Permíteme Tocarte >Mirage x Crypto< #1

Progresando

Estaba en la salida de la habitación, con la puerta abierta. Habían pasado unos cuántos días desde la confesión mutua. Mirage estaba afuera ya, frente a mí.

-- ¿Estás listo? --preguntó, sonriendo.

-- Sí...

-- Muéstrame una sonrisita antes. Vamos.

Pasó sus manos por mi estómago, moviendo sus dedos, lo que me dio cosquillas y me hizo reír un poco. A los segundos alejé sus manos con brusquedad.

-- Si haces eso de nuevo, no saldré --reclamé, con expresión enojada.

-- Vamos.

Extendió su mano hacia mí, la cual acepté. Me sacó de la habitación, cerrando la puerta. Sin soltarme de la mano, caminamos por el pasillo.

Todo iba bien, me concentraba sólo en caminar y sentir la mano de Mirage con la mía.

-- Oye...

Miré a Mirage, al escuchar eso. Él estaba caminando, y parecía que no dijo palabra. Fui tomado del brazo, miré para atrás con un susto, no había nadie. ¡De nuevo está pasando! Mi respiración se aceleró, pero seguí caminando para que Mirage no lo notara. Aunque sólo pasaron unos segundos hasta que se detuvo, y me miró un poco preocupado.

-- ¿Estás bien? Estás sudando mucho de repente --dijo, levantando un poco la mano que tenía afirmada la mía.

-- Estoy bien...

Al instante sentí contacto físico en mi cintura, una mano en cada lado. Solté la mano de Mirage con brusquedad, y me alejé un poco, aunque sabía que no era él el que me estaba tocando. No era nadie.

-- No puedo hacer esto. No puedo.

-- Quiero estar más tiempo dentro tuyo... --Sentí su respiración en mi nuca.

-- ¡Mirage! --Tapé mis oídos, para tratar de parar de escuchar los gemidos que empecé a escuchar de esa vez.

Mirage trató de mantener la calma. Tomó mis hombros y me miró a los ojos, alejando mis manos de mis orejas.

-- Estoy contigo --dijo--. Yo estoy aquí, Crypto, nadie más que yo te está tocando.

-- ¡Las estoy sintiendo! ¡Haz que paren!

Cerré los ojos, a medida que sentía más reales las manos. Pero llegué a un punto en el que las sentí más conocidas y cómodas. Abrí los ojos, calmado, y miré para abajo, a mi cintura, las manos de Mirage eran las que me estaban rodeando. Luego miré sus ojos, su expresión era un poco nerviosa, pues no sabía muy bien cómo tratarme en una situación así.

-- ¿Ves que soy yo? Ese tipo no te tocará nunca más, en principio porque ya está encerrado junto con el otro.

-- ... Eso es algo que sé... Pero aún así siento que está conmigo...

-- ... Sí... Es entendible que te sientas así... Pero yo estoy acá para ayudarte a sobrellevarlo de alguna manera.

-- ...

Me acerqué a él, poniendo mis manos en su pecho, y mirando sus labios, levantando la cabeza ya que Mirage era más alto que yo. Él, captando mi indirecta, aún con sus manos en mi cintura, me besó con tranquilidad, agachando un poco su cabeza. Pasaron unos segundos, hasta que escuchamos que alguien carraspeó la garganta. Nos separamos nerviosos y miramos hacia un lado, era Gib.

-- Parece que interrumpí algo --dijo, riendo--. Hola, colegas.

-- ¡Hey Gibby! --saludó Mirage, con una sonrisa.