Capitulo 9 "jamas me acostaria con un anciano"

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Capítulo 9 "jamás me acostaría con un anciano"

"Odio cada centímetro que me separa de ti".

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Se encogió más en su asiento, por más que tuviese ambos ojos clavados en uno de los libros que Jake había dejado sobre la mesa no lograba dejar de sentirse nerviosa.

La gente la miraba y murmuraban cosas, no significaba que le importase lo que hablasen, si no que no se sentía cómoda con cientos de pares de ojos sobre ella.

Algunos la miraban con odio, sobretodo algunas mujeres, otros con resentimiento y aires de superioridad, hombres con lujuria y uno que otro con curiosidad.

Se bajó más las mangas de su chaqueta acolchada y cubrió sus manos congeladas.

Hoy era uno de esos día nublados y con lluvia agobiante, un viento asqueroso que te cala hasta los huesos y te hace tiritar como un perro mojado.

De principios el ropero de su habitación tenía sólo vestidos y más vestidos, por lo que Jake había tenido que salir de su cuarto en busca de ropa decente y abrigada.

Llevaba puesto unos jeans oscuros y unas botas de tacón café claras de polar por dentro. tenía una chaqueta color verde oscura y bajo ella un cómodo suéter color pastel, un gorro de lana cubría su cabello y sus orejas. pero aún así tenía frío, y rogaba que Jake se apurase con el almuerzo.

Temprano habían dado un recorrido por la base, pasando por la sala de combates y entrenamiento, la sala de relajaciones; donde hombres y mujeres, daban masajes a los tensos, oficinas, sala de eventos, la biblioteca, las habitaciones, las duchas, y por último la cocina.

Su estómago rugía y no sabía que comida exótica iba a tener que comer.

Para el desayuno había comido algo parecido a un pastel de pimientos y con papas en el. algo raro que debía servirse en el almuerzo, pero bueno...

Levanto la vista y frunció el ceño al ver al platinado probando diferentes comidas, el con la boca llena y ella muriendo de hambre.

Que justa es la vida...

_hola_ dijeron de atrás.

El chico de ayer; Aaron, estaba apoyado en la mesa sonriéndole.

alguien que se mostrase amable, tan malo no podía ser.

_hola_ respondió ella. se volteó cubriendo más su pecho con la chaqueta. _¿qué te trae por aquí Aaron?

_venia a saludar, ¿que tal van las cosas?_ sonrió lobunamente y se sentó enfrente.

_bien, mañana partimos en cuanto la tormenta pase_ le sonrió devuelta mientras frotaba sus manos. _¿a que te dedicas? Eh, tu y tu amigos a diferencia de los demás parecen holgazanear todo el tiempo_ soltó una sonora carcajada atrayendo la visión de varias personas más, demonios, eso era lo que menos quería.

_¿holgazanear? Vaya que eres graciosa humana_ dijo mientras se llevaba las manos al estómago. _yo y los demás estamos a cargo de la seguridad de la base, cuidamos que no hayan intrusos y defendemos el lugar de un posible ataque.

_son como policías...

_exacto, aunque en medio de la nada no hay muchas aventuras_ se quejó, mientras ella negaba.

_todos ustedes están locos, dime Aaron, ¿porque tu amigo, el de pelo blanco me mira con cara de perro malhumorado?

El Rubio sorprendido se volteó hasta la mesa en la que sus amigos comían y vio al joven mirarlo con cara molesta, parecía echar humitos por las orejas.

No es un juego [WE BELONG TOGETHER]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora