Capítulo cuatro: "Mentira"

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Cuando llegamos al hotel, Nina de inmediato fue a dejar las cosas a su habitación. Aún pensaba en cómo Zayn tuvo el descaro de mentirme a mí y a mi hermana, a su jodida prometida. Pero la verdad, no tenía que importarme, no era mi asunto.

Fue entonces cuando mi celular me distrajo de mis pensamientos, era un mensaje de texto de un número desconocido, ruedo mis ojos y lo abro: 

"Estoy abajo en la recepción. ¿Vienes a recibirme antes que mate a éstos estúpidos de recepción? - Anne x" 

Sonrío. Salgo de mi habitación y tomo el elevador. Cuando llego a la planta baja cruzo el lobby encontrándome con la recepción y Anne sentada en uno de los sofás con su celular. 

— ¡Anne! — hablo y encontes es cuando me mira y sonríe. Se levanta del sofá y camina hacia mí —. Qué bueno que has venido. 

— Sí, bueno, estaba aburrida y decidí pasar. Igual serán solo un par de minutos ya que mi mamá me pidió hacer unos mandados. 

— ¿Quieres que vaya contigo? No tengo nada qué hacer. 

— ¿En serio no te molesta? — me pregunta. Yo niego con la cabeza —. Bueno, entonces vamos. 

Dice Anne y me arrastra del brazo fuera del hotel. Explicó que no tenía auto y que usualmente ella solía caminar porque prefería hacer eso antes que gastarse en un taxi que salía más de 30 dólares. Primero fuimos al mercado donde Anne compró todo lo que su madre le pidió en una lista y pidió que envíen la compra a domicilio. Cuando terminamos ahí, fuimos un rato a la playa, donde caminamos por la orilla del mar y nos contábamos cosas sobre nosotras. Fue así entonces cuando sonó el celular de Anne. Ella rueda los ojos y después de disculparse conmigo, descuelga la llamada. 

"Hola. Sí mamá. Ya hice que las compras las enviasen a domicilio. Sí. Sí... Ahá.. Mmmhm... Sí.. Okay, en unos minutos estoy ahí. Si. Okay. ¡Que sí! Adiós", fue todo lo que Anne respondió, eran todos monosílabos y no pude evitar reír. 

— Abby lo siento, es que mi madre es una pesada, tengo que irme. Fue divertido. 

— Sí, cuando quieras. De todos modos yo también tengo que volver. Nos vemos — me despido de Anne con un abrazo y yo camino hacia el hotel que era cruzando la playa, literal. 

Mi estómago comenzó a rugir y tenía hambre —otra vez—; al llegar al hotel miré el gran reloj que estaba en la recepción y eran las 16:32 de la tarde, eso significaba que el té estaba servido. Camino rápido al comedor y tras servirme fui a una mesa. Estaba cansada, me dolían los pies y creo haberme bronceado un poco, podría haber sido peor ya que no me puse bloqueador. Estaba hundida en mis pensamientos hasta que alguien se sentó en el lugar libre de la mesa, y ese alguien era... Zayn. 

— Tenemos que hablar — dice Zayn mientras se sienta en la mesa. Yo río sarcástica. 

— ¿Disculpa? Esas tres palabras no van con nosotros. 

— Sí que lo hacen. 

— A ver, ¿y de qué quieres hablar? 

— De lo que pasó hoy — habla rascandose la mandíbula. Yo bebo de mi jugo de naranja y muerdo una dona. Creo que si ésta iba a ser mi comida diaria, saldría rodando de aquí en poco tiempo. 

— ¿Qué pasó hoy? — pregunto haciendome la distraída. Zayn aprieta su mandíbula y suspira. Después de todo, era divertido verlo enojado. 

— No te hagas la tonta, Abby. La llamada. 

— Ah, ¿y qué con eso? 

— Qué uhm — guarda silencio y tuerce los labios. Quito mi vista rápidamente de ellos —. Le mentí a Nina. 

— Sí, ¿y?

— Está mal. 

— Lo sé — me encojo de hombros y muerdo mi dona.

— ¿No me dirás nada? 

— ¿Qué quieres que te diga? — pregunto mientras que él solo guarda silencio —. ¿Qué está mal? ¿Que no lo hagas más? 

— Sí. 

— Pues eso es algo que tú ya deberías saber. 

— ¿Entonces? 

— ¿Entonces qué, Zayn? 

— Abby... — pide él tras suspirar. Yo resoplo. 

— Dije que me llamaras Abigail. 

— Como sea — dice rodando su vista—. Yo no quiero sabes, mentirle más a Nina. 

— No lo hagas y ya — vuelvo a encojerme de hombros y paso una mano por mi cabello. 

— Bueno pe.. 

— Pero nada. Un novio sabe sus obligaciones. Mientras que una hermana también, con la diferencia de que las hermanas podemos mentirnos. 

— ¿No le dirás entonces?

— ¿Eso era lo que querías? ¿Que no le diga a Nina que le mentiste?

— Sí. 

— No le diré — afirmo y noto como el rostro de Zayn se relaja—. Pero porque también me involucra a mí. Pero la próxima estás muerto. 

— Gracias Abby. 

— ¡Abigail, joder!

— Está bien, Abby. 

— ¿No me escuchas cuando te hablo, enfermo? — le pregunto. Era obvio que lo hacía para molestarme. 

— Me gusta tu apodo por eso te llamo así. 

— Pues solo mi familia y mis amigos me llaman así. Tú no eres ni familia ni mi amigo así que para tí soy Abigail. 

— Seguro, Abby — guiña un ojo. Eso fue la gota que resvalsó el vaso. Apreté mi mandíbula y golpee mi mano con la mesa. 

— ¡Eres irritante! — chillo mientras que Zayn mantiene una amplia sonrisa. No puedo evitar pensar que es muy guapo cuando sonríe pero de inmediato borro esos pensamientos —. Vete. 

— No, Abby. 

— Si no te vas tú, me voy yo — digo. Zayn no es capaz de moverse—. Está bien, me voy — hablo una vez más y me levanto. Al pasar al lado de él me toma del brazo —. Suéltame, estúpido. 

— Siéntate que todavía no terminé — me dice. Yo vuelvo a resoplar y una vez que Zayn me soltó el agarre comencé a correr —. ¡Abby! Maldita sea — le escucho gritar. No puedo evitar reír ante el hecho. Por el rabillo de mi ojo veo hacia atrás y sí, Zayn estaba siguiéndome y estaba a unos pasos de mí. Mi carcajada se hizo presente, pero en cuanto quise reaccionar Zayn ya me había atrapado—. No es gracioso. 

— Pues debería serlo. Aprende a divertirte — sonrío —. Ah cierto, estás a punto de casarte. 

— ¿Y qué tiene que ver eso? 

— Que los que se casan siendo tan jóvenes pierden el sentido del humor en segundos. Sino mírate — alzo mis cejas, desafiándolo. Zayn frunce el ceño y pasa una mano por su cabello. 

— Mira solo quiero decirte una última cosa, Abby. 

— Te dije que es A-bi-ga-il, ¿o hay que separártelo en sílabas para que lo aprendas? — digo entredientes. Zayn niega con la cabeza, restándole importancia. Estábamos en los elevadores, yo había pedido el mío. En el lobby iban y venían personas, pero por suerte no eran conocidos. 

— Yo solo intento agradarte, no tengo otras intenciones contigo — me dice y admito que eso me dolió, es que una parte de mí, llegó a pensar que él podría tener la cara para fijarse en mí. Pero era todo una imaginación de mi cabeza. 

— Ah bueno a mí igual ni me interesa simpatizar contigo y descuida, no se me cruzó por la cabeza aquello de otras intenciones — miento en parte. Zayn me mira incomprendido y antes de que pudiera añadir algo más, las puertas del elevador se abren y me meto en él, cerrando las puertas para que Zayn no pueda meterse. Me recuesto sobre el vidrio frío y suspiro tras cerrar mis ojos. Ésto sin dudas, iba a ser un gran caos. 

El prometido de mi hermana {Zayn Malik}Where stories live. Discover now