Cambios

733 55 57
                                    

Estaba desayunando tranquilamente, por primera vez me sentía feliz y tranquila, sin problemas, sin castigos, sin drama.

Draco estaba sentado a mi derecha como siempre, pero él no comía.

Sabía que me observaba porque sentí su mirada en mí, la cual analizaba todo lo hacía, absolutamente todo.

—Abby, ven. Queremos contarte algo, es importante. —Gritaron los gemelos al otro lado del comedor.

Los observé de reojo, ellos rieron, pero si no iba para ver qué querían decirme seguirían insistiendo hasta que cediera. Antes de ir, miré a Draco y pude notar que su mandíbula estaba tensa. No podía hacer nada al respecto o Fred y George harían un alboroto, así que fui con ellos.

—Hola, chicos, ¿cómo han estado? —Solté tomando asiento en medio de Fred y George.

—Bien, Abby. Hace mucho que no sales con nosotros, nos tienes abandonados.

Los gemelos se rieron. —Malfoy la tiene muy ocupada.

Harry golpeó la mesa con su puño, tensó su mandíbula, su piel comenzó a tornarse roja por la rabia. —Abby, ¿cuántas veces te he dicho que Malfoy es una mala persona?, no estés cerca de él. Es peligroso para ti.

—Harry, contrólate. Él solo es mi amigo, además... —Interrumpió Ginny. —Ya no nos ha molestado, puede ser que Abby haya cambiado a ese imbécil. —Reímos ante su comentario, pero Harry seguía intranquilo.

—Linda, tenemos una propuesta para ti. —Susurraron Fred y George en mi oído.

—¿De qué trata?

—Así nos gusta. —Soltó Fred mientras George sonreía coquetamente.

—Broma a Umbridge, sabemos que te metiste en problemas la vez pasada, por eso nos ayudarás indirectamente, ¿aceptas?

—Hmm... No sé, ¿puedo pensarlo unos días?

—Claro, linda.

George estaba distraído viendo la mesa de Slytherin y yo me preguntaba la razón.

—Abby, creo que Malfoy no está bien. Al parecer está esperándote. —Susurró con suavidad como si tratara de esconder algo en su voz, por mi parte solo volteé a ver rápidamente a aquel platinado y efectivamente, me estaba esperando.

Cruzamos miradas, pero él se levantó de la mesa con el ceño fruncido y salió del gran comedor.

Miré a Fred y George. —Ve a hablar con él. —Me guiñaron el ojo y yo rodé mis ojos en respuesta.

Sin importar que dijeran los otros salí corriendo a buscarlo para que no hiciera una estupidez, cuando se enoja es capaz de mandar a cualquiera a la enfermería.

Fui a la sala común y por suerte ahí estaba.

—¿Por qué te fuiste del comedor?

—A ti que te importa, ¿no estabas divirtiéndote con los Weasley?

—Draco, ellos son mis amigos, ¿cuál es tu problema? —Solté mientras me acercaba lentamente hacia él.

—Tú me dijiste que nunca me ibas a dejar solo, pero te fuiste con esos. —Bufó con rabia. Estaba en shock porque su enojo crecía al paso de segundos, traté de no perder la calma, ya que si lo hacía iba a ponerse peor y yo quería evitar eso. —Tú me dijiste que siempre ibas a estar para mí y no es verdad, siempre me dejas para hablar con esos traidores de sangre. No quiero hablar contigo ahora. Lárgate de aquí y déjame solo.

—No me voy a ir, Draco, no te puedo dejar solo y nunca lo haré.

—Lárgate, no quiero verte. —Gritó.

Werewolf in HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora