Dulce Oscuridad ©

¡¿Gay?!

¿Y que se besaran o no? – grito uno de los chicos que estaba al lado de Justin ganándose un ceño fruncido de parte del rubio.

Dentro del armario – recordó Carly.

Sentí la mirada de cada uno de los que estaban en la habitación sobre nosotros, esto sería tan incómodo.

Sin otra escapatoria me pare con ayuda de Cody y vi como Justin se paraba también, roge para que no hiciera una escena.

El alcohol que tenía en el sistema de pronto se había esfumado.

No tiene que hacerlo si no quieres Emma – dijo como si estuviera tratando con una niña pequeña.

Tú no deberías decir nada, ¿no? Soy otra zorra, eso hacen las zorras, besar y follar con cualquiera. Además no somos nada ni nunca lo fuimos así que mueve tu culo quiero pasar – me sorprendí por lo duras y frías que habían salido mis palabras.

Emma... - no lo deje terminar cuando lo había empujado, tome la mano de Cody quien se encontraba pálido a mi lado. Como si hubiera visto a un fantasma.

Abrí la puerta del armario y vi que estaba vacío pero no era tan espacioso, tendríamos que estar apretados allí.

Todo es culpa de Carly por decirme de esta fiesta.

Yo debía estar comiendo helado mientras veía crepúsculo no acá.

Cuenta – le espete a Carly antes de entrar en el pequeño lugar, siguiéndome Cody, nuestras frentes chocaban.

Vi cómo se escuchaban murmullos del otro lado de la puerta.

De repente me quede embobada mirando a Cody y a sus finos labios, quizás fue impulso del momento y lentamente me empecé a acerca a su boca.

Emma yo no puedo... - hablo con un hilo de voz corriendo su rostro.

Oh dios, ¿tengo mal aliento? – pregunte preocupada.

¿Qué? No... - lo irrumpí.

¿Es porque soy fea cierto? – dije ahora.

Emma... - no lo deje continuar.

¿Tengo comida entremedio de mis dientes? – Nunca había sido rechazada antes.

Y-yo – lo acorte.

Debo lucir tan patéticamente desesperada ahora – gemí sintiendo las lágrimas venir.

No es eso... - lo interrumpí por tercera vez.

¡¿Entonces porque no me quieres besar?! – exclame ya molesta.

¡Porque soy gay maldita sea! – grito bajo solo para que yo lo escuchara.

Mis ojos se abrieron sin poder creer lo que me acababa de decir.

Digo, Cody era atractivo, demasiado.

¿Por qué siempre los tíos atractivos resultaban siendo gays o con novia? 

Y-yo... - tartamudeo.

No pasa nada – sonrió cálidamente y me dieron ganas de llorar.

¿Por qué tienes que ser tan caliente y gay? – se me escapo un sollozo mientras sentía que sus brazos me rodeaban.

El alcohol se había manifestado nuevamente.

No lo sé, ¿genética supongo? Bueno, no lo de ser gay – susurro en mi odio emitiendo una leve risa.

¡Emma llevas seis minutos ahí dentro con Cody, sal de una vez! – grito mi mejor amiga.

Le sonreí y bese su mejilla.

No era tan malo ahora que lo pensara.

Al salir del polvoriento armario, vi las socarronas sonrisas de todos allí menos una, la de Justin.

Parecía bastante enojado para siquiera mirarme, sus puños estaban apretados y su mandíbula.

No mentiría que me gustaría besarlo ahora, pero nada es como antes.

Los chicos que jugaban comenzaron a hacer comentario pasados de nivel, de lo que "supuestamente" había pasado en el armario.

Sin tan solo supieran.

Ignore a todos y me largue de la habitación con Cody, lo cual los incito más para gritar cosas inapropiadas.

¿Me llevaras a casa? – pregunte somnolienta al chico que estaba conmigo.

Claro – respondió y me ayudo a entrar a su auto.

Y luego hizo lo mismo para salir y dejarme dentro de mi casa. Debido a que mis pies parecían no querer moverse.

Luego de eso perdí el conocimiento.

Me desperté gracias a la alarma de mi celular, gemí mientras tomaba mi cabeza con mis dos manos.

Que insoportable sonido.

Luego recordé que era domingo y que se me había olvidado desconectarla.

Mire mi cama se encontraba desordenada y algo hizo que saltara inmediatamente de ella.

Había un chico.

Dentro de mi cama.

Durmiendo.

¿Qué.habia.pasado.anoche?

Solo recordaba hasta la parte en que vi a Justin hablando algo acerca de un beso.

La persona que estaba al otro lado de mi cama comenzó a murmurar maldiciones y se dio vuelta.

¿Cody?

¿Qué hacia el acá?

Por favor dios, si todavía me amas, que no haya cometido algo estúpido anoche, recé mentalmente.

Emma podrías pagar eso – gimió tapándose sus oídos.

Tome mi celular y lo apague.

Y luego recordé mi sueño, había soñado que Cody me decía que era gay y yo me ponía a llorar.

Reí ante lo estúpido que había sido.

¿De qué te ríes? – pregunto bostezando.

Nada...yo, solo tuve un sueño acerca de tu y yo – me senté a su lado – era algo estúpido, tú eras gay y sabes que hacia yo cuando tú me lo contabas? Lloraba. 

Emma, eso fue real – suspiro a mi lado.

Abrí la boca y luego toda la noche anterior se me vino a la mente, el no beso, el armario, un enojado Justin, Cody gay.

Definitivamente había sido memorable.

Eso no fue lo peor que hiciste – ahora fue su turno reír.

Lo mire confundida.

Todo el camino hacia tu habitación te la pasaste hablando sobre algo de querer ir a Narnia donde yo podría ir desnudo si quería – sentí mis mejillas arder, no volvería a tomar en vario tiempo.

Lo siento por eso – me rasque la nuca.

Por suerte tu papa no se encontraba aquí – acoto.

Sabes – dije captando su atención – siempre quise tener un amigo gay, ya sabes, al estilo mean girls – el rio y me abrazo.

Sentía que esto era el comienzo a una gran amistad.