─ 𝐏𝐑𝐎𝐃𝐈𝐆𝐈𝐎.「мυιcнιяσ тσкιтσ」

17

Asentí y continúe comiendo, me sentía mucho mejor a pesar de solo descansar por poco días, entonces en un momento recordé lo que sucedió con Muichiro antes de que me duerma y comencé a atorarme. Tosía y golpeaba suavemente mi pecho tratando de pasarlo, las chicas al darse cuenta que me ahogaba se alteraron y comenzaron a ayudarme.

Suspiré aliviada y las mire. —Gracias, creo que casi vuelvo a morir.

—¡Estamos aquí para ayudarla!— contestaron las niñas mariposa a la vez en pose de soldado, Nezuko las miró curiosa e imitó su postura.

Reí un poco y deje la bandeja vacía a un lado de mi camilla. Ellas volvieron a mirarme sorprendidas.

—Vamos, no es tan raro que ría ¿o si?— dije en broma levantándome de la camilla, me estiré un poco y agarré mi uniforme de cazador.

—No en realidad, pero como no suele hacerlo a menudo nos sorprendimos un poco, pero esta bien, nos alegramos de que sea mas feliz ahora.

Asentí sonriendo. —Debo cambiarme, luego me enseñan donde queda la habitación de Tanjiro ¿Si?

Ellas asintieron a la vez, una agarro la mano de Nezuko y la fue guiando hacia la puerta.

Cuando las cuatro se fueron comencé a desvestirme, y me coloque rápidamente mi traje de cazador. Entonces tocaron la puerta de manera sutil, le dije un leve "pase".

—____-chan, ¿estas mejor?— me pregunto la Pilar Insecto, que me miraba algo seria.

—Si, gracias por ocuparse de mi Kocho-san.— respondí agarrando mi katana y acomodándola entre mis ropas.

—Ni lo menciones, ese es mi trabajo.— se acerco a mi y agarro mi hombro. —Entonces supongo que estarás lista para la reunión de Pilares.

—Si, ¿iremos ahora?

—Sería lo mejor, tengo curiosidad por la marca que me dice Kanroji-san que apareció en tu rostro, pero creo que es mejor hablarlo después.

Al abrir la puerta vi como mi padre iba acercandose, parecía verse arrepentido pero a la vez parecía estar obligado a venir a verme.

—Kocho-san, discúlpeme pero creo que la veré en la residencia de Oyakata-sama.

Ella asintió y salió, pasando al lado de mi padre.

—____.— me dijo estando frente a mi.

—¿Qué pasa? tengo que hacer algo ahora padre.

Él de pronto se agachó a mi altura y me dió un abrazo que no correspondí, no quería ni podía hacerlo.

—Escuche que te enfrentaste a una Luna Creciente... escuché que casi te pierdo...

Lo mire incrédula, ¿realmente cree que podré perdonarlo con esto?

—Debes estar orgulloso ¿no?

—Cuando escuche que estuviste a punto de morir me preocupe demasiado, perdóname. No debí hacerte todo esto, no debí subestimar la fuerza de las Lunas Demoníacas… perdóname por ser tan mal padre.

—Padre, no puedes venir y preocuparte por mi ahora cuando no lo hiciste hace años, estas siendo cruel.— respondí con un hilo de voz, estoy segura que desde pequeña espere este momento pero ahora que paso... duele, me siento mal.

—Lo sé y por eso quiero remediar mis errores, _____ eres mi única hija y te amo, si llegarás a morir en algún momento...— dejó de hablar y entonces dejo de abrazarme. —No podría perdóname jamás por eso... hablé con tu madre pero... pero ella parece ser un caso perdido, siento que la cegué por culpa del dinero...