* Hechos (2) *

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[Continuación de otro cap]

♡ Idea de NellsCoffee uwu ♡


Seguía siendo de madrugada.

El rubio, el bermejo y el azabache de ojos violáceos estaban sentados en el sofá de la casa de los gemelos, estaban ligeramente apartados entre ellos y no se dirigían palabra alguna.

Sí, tenían nervios, tenían miedo. Ya que su supuesta salida romántica encubierta por el de ojos esmeralda se había estropeado después de que el padre de los gemelos entró a la habitación de ellos y no tuviera contexto de lo que habían hecho esos tres. Fue cuestión para que padre e hijo fueran en búsqueda de la parejita después de semejante situación donde "lo atraparon con las manos sobre la masa". Tras encontrarlos, solo bastó con aquella mirada imponente para que absolutamente ninguno dijera nada y solo se dirigieran en camino a casa para "hablar".

Cosa que no se encontraban haciendo porque el padre de ambos intentaba comunicarse -con el número que le dio aquel chico- con algún familiar del azabache para comentarle que se encontraba fuera haciendo quien sabe que cosas con su hijo.

Aunque los tres se intercambiaban miradas demostrando su pavor, intentaban mantener la calma. Flint en ningún momento quiso llamarles la atención o gritarles denotando una sanción por lo ocurrido -frente a su "amigo" claro que no lo haría- podría decirse que era de esos padres que se demostraban calmados y despreocupados ante la visita, pero en cuanto se fuera, era muy probable que esa actitud serena no se mantendría y era evidente el regaño.

Fue cuestión de unos minutos para que tocaran la puerta principal de la casa. El castaño tras abrirla estuvo frente a frente de otro azabache, solo que era de ojos avellana, probablemente de la misma edad de los otros tres.

- V-Venía por Ness... -Dijo sin entrar a la casa, nervioso por aquel imponente adulto, pero no quería que fuese obvio que el también dudaba de lo que hacía.

- Asumo que eres su hermano o primo ¿Cierto? -Cuestionó el mayor.

- A-Algo así -Asintió Ninten.

El mayor se hizo a un lado y el de ojos violáceos se despidió levemente de los gemelos, se despidió con nervios del adulto y salió de aquella casa acompañado del otro azabache. Cuando partieron, aquella puerta fue cerrada; ellos apresuraron el paso y su contrario se quejaba en el camino.

- Tienes suerte que estaba atento a tus estupideces -Reclamó el de ojos avellana- ¡Madrugada Ness! ¡¡MADRUGADA!! ¡¿Sabes que hacen las personas a esas horas?! ¡¡DORMIR!! -Se quejaba- Pero nooo, el príncipe azul quería salir románticamente a ver las estrellas ¡Te dije que no era buena idea!

- Lo lamento ¿Sí? -Se disculpó el mencionado- Podría ser una oportunidad única para un momento así -Explicaba- ¿Tu que hubieras hecho en mi lugar? La única diferencia sería que en vez de Lucas sería Claus ¿Ahora no parece tan mala idea? ¿Eh? -También se quejaba.

- No metas a Clausy en esto, seguramente ya lo molestaste lo suficiente, vi que los tres estaban ahí, no creas que no me di cuenta -Replicó- Solo espero que se encuentre bien... -Suspiró pesadamente.

- Sí... yo también espero eso... -Comentó el de ojos violáceos preocupado y sintiéndose culpable.

Por otro lado, en el momento que el mayor cerró la puerta principal de la casa, se dirigió a sus hijos quienes seguían sentados en aquel sofá expectantes sobre lo que pasaría, sus nervios y miedo solo se fueron incrementando conforme pasaba el tiempo, sabían que habían hecho mal y no les agradaba haber terminado en esa situación.

- Yo... Solo quiero decirles que, no fue correcto lo que hicieron -Comentó Flint dirigiéndose a los gemelos.

Su tono de voz no era amenazante, no era de esos regaños que te hacían sentir horrible, solo era serio y firme en sus palabras, no denotaba enojo o ira, solo seriedad.

- Saben que éstas no son horas para hacer lo que sea que estaban haciendo y creo que lo saben muy bien -Explicaba acercándose y poniéndose a la altura de ellos- Aunque el pueblo es pequeño y confíen en las personas, sigue habiendo la posibilidad de que haya algún peligro, créanme que me sentiría como un pésimo padre si algo malo les llegara a pasar y yo no esté ahí o no sepa donde se encuentren...

Miró a ambos quienes ya no se veían tan nerviosos; sujetó los hombros de ambos con sus manos y prosiguió.

- Cada cosa es en su momento y siempre tendrán tiempo para estar con sus amigos -Aseguraba el castaño y dirigió su vista al menor de ellos- Y quiero que sepan que si necesitan decirme algo, siempre estaré dispuesto a escucharlos.

Entre los tres se dedicaron una leve pero tímida sonrisa, comprendiendo más la situación además del reflexionar un poco. Se abrazaron fraternalmente demostrando su amor familiar, para después de unos segundos, dirigirse a sus respectivas habitaciones a descansar.

El rubio ya conversaría de eso con el azabache y tal como dijo su padre, tendrían que decirle algo más.

Yo solo pensaba | NesscasWhere stories live. Discover now