302

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Características del cuento (No es recomendable que no la leas, es importante):

¡Si al fin aparecí!, y además antes del tiempo de navidad. Esto es sorpresivo, pero volviendo al tema del cuento. En si diría que el género es de ciencia ficción. Y un poco futurista, asique disfrútenlo. Además, este cuento, en si lo escribí este año por una tarea de literatura que tenía. Disfruten del cuento.

Sin duda, no hay esperanzas, no las hay en ninguna parte de lo que queda del planeta.

Ya no hay nada por el cual seguir viviendo, no tenemos por cual vivir, ni tampoco por quien vivir.

Ellos nos arrebataron nuestra propia vida.

Nuestra propia identidad nos había robado, no nos quedaba ni nuestros nombres, ni nada relacionado con lo que existía en la vida antigua humana.

"Los sin sangre" nos quitaron todo lo que podíamos tener, hasta cambiaron nuestros nombres por números, yo soy 302, y no soy otra cosa que eso 302.

Los robots que llamamos "Sin sangre", no han estado controlado desde hace mucho tiempo, ellos nos manipulan, nos dirigen y hasta nos pueden asesinar.

Cuando el hombre creo el primer robot, para convertirlo en asistente del propio mismo, para que lo atendiera y haga todas las cosas que los humanos nos da incomodidad o pereza hacer. Así fue como este robot fue tan rotundamente exitoso, y el creador, creo más.

Tantos que fueran posibles. Eran tan exitosos que consistía, cada uno de ellos tienen hasta una inteligencia superficial que supera cualquier mente humana que hubiese existido, los que no esperaban los humanos, es que todas las mentes superficiales que se crearon es que se iban a volver en contra de cualquier ser humano que haya vivido en la tierra.

Y así empezaron a asesinar o esclavizar a las personas alrededor suyo, siguiéndolo así hasta llegar hasta el poder máximo de dominar el mundo.

Eso sucedió en el año 2082, los humanos que anteponían ahora a la nueva ley de los "Sin sangre", lo asesinaban mintiéndose en su mente y manipulándola para que el mismo se suicide, o lo hacían con un electroshock de forma inmediata hacia el corazón.

Ellos nos superaban, nos superaban de fuerza, nos superaban de inteligencia, nos superaban de cantidad.

Ya que en todo el planeta tierra quedábamos solo 500 personas vivas, y dominadas por ellos.

Nos no quedaba nada ya, casi ningún humano se cruzaba con otro, era reglas primordiales por ellos.

Las reglas consistían en que los humanos no pueden opinar, ni reclamar nada que sea consistente, los humanos tienen que obedecer las reglas de los robots, los humanos no pueden cruzarse, ni hablar o decir algo con otro humano.

Cualquiera de esas reglas que se rompiera, tendrías de consecuencia de la muerte inmediata.

Como decía antes, nada nos quedaba, y yo ya estaba muy cansada de seguir viviendo. Y ellos lo tenían todo.

Pero había algo en que "Los sin sangre" no tenían.

Era que, cuando los robots estaban tratando de dominarnos, el creador de ellos, hizo un chip de borrador de historial.

Ese chip servía para que el robot numero uno creado, se lo pongan en su sistema y apretes un botón de eliminar, se eliminaría todas las cosas que hizo o pensó el robot, y se restablezca de nuevo. Y así sucedería automáticamente con los demás robots.

El problema de todo esto, es que cuando los robots estaban a casi nada de dominar el mundo, el creador trato de detenerlos poniéndoles el chip, pero ya era demasiado tarde. Los robots, ya habían dominado el mundo y asesinarían a su propio creador. Así que lo último que hizo el creador con la poca vida que tenía, escondió el chip donde ningún robot lo pueda encontrar.

Y así fue pasando los años, y nosotros nos convertíamos en cada vez menos y menos, y los robots todavía seguían apoderándose de todo lo que formaban a su paso.

Cada vez que pasaba el tiempo más perdíamos la esperanza en la vida humana, no nos quedaba nada, y no podíamos seguir viviendo bajo el mandato de "Los sin sangre".

Fue así, como se me ocurrió la idea de suicidarme por mi sola, no quería y me negaba a seguir siendo la esclava de ellos, de los robots.

Ellos eran demasiados inteligentes, ellos tenían su lugar hermoso habitado con todo lo que querían ellos. Y nosotros teníamos que conformarnos con los desechos de lo que quedaba en la antigua vida humana.

Asiqué me dirigí en el lugar donde mas hubo una explosión de los robots para matarnos, donde todo era ceniza y basura de los restos humanos.

Alrededor era todo sucio y negro, y olía pésimo. No quedaba de otra, me iba a disparar con el arma que había conseguido robarle al "Sin sangre" que me tenía de esclava.

Lloraba sin cesar, no iba a extrañar nada de este mundo, porque no lo quería recordar, no tenia ni familia, ni nadie a quien pudiera pensar en los últimos momentos que me quedaban.

Ya con las lagrimas al tope de nublarme la vista y con el arma apuntándome en la cabeza, veo algo borroso de color diferente de lo que estaba alrededor.

Había algo verde y pequeño, de tamaño miniatura. Ahí en el piso destacando con el negro que estaba por todo el lugar.

Como la curiosidad me había ganado, me acerque despacio por si las dudas que sea una trampa de "Los sin sangre".

Hasta que lo tuve tan cerca de aquella cosa, me di cuenta de era una planta pequeña y diminuta, estando plantada en una maseta de color marrón.

No sabía que hacer o que pensar, las plantas se habían extinguido hace un par de años, después de que los robots estén al mandato.

Era muy raro verla ahí después de tanto tiempo de que este lugar fuera destruido y clasificado como zona podrida del planeta.

Asiqué lo más rápido que hice era agarrar a la planta e irme de ese lugar, e ir otro espacio donde este mas segura y poder ver más de cerca de la planta.

Me encontraba en mi lugar especial donde dormía y comía, era mi alcantarilla. Donde sé que ningún robot se iba a acercar ya que esta era zona de humanos e intocable por lo asquerosa que era.

Ahí estando mas cerca de la planta, me fije que no era una planta normal, como lo solían decir.

Era una planta extraña, su rama tenia partes de cables interiores que conectaban con las dos hojas que estaban alrededor de ella.

Esas parecían conectoras de los cables interiores que tenían esa misma.

Pensé demasiado y no sabía que era, era como una placa de una computadora que tenía forma de planta.

Hasta que me di cuenta, era el chip.

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Pues sí, acá estoy y les di un cuento de ciencia ficción. A mi me gusto escribirlo, pero digamos que no es mi comodidad el genero para crear una historia, pero igual lo tendre que pensar para ver si podría seguir con esta historia.

Antes de despedirnos quería decir que el cuento siguiente después de este, va a ser el último de todas estas historias que escriba. Ya que el cuento ya esta escrito, pero no lo subo porque justo ese cuento lo mande para competir en un concurso de la categoría sub de cuentos de los juegos bonaerenses 2020 en Argentina. Y lo mejor de todo es que pase a la final con ese cuento.

Asique cuando termine el concurso lo subiré, ya que el reglamento dice que estrictamente que no se puede publicar el cuento.

Pero bueno deséenme suerte.

Besos.

Muri.

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