Halloween

948 68 208
                                    

Una semana antes de Halloween...

Cedric y yo estábamos saliendo, bueno no estoy segura si podría llamarse así, simplemente, teníamos citas para conocernos mejor, pero según él era para que conociera más Hogwarts y sus alrededores. 

Íbamos a caminar por el bosque prohibido, nos encontrábamos por casualidad en la biblioteca cada tarde, paseábamos por el castillo de vez en cuando y cada que podía tomaba mi mano, lo cual me provocaba cierto conflicto por el poco tiempo que llevábamos de conocernos, me parecía incómodo.

Le expresé mi sentir al respecto, por ello dejó de hacerlo de esa manera, ya que ahora su estrategia era tener contacto con mi piel mediante roces accidentales aunque sus intenciones eran demasiado obvias.

Al principio me gustaba salir con él porque era muy amable y me hacía sentir cómoda a su lado a pesar de lo confianzudo que fue cuando me conoció, después todo cambió el día que escuché un par de cosas que sus amigos decían sobre nosotros y por obvias razones le comenté al respecto. Al final se resolvieron las cosas y parecía que todo había sido un malentendido, aun así le seguí aceptando las salidas, pero lo hacía por cortesía  

Ahora estábamos en Hogsmeade, tomando un par de cervezas de mantequilla, solo Cedric y yo, sin nadie más.

Estuvimos un par de horas ahí platicando sobre nuestra infancia, la escuela, amigos. Él habló más que yo, al recordar cosas que le pasaron cuando era un niño su rostro se iluminaba y en algunas ocasiones soltaba una sonrisa nostálgica, el tiempo con Cedric pasó muy rápido tanto que duramos ahí unas 4 horas para ser exacta.

Decidió acompañarme a mi sala común, ya que era tarde y no quería que caminara hasta el castillo sola.

—Buenas noches, hermosa. Nos vemos después. —Acarició mi mejilla y acercó sus labios a ella para plantar un beso, posteriormente sonrió tiernamente con un brillo enorme en sus ojos color avellana.

—Buenas noches, Cedric. —Sonreí de vuelta.

Entré a la sala común rápidamente con mucha cautela para evitar que algún profesor me viera llegar tan tarde.

Como era costumbre, Draco siempre me esperaba sentado en el sillón de la sala común, pero ya no me reclamaba nada, raro en él, ahora cada que me veía entrar simplemente me sonreía.

Cuando él quería pelear con alguien, me buscaba, por mi parte, yo jamás iba tras él, así que nadie podía inventar que a mí me gustaba tenerlo cerca y mucho menos él.

Draco Malfoy siempre buscaba una excusa para estar cerca de mí a su manera, pero le gustaba estar cerca.

Esto pasó muy seguido durante los próximos días, ya no iba al entrenamiento de quidditch. Me dieron un descanso porque se aproximaban los partidos más importantes, Blaise quería cuidarme mucho, ya que demostré en cada práctica que era una gran jugadora, por tanto, no pretendía arriesgarme a tener cansancio extremo antes de enfrentar a nuestro máximo rival.


Dos días antes de Halloween...


Cada año Hogwarts tiene un gran banquete como el de Navidad, pero en este caso Halloween.

Hacen una gran fiesta, pero sin ese toque específico para ser entretenida, es muy tranquilo y clásico. Sirven variedades de platillos y bebidas deliciosas, adornan el gran comedor con calabazas repletas de caramelos, murciélagos, serpentinas, todo lo simbólico referente a esa fecha.  Ese día se pueden ver a los fantasmas rondar por el castillo más de lo usual y quién sabe, tal vez puedas escuchar alguna de sus historias o las cosas que escuchan por ahí.

Werewolf in HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora