Dulce Oscuridad ©

Nuevo compañero.

Luego de escuchar que Justin estaba desaparecido, no podía conciliar el sueño pensando donde podría haberse metido que nadie sabía de su paradero. Los primeros días me la pasaba a la espera que entrará por esa puerta para poder abrazarlo, pasaron los días y la situación empeoró. Ahora lo veía en todas partes, incluso en cuerpos de mujeres lo cual era extraño y escalofriante.

Faltaste a todas tus clases esta mañana - me regaño Cody.

Lo ignore y seguí viendo crepúsculo por quinta vez en el día.

Vamos Emma, no puedes dejar que esto te hunda - murmuro mientras agarraba el plato de palomitas.

¿Has hablado con Carly? - preguntó.

Negué con la cabeza, no había hablado con nadie estos días.

Esto se acabó - Gruño Cody antes de salir por la puerta.

Las horas pasaban y el idiota de mejor amigo todavía no daba señales de vida, pensé varias veces en llamar a la policía.

Pensé que te habían secuestrado - dije mientras me sacudía mi pijama de vaquitas.

Agradécemelo luego - dijo antes de salir nuevamente.

¿Qué tendría que agrad..... Oh - fue lo único que salió de mi boca al ver a Justin parado en el umbral de la puerta, su ceño fruncido resaltaba en su rostro.

¿Por qué faltaste a tus clases? - espetó como lo haría mi padre.

Me levanté ofendida, no nos veíamos desde hace un mes y me dice eso.

Eso no es de tu maldita incumbencia - dije furiosa.

Así le hablas a tu novio - habló encarnando una ceja.

No dijo eso.

¿Novio? Nunca me pediste ser tu novia imbécil - chille.

¿Quieres ser mi novia? - preguntó como si no tuviera importancia.

No - escupí.

¿Acaso me dijiste que no? - dijo asombrado - es la primera vez que le pido a una chica que sea mi novia y me rechaza, gracias Emma.

¿Qué haces aquí?  - pregunté ignorando su comentario.

Tenía asuntos que resolver - dijo dejándome más confundida de lo que estaba antes.

¿Asuntos que resolver? ¡Jodete Bieber! Estabas desaparecido - le grite.

Lo sabrías si hubieras asistido hoy a la universidad - murmuró cansado mientras se tiraba las puntas de su rubio cabello, típico de él.

Lo ignoré y camine la puerta, mis ojos se movieron hacia la salida.

Por suerte captó la indirecta y salió, sin antes darme una desesperada mirada.

Cerré la puerta con brusquedad, molesta por su indiferencia.

Estaba desaparecido y solo llegaba a hacer bromas. Era un idiota, uno muy lindo, pero muy idiota.

Quién iba pensar que estar enamorada iba a arruinar mi vida.

Me desperté la mañana siguiente para ir a las clases, tomé mi mochila rápidamente ya que iba atrasada y una manzana como desayuno.

Luego de cruzar todo el campus logre llegar a la sala de mi siguiente clase, atrasada, diez minutos.

Maldito Cody y su enojo conmigo que no me despertó.

Tire de la puerta del aula llamando la atención de todos.