Un, dos, tres, hombre caído.

7.6K 434 24
                                    

Se podía sentir la tensión en el ambiente.

No se escuchaba ningún grito, ninguna palabra.

Todo el recinto estaba en silencio.

Percibiendo quien sería el primero en dar el primer golpe.

Carter se arriesgó y lanzo su puño al estómago de Justin pero él lo esquivo y eso hizo encender nuevamente a la multitud.

Podía sentir como mi corazón se salía de mi pecho y rebotaba por el lugar. Estaba tan asustada de que Justin saliera dañado, había visto las peleas así antes y como quedaban algunos boxeadores después de estas.

No estaba de más decir que Justin no era profesional, aunque si tenía un equipo que confiaba en él. 

Estaba tan absorta en mis pensamientos que no me di cuenta cuando Justin noqueo al otro chico. Sus golpes eran todos calculados, él sabía lo que estaba haciendo.

Tenía el control dentro de ese cuadrilátero.

Podía ver como caía algunas gotas de sudor de su frente, no se demoró menos de un minuto cuando ya había ganado el primer round.

Observe como un hombre ya más de edad le pasaba una toalla, mientras él bebía agua de una botella. Su mirada comenzó a escanear toda la sala buscándome y cuando lo hizo solo se limitó a cerrarme un ojo y mostrar una arrogante sonrisa.

Las chicas que estaban cerca mío enloquecieron totalmente, podía jurar que más de alguna le había tirado su ropa interior.

Quita ese ceño fruncido Emma, te saldrán arrugas – dijo Carly.

Yo, solo... no me gustan las peleas – le respondí de mala manera.

¿A quién en su jodida vida no le gustaría ver a dos sexys chicos peleando entre ellos? Claro está destacar que solo llevan shorts, que bien podrían caérseles... - su voz poco a poco se iba apaciguando y su mirada se volvía cada vez más oscura.

Oh cállate – reí.

Te apuesto mi cabello a que ahora mismo te estas imaginando a Justin desnudo – giño un ojo hacia mí.

Claro que no... - maldita Carly y maldita mi mente que ahora estaba pasando esas escenas.

Sentí la risa de Carly.

Lo que tú digas – canturreo.

El segundo round estuvo más complicado, el chico, Carter, golpeo solo una vez a Justin, justo en el mentón, Justin solo se limitó a tocarse la zona del golpe y a sonreír malévolamente.

Solo se tardó tres segundos en dejarlo en el piso, no hizo falta otro round, el chico ni siquiera podía mover un dedo.

¡Y el ganador señoras y señores, como siempre, Justin Bieber! – dijo el anunciador levantando el brazo de Justin, mientras todas las personas gritaban elogios para él, ya podía saber de dónde venía tanto ego.

Justin se alejó del chico y salto del cuadrilátero, empujando a cada persona que se le acercaba hasta que estaba frente a mí.

Tomo mi mentón y me acerco hacia su boca.

Quiero mi beso – susurro, antes de invadir mis labios enfrente de toda la gente.

¿Estás bien? – le pregunte por décima vez mientras íbamos en el coche hacia mi casa.

Justin se limitó a solo asentir.

¿Cuántas veces tú...has...perdido alguna pelea? – vi cómo se le formaba un pequeña sonrisa.

Nunca – murmuro.

Ahora si estaba sorprendida. Sabía que era bueno, pero no tanto.

¿Tu familia sabe de esto? – ahora su sonrisa se había esfumado, como si nunca hubiera esto allí.

No – un ceño se había formado en su precioso rostro. Quería conseguir más respuestas de el pero sabía que ya había sido mucho por esta noche.

Nos bajamos del auto de Justin. Era raro no andar en su motocicleta, casi podía extrañar el viento golpear en mi cara.

Saque las llaves y abrí la puerta, la casa estaba silenciosa y vacía como siempre. Justin no espero invitación, el solo paso.

¿Quieres algo para beber? – lo mire.

Estoy bien – estábamos en el pasillo, a oscuras, ninguno había prendido las luces.

¿Hay alguien en tu casa? – pregunto lentamente mientras se acercaba hacia mí.

No, papa esta donde la abuela – mi voz sonó casi en un susurro. Me hacía mal tenerlo tan cerca, perdía el conocimiento.

Eso está bien para mí – y fue lo último que dijo antes de besarme con fuerza contra la pared.

Sus labios eran como terciopelo y me hacían cada vez más adicta a ellos. Y ni hablar de su sabor, me hacía delirar.

Sus manos se fueron moviendo desde mi cintura hasta mi trasero, donde lo apretó haciendo que soltara un gemido y él se aprovechara de ese momento para introducir su lengua.

Era como una guerra dentro de nuestras bocas que cada vez se volvía más desesperante.

Me empujo más contra él y podía sentir lo duro que estaba.

Envolví mis piernas alrededor de su cintura y el sin dejar de besarme me llevo hacia arriba.

Era un milagro que no hayamos votado los jarrones y cuadros.

Abrió mi habitación y me gano delicadamente en mi cama.

Como si fuera un ángel.

Fue dejando pequeños besos en mi rostro y luego comenzó a bajar a mi cuello. 

Empuje su pecho con una de mis manos y el me miro confundido. Su cabello estaba todo revuelto y no pude evitar no pasar mis dedos entre este, era increíble lo suave que era.

Justin pareció relajarse con eso.

Tire de su camiseta y el acepto.

Sus manos parecían ser cuidadosas en cada movimiento que daba sobre mí, desabrocho tan lentamente cada botón de mis shorts. Podía sentir un gran y pesado calor dentro de mí.

Y se me vino a la mente, sus encuentros con otras chicas.

Acaso el habría sido tan delicado conmigo como los fue con ellas?.

Nunca había sido un chica insegura, pero Justin... el tenía experiencia en esto, yo realmente era un asco.

Eres hermosa, lo sabes no? – murmuro mirándome directamente a los ojos.

El debió ver las dudas en mi rostro.

Probablemente eras la chica más hermosa y adorable que alguna vez conocí, eres como un ángel, iluminando toda esta mierda de oscuridad en la cual estaba viviendo antes de ti – hablo con voz ronca, podía sentir las lágrimas venir.

Soy un asco con las palabras, cariño, no puedes esperar mucho de mí – se encongio de hombros haciéndome reír – y no digo esto porque quiero acostarme contigo – ahora estaba serio.

Ahora fue mi turno de llevar el control, de pronto solo estábamos en ropa interior.

Que por suerte Carly había elegido por mí.

¿Estas segura de esto? – pregunto mordiendo mi lóbulo.


¿Acaso estaba segura de esto?


Dulce Oscuridad ©Where stories live. Discover now