pecho de su esposo dormido a la mañana siguiente, Derek despertó primero quedando encantado con esa mata castaño sobre él. Él no sabía que había hecho para poder despertar con la calidez del castaño, quien ahora era su esposo y siempre será el amor de su vida.

- Sabes que eres un poco acosador – le dijo Stiles removiéndose un poco logrando que el otro riera divertido

- Buenos días para ti también

Stiles levantó la cabeza dejando un suave beso sobre los labios del mayor disfrutando de la calidez que le daba el lobo.

- Por cierto amo tu marca – dijo Derek acariciando el cuello del otro con ternura donde se encontraba la marca que había hecho la noche anterior

- Amo tenerla, por cierto si sabes que hay una alta posibilidad de que haya quedado en cinta ¿verdad? – le preguntó el castaño tomando por sorpresa al alfa

- Había olvidado ese detalle por completo pero no importa, siempre he querido formar una familia contigo – le dijo frotando su nariz con la de Stiles

- Te amo lobo tonto

- Yo también te amo

Las siguientes semanas estuvieron recorriendo toda la ciudad y disfrutando de su compañía pero debían de volver en algún momento así que después de estar en Nueva York tres semanas estaban volviendo a Beacon Hills.

Cuando llegaron a la mansión Stiles solo pudo negar con la cabeza, parecía que un tornado había pasado por ahí.

- No voy a preguntar – dijo Stiles yendo a sus habitaciones con Derek detrás tratando de ignorar todo el desorden y a los dos pequeños cubiertos de harina y otras cosas que se veían bastante pegajosas

- Creo que este lugar no puede durar ni unos días sin ti – le dijo Derek divertido

- Me imagino que Peter no ha venido en estos días y por eso no hay nada de orden, ese viejo

Stiles estuvo horas regañando a todos los de la casa, los lobos parecían bajar su cabeza con pena y lagrimeaban como buenos cachorros pero ni eso los salvo de la molestia del castaño.

Los días volvieron a la normalidad con la pareja de nuevo en casa, todos estaban tranquilos. Stiles había vuelto al trabajo y ahora se la pasaba en la sede del pueblo viendo los entrenamientos de los nuevos reclutas y asignando misiones. Derek de vez en cuando lo sorprendía ahí pero quienes más visitaban al castaño en su trabajo eran Gabriel y los gemelos, todos en el lugar amaban a los pequeños y los consentían sin que su jefe se enterara.

Al tercer mes que regresaron empezaron a pasar cosas extrañas o eso pensaban la mayoría, cada mañana Stiles corría al baño a devolver todo lo que tenía en su estomago además de que comía demasiado, al principio pensaron que estaba enfermo pero conforme las semanas pasaban y nada cambiaba lo descartaron por completo.

Stiles se encontraba entrando a la mansión con una gran sonrisa en sus manos tenía los resultados de los análisis que Derek y los demás le habían obligado a hacer.

- ¿Y bien? – preguntó Alec acercándose a su hermano

- Vas a ser tío – le dijo Stiles esbozando una gran sonrisa sintiendo como unos brazos lo rodeaban por la espalda

- ¡Vamos a ser papás! – exclamó Derek realmente feliz

--------------------------------------------------------------------------------------------

Después de meses de espera y tortura para todos en la manada Hale-Stilinski, al fin el castaño se encontraba dando a luz así que su gritos se escuchaban por toda la mansión y la mano de Derek era la que sufría las consecuencias.

El llanto de un bebé se escuchó en todo el lugar.

Gabriel se acercó a Stiles entregándole un pequeño bulto, era su hijo, su pequeño.

- Es hermoso – dijo Stiles dejando un suave beso en la frente del pequeño

- Bienvenido al mundo Noah Hale – le dijo el alfa abrazando a Stiles mientras acariciaba la mejilla de su hijo – Gracias por darme una familia mi hiperactivo castaño

- Te amo Derek y también amo a nuestro pequeño Noah

- Los amo

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Lamento decirles que este es el último capítulo de esta historia, aún falta el epílogo.  Espero que hayan disfrutado tanto de la historia como yo al escribirla, gracias por todo su apoyo porque sin ustedes no hubiera podido terminar esta historia y espero que puedan seguir apoyándome con las siguientes historias. 

Gracias.