Recorrido

1K 93 65
                                    

—Primer día y ya andas de resbalosa. Debí imaginarlo, me caías bien, pero te comportaste demasiado amable con todos, ¿cómo no me di cuenta antes?, nadie puede ser así sin querer algo a cambio. —Resopló Cho y noté que el odio invadía sus ojos mientras esas palabras salían de su boca.

—¿Por qué estás tan molesta?, ¿acaso es por Cedric?, solo se ofreció a ser mi guía, no es para tanto. —Expresé con calma.

No quería más problemas porque se lo había prometido a Lupin y debía cumplir mi promesa a toda costa.

—Claro, eso dices tú, no es para tanto, pero en cuanto sepas quién es Cedric Diggory cambiarán las cosas. —Una sonrisa malévola invadió su rostro, continuó. —Él es mío, así que quítate de mi camino, zorra.

Comencé a enojarme, quería golpearla, pero no iba a hacerlo, ya que podrían expulsarme y Lupin se decepcionaría de mí, así que tomé una gran bocanada de aire para actuar inteligentemente sin que la rabia me invadiera.

—Escúchame con atención, él solo fue amable conmigo y quiere ayudarme por ser nueva. Que tú no uses tu cerebro ni compresión auditiva, es algo muy diferente. —Dije con seriedad.

Cho se quedó paralizada al escuchar mis palabras, su sonrisa se borró de inmediato mostrando miedo en sus ojos.

—Si me permites, tengo una clase que tomar, a menos que tú no tengas nada que hacer, aparte de estar pendiente de mis asuntos. Me voy, porque yo sí tengo vida, no como otras.

Parecía que ella iba a llorar en cualquier momento. Estaba feliz por haberle demostrado que no debía meterse conmigo y sobre todo por marcarle límites.

Entré al salón, perdí unos 20 minutos de clase más o menos. Todos me miraban fijamente, ya que la presencia del profesor Snape impone mucho, pero yo no me sentí intimidada. En eso, el profesor Snape se giró para verme.

—Tarde, señorita Lupin, -5 puntos para Slytherin. —Dijo con seriedad.

Me sorprendió el hecho de que le quitara puntos a su propia casa.

—Profesor Snape, pero ella es nueva y todavía no le asignan un guía, eso es injusto. —Exclamó Harry.

—La vida es injusta, señor Potter, así que cállese a menos que usted quiera un castigo. —Harry obedeció y no dijo ni una palabra más. —Señorita Lupin, hoy trabajará con el señor Malfoy así que tome asiento.

Draco me miraba de arriba a abajo con una sonrisa diabólica en su rostro y ante eso mantuve la calma en todo momento con la intención de no perder el control, tratando de evitar sus juegos absurdos a toda costa. Todos tenían sus ojos puestos en cada movimiento que hacía, mientras tanto me dirigí hacia la mesa de trabajo que el profesor Snape me asignó y tomé asiento.

—Al parecer tienes suerte de trabajar con el príncipe de Slytherin, deberías sentirte honrada. —Expresó con soberbia a lo que rodé mis ojos en respuesta, ya que no quería que le restaran más puntos a nuestra casa por alguna imprudencia que yo pudiera llegar a hacer.

El profesor Snape nos puso a trabajar en la poción filtro de muertos en vida, si no podíamos llegar a la perfección iba a dejarnos un trabajo muy extenso sobre la amortentia. Por suerte, Draco era muy bueno en pociones por no decir el mejor. Nos enfocamos para terminar lo antes posible, dejando nuestras diferencias de lado y debo admitir que hicimos un excelente equipo, fuimos los primeros en terminar.

—Le llamaré al profesor Snape, ya vuelvo, Malfoy. —Draco solo asintió.

Me levanté de la mesa en busca de Snape, lo divisé a lo lejos, así que me acerqué rápidamente, tuve que apresurarme para que nadie nos ganara. —Profesor Snape, ya terminamos.

Werewolf in HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora