𝕊𝕥𝕒𝕣𝕊𝕥𝕣𝕦𝕔𝕜 ✭ ᴴʸᵘⁿˡⁱˣ

09

La mañana llegó y todo listo estuvo. La familia Lee ya tenía sus maletas fuera de la casa de la abuela, subiéndolas a un taxi donde el señor ayudó en eso.

—¡Te quiero abuela! —se despidió DaMi, ubicándose sus lentes y entrando al taxi.

—¡Adiós, DaMi. Yo también te quiero!

GuenWoo se acercó y se despidió de su madre, brindándole un abrazo. Luego Teresa despidiéndose de su suegra. Finalmente el pequeño de los Lee se acerca con su pálida expresión que lo acompañó durante las últimas semanas.

—¿Cómo te sientes, Lix? —la anciana lo agarró de los hombros, mirándole preocupada. Felix abrió sus labios para hablar, pero no salió ninguna sola palabra por lo que le quedó asentir—. Oh, cielo. Sé que duele ahora, pero las cosas no siempre son lo que parece. Después de un tiempo la vida tiene una forma de arreglarse y mejorar.

—¿E-Enserio, abuela?

—Sí, sólo mírame. He intentado deshacerme de ese auto viejo desde que tu abuelo falleció.

Felix soltó una pequeña risa.

—Te quiero, abuela —la abrazó.

—Y yo a ti, Lixie.

Aquellas palabras le hizo sentir mejor y ahora una pequeña sonrisa adornó su rostro. Ya cerca al auto lo primero que metió fue su mochila y voltear a despedirse de su abuela quien alegre alzó su mano también despidiéndose.

Nadie se dio cuenta que un paparazzi fotografió cada preciso momento, y tuvo la suerte de capturar completamente el rostro sonriente de Felix despidiéndose.

|...|

—Vaya, vaya... —habló el señor Alan a través de la videollamada en la inmensa televisor de Hwang— Lee Felix..., un lindo nombre para un lindo chico —observó detalladamente al peli-gris—. No hay duda.

—¿De dónde sacó eso? —interrogó Hyunjin. Sus padres atrás no tenía absolutamente nada que decir y sólo suspirar pesadamente.

—¿De dónde crees que lo obtuve Hwang Hyunjin? Dispatch ha tenido a toda una flota de fotógrafos encima de ti en estos últimos días.

—Lo sé, pero... —suspiró— tuve mucho cuidado.

—Esto es con exactitud justo lo que temía contigo, chico. Obviamente no te interesa hacer esta película. No lo sé, tal vez eres muy joven.

—No señor —dijo rápido—. Sí me equivoqué.

—Qué pasa, Alan, por favor... —sonrió MinJi confianzuda—. Nosotros nos encargaremos de esto.

Alan en la llamada sobó su cien.

—Bien, háganlo, háganlo. Deben de hacer que la historia desaparezca.

—¿Cómo hacemos eso? —interrogó Hyunjin.

—Le hablas a Dispatch, le ofreces una exclusiva, dices que no conoces a este chico; que sólo era un admirador que te acosaba todo el día.

El rubio miró a sus padres y luego a Alan. Tragó saliva antes de hablar.

—¿Mentirles?

—Hyunjin, esto es una empresa de espectáculos, no es la suprema corte. Di lo que tengas que decir porque te prometo... o te olvidas de este chico, o tú de la película, ¿entiendes?

Su corazón se estrujó ante lo dicho, bajó la mirada pensativo y triste. Pasó sus manos sobre sus cabellos para luego arrecostar su espalda contra el sofá botanto un gran suspiro.