Problemas

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Tomé mis cosas de mala gana y seguí a Snape mientras caminaba podía sentir la mirada de todos puesta en mí incluso la de Draco, pero él sabe que si estoy enojada nadie debe hablarme o si no la escuela iba a arder.

Cada quién tiene formas diferentes de canalizar sus sentimientos sobre todo los que llevan a la ira, yo prefiero no hablar con nadie para poder concentrarme y relajarme para evitar desatar mi furia contra alguien. Simplemente me gusta pensar, reflexionar a fondo las razones de mi molestia y tratar de solucionarla yo misma.

Ya no me importaba si me castigaban, suspendían o lo que sea.

Quería justicia para Neville, que lo trataran bien, con el respeto debido que cualquiera merece, pero... Seamos realistas, no iba a obtener nada de eso más que nada por esos tiempos tan difíciles que todos estaban pasando.

Hablamos de 1996, muchas cosas eran pasadas por alto o minimizadas de alguna forma.

Más que nada no sé que tanto iba a conseguir hablando porque era la palabra de Snape contra la mía, un profesor contra una estudiante, pero lo mínimo que podía hacer en vez de quedarme callada y fingir que no había pasado nada era hablar, no perdería nada con ello tal vez lo único malo de eso puede ser que no me crean.

—Espéreme aquí, señorita Lupin.

Snape entró a la oficina de Dumbledore y yo tuve que esperarlo afuera hasta que me dijera que debía pasar.

"Hey linda, ¿qué haces aquí?"

Escuché dos voces que me gritaron a lo lejos y por el tono de voz de las dos personas rápidamente pude identificar que eran de Fred y George.

Son los únicos que siempre me dicen así, además que sus bellas voces son inconfundibles.

—Estoy esperando que el profesor Snape salga. —Dije sin quitar la vista de la puerta.

Rieron burlonamente. —Problemas. Nos encanta. Eres demasiado perfecta.

Sonreí levemente, mínimo ellos hicieron que me relajara un poco con respecto al coraje que traía por la actitud que el profesor Snape había tenido con Neville en su clase, pero no podía culparlo de todo a él, sino también a mí misma porque cada uno es responsable de decidir cómo reaccionar y yo decidí que emociones negativas me invadieran y afectaran mi estado de ánimo.

Por otra parte, me sentí bien por haberle dicho lo que le dije porque sentía que si yo no hacía algo al respecto y solo me quedaba viendo cómo trataba a Neville sería cómplice de sus acciones y eso es como si estuviera de acuerdo con lo que hace, cuando pienso completamente lo opuesto.

Desvié mi vista de la puerta de la oficina de Dumbledore por qué sentí el aroma que emanaban las fragancias de Fred y George, eso significaba que ellos estaban detrás de mí, solo miré de reojo sobre mi hombro y pude comprobar mis sospechas.

—¿Qué hacen aquí?, me imagino que ya fueron de viejas chismosas por todo Hogwarts. —Reí levemente.

—Te equivocas, linda. —Dijo George mientras dejaba leves caricias en los mechones de cabello que se encontraban cerca de mi oreja izquierda mientras que Fred colocó sus manos sobre mis hombros.

—Solo le dijimos a tus enamorados de tú y ya sabes quién.

—¿Qué hicieron qué? —Giré para ver sus rostros, ellos se alejaron un poco de mí, Fred con una sonrisa diabólica en su rostro y George se encontraba viendo el suelo con una expresión triste en el rostro como si fuera un perrito que lo acaban de regañar. —Si yo no había abierto la boca era por algo, si me meto en más problemas por su culpa, les juro que... 

Werewolf in HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora