09. La Melancolía de la Oscuridad.

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Ciara me miró, esperando mi aprobación, asentí y entonces ella prosiguió a irse.

──Voy por la hierba roja, y luego ella descansará ──Cerró la puerta con un estruendo innecesario.

Cerré los ojos, por un momento disfrutando del silencio, mi piel en carne viva palpitaba en un ritmo de angustia constante.

──¿Quién te hizo esto?

──Ya sabes quién ──le corté.

──Astra.

Me puse de pie, Lysander dió un paso hasta mí pero un ademán fue suficiente advertencia, me sostuve a una columna esperando que esa nueva posición fuera mejor para el dolor. No lo fue.

El rey Lysander caminó hasta el fuego, luego posó sus ojos en las bandas de sangre que descansaban empapadas sobre la cómoda. Intenté no pensar en ellas.

Cuando volví al rey nuestras miradas se encontraron, el silencio como un acompañante incómodo, presioné el albornoz contra mi cuerpo. Él me observaba con ojos profundos y vacíos.

──¿Qué te hicieron, Astra? ──La respiración fue áspera y trastocada en su voz.

──Me hicieron lo que se les hace a todas las brujas, ¿dirige eso a su mente solo por laberintos oscuros, alteza? Porque no debería, no en el paraíso de Valtaria.

El rey Lysander no respondió, separó sus labios pero, entre dientes, solo escapó una exhalación ahogada. Luego se acercó y cerré la fina prenda con más ímpetu, solo entonces reparando en lo poco que cubría.

──Tranquila, solo necesito, mostrarte algo ──Desabrochó los primeros botones de su camisa pero debió notar la aversión en mi rostro──. ¿Me permites?

Dudé un momento antes de asentir, coloqué un mechón detrás de mi oreja, y me enderecé para dejar el temor en un lado donde no fuera visible.

Él igual procedió con precaución, cuando estuvo listo volteó antes de retirar su camisa. Entonces lo vi, surcos trazaban su espalda en marcas desiguales que seguían un patrón, líneas se grababan plateadas sobre su piel pálida.

──Esa marca...

──Yo nací antes del tratado, Astra, cuando todavía éramos tomados por demonios ──dijo──. Más que ahora, nunca pude controlar mis poderes y mi hermano me encerró para que nadie pudiera saber de ellos. Luego me enviaron al ejército, ahí un general... Lo ataqué durante un entrenamiento y me mandó a azotar con cadenas de hierro.

──Lysander.

Caminé hasta él con cuidado, quería delinear los trazos y acariciar su dolor, apaciguarlo. Pero la sola idea me ponía los nervios de punta.
Él resolvió el dilema al volver a colocarse la camisa, luego volteó a verme y fui muy consciente de la poca distancia.

El dolor latía con la suficiente fuerza como para entumecerme, fue extraño como él pareció leerlo en mis ojos.

──Esto ya no debería suceder.

Tomé asiento en el diván, recostando mi cabeza en el poste de la cama.

──¿Y qué sugiere, mi señor?

El rey Lysander se arrodilló junto a mí, era elegante y esbelto, tenía las facciones perfectas y simétricas, como una escultura impoluta. Me pregunté si esa belleza devenía en parte de su poder, o si eso acaso tenía sentido.

Probablemente no, cerré los ojos en un intento por reacomodar mis pensamientos pero el mundo se volvió confuso y distante.

Una mano estuvo a punto de acercarse y detuve la muñeca de Lysander, sus músculos rígidos debajo de mi agarre, como sostener un poste de piedra. Mis ojos se esforzaron por enfocar los suyos.

──Estás ardiendo, Astra.

Por un momento me pareció oir preocupación en su voz, entendí que lo hacía, que le preocupaba como una inversión o un deudor.

Tú eres mi esclava. Una muy linda, sí, pero una esclava al fin”.

Él pasó sus brazos detrás de mis rodillas y de mi cintura, lo suficientemente bajo para evitar las marcas en mi espalda. Me aferré con tanta fuerza que por un momento creí que caería si lo soltaba, me llegó el olor fresco y suave que desprendía su piel.

Como la noche misma, si es que eso tenía sentido.

Por un momento vi el techo y luego el dosel de la cama. Evité recostarme por completo.

──Necesito que me escuches ahora, los dos sabemos que no te recuperarás con ninguna hierba. Sabes cuál es el problema.

No quería seguir escuchando, mis párpados pesaban demasiado y la inconsciencia apagaba el dolor. Me dejé llevar un momento, solo eso necesitaba para descansar.

──Astra, mírame.

Lysander colocó su mano debajo de mi mentón, por instinto dirigí mi vista hacia su rostro, sereno y carente de emociones, frío y oscuro como el mar profundo por la noche.

──Quiero que bebas esto.

Las luces en la habitación se habían apaciguado, como si él lo hubiera hecho. Observé la botella que me tendió, dejé que vaciara el contenido en mi garganta para que me dejara dormir en paz. El líquido fue dulce y a la vez amargo.

Cuando terminé, él me dejó recostarme otra vez sobre las sábanas de seda.

Un atisbo de lucidez me llegó.

──Si lo que me diste es veneno, vas a beberte toda la botella.

Lysander esbozó una sonrisa, sonreía de una forma extraña, no como esas personas que iluminan una habítación o te alegran el día.
Él apagaba todo a su alrededor, apaciguaba el ambiente, el tipo de sonrisa oscura de resignación que de alguna forma melancólica era también hermosa.

──¿Insultando al rey dos veces en un día?

──Hubiera dicho que eran más.

──¿Sabías que existe una pena para eso? Podrías ser castigada. ──Pero su toque fue gentil al sujetar mi mano y su voz era terciopelo cuando la dejó fluir entre ambos.

──No lo harías.

Entre la somnolencia, cuando Lysander era un nubarrón frente a mí y el fuego jugaba sobre su rostro, me las ingenié para sonreír.

──¿Por qué tan segura?

──Porque me necesitas, ¿no lo haces?

Luego de un momento de silencio, pensé que ya no contestaría.

──Lo hago, Astra.

Cerré los ojos, pidiendo que con esto se apagara el dolor, lo hizo, caí en las sombras de la inconsciencia y la presencia de Lysander me acompañó en la oscuridad.

Cerré los ojos, pidiendo que con esto se apagara el dolor, lo hizo, caí en las sombras de la inconsciencia y la presencia de Lysander me acompañó en la oscuridad

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momento cursi auspiciado por este preciosisimo cover de halsey y yungblud💞💞

¿opiniones sobre Ciara?

¿cómo ven la relación entre Astra y Lysander?👀👀👀👀👀

Sonata Siniestra©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora