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Se sintió abrumado por aquella aceleración cardíaca que tuvo a la hora que el rubio le sonrió, y más cuando le guiñó el ojo. Estuvo tan bien escuchando la música y tuvo que hacer ese gesto para aturdirlo.

Esfumando esos pensamientos, decidió salir de la habitación. Bajó las escaleras mirando por todos lados y encontrar la salida, pero cómo si es una mansión. En el primer piso mirando de izquierda a derecha opta hacerle caso a su instinto, ¿qué podría salir mal?

Más de la media noche y él no está en casa. Menor de edad y está en las calles, sin comunicación con sus padres por olvidar su celular, no sabiendo que le sucedió a su hermana, en una casa desconocida y con una superestrella sacándole de quicio, ¿algo peor podría sucederle?

Llevó su mano hacia su cuello para saber su signo vital, siempre lo hace cuando está nervioso, como ahora, que no sabe si abrir la puerta o no. Suspira fuertemente y decide abrirla, lo primero que ve son autos.

Mientras, Hyunjin ubicándose otro abrigo y corriendo por todo su casa buscó al pecoso. Estando en la habitación dónde lo dejó, agarra un pequeño gancho y se amarra sus cabellos dejando dos mechas al frente. Baja apresurado y abre la puerta más cercana. Allí estaba.

—Oye, ¿a dónde vas?

Felix volteó un poco asustado, justo revisaba los increíble tres autos.

—A dónde sea menos aquí —responde molesto, prestando su atención al rubio.

—¿Y ahora qué hice?

—Dijiste que me llevarías a casa, ¿cuándo?

—Te llevaré a casa —bufó, terminando de acomodar su chompa— ¿En cuál nos vamos?

—En ninguna.

—Bien, como quieras —rodó los ojos—. Entonces caminaremos. ¿Dónde vive tu abuela?

—Incheon.

Hyunjin rió.

—Claro, llegaremos el... lunes.

Felix bufó, pues el rubio tiene razón.

—Okay, pero hay reglas; me llevas directo ahí, me dejas y después regresas a tu vida fabulosa.

El rubio mordió su labio con una sonrisa, negando con la cabeza por la actitud del menor. Se aproxima a un auto negro y abre la puerta. Pero Felix rodó los ojos y se subió a otro auto azul.

—¿Cuál es el propósito de esto? No entiendo... —Hyunjin se acercó y tomó las llaves del auto. Luego sube aún balbuceando. Enciende el auto y con un botón ya está abriendo la puerta inmensa de la cochera, saliendo de esta. Lo que no se dio cuenta fue que una camioneta paparazzi salió detrás de ellos.

Durante el incómodo recorrido en silencio donde Hyunjin maneja y de reojo mira a Felix, mientras que éste último mantenía su mirada en las calles, el rubio decide poner un poco de música, su música, comenzando a cantarla despacio y feliz.

—Ya cállate —le dice Felix, Hyunjin lo mira y silencia la radio.

—Creí que te gustaría.

—Déjame adivinar —rió— creíste que moriría por ir en un auto con Hwang Hyunjin mientras canta un super éxito. El sueño de un admirador~ —hizo su voz fina—. Sólo hay un problema, no soy tu admirador.

Hyunjin sonó su garganta un tanto incómodo.

—¿No te gusta mi música?

—Sí me gusta tu música pero no estoy loco por ti.

𝕊𝕥𝕒𝕣𝕊𝕥𝕣𝕦𝕔𝕜 ✭ ᴴʸᵘⁿˡⁱˣ Onde histórias criam vida. Descubra agora