Permíteme Tocarte >Mirage x Crypto< #1

Adictos

-- ¿Besarme?

Inmediatamente me di cuenta de lo que acababa de decirle. ¿Ahora cómo rayos huyo? No es muy fácil hacerlo teniendo en cuenta de que tengo a Mirage encima mío acorralandome.

-- Eh, nada... --dije sin más--. Me tengo que ir, ¿podrías... salir de encima?

-- ¿Te vas tan pronto? La noche sigue siendo joven...

Al momento de decir eso, la mano que anteriormente estaba en mi rostro, fue bajando, acariciandome, hasta llegar a uno de mis pezones. Qué vergüenza me daba cuando empezó a estimularlo.

-- Eres sensible aquí ¿eh?

-- ... ¿Por qué lo di- --Me mordí el labio, tratando de aguantar gemidos.

Oh Dios, me encanta cómo Mirage me toca. Su mano disponible la guió a mí otro pezón, para igualmente acariciarlo y apretarlo.

-- ... Mirage... --Creo que no podía estar más sonrojado--. Ya para con eso...

-- ¿Por qué? Si se nota que lo estás disfrutando --Susurró.

Les juro que soy capaz de correrme sólo con su maldita voz sexy. Claro que eso nunca lo diré en voz alta.

-- ¡Que pares ya!

Se detuvo cuando le pegué una bofetada algo fuerte.

-- ¡Oye! ¡¿Y eso por qué?! --reclamó.

-- No parabas --Denoté molestia.

-- Creí que te estaba gustando ¿sí?

-- Sí me estaba gustando.

-- ¡¿Entonces por qué el golpe?!

Desvié la mirada, frustrado y avergonzado. Mirage pareció entender.

-- Oooh ¿tienes vergüenza de esto?

-- Un poco --respondí sinceramente.

-- ¿Nadie te lo hacía en tus otros encuentros o qué?

Verdad que Mirage piensa que no era virgen la primera vez que lo hicimos.

-- Yo descubrí que era una zona sensible para algunos, por lo que quise intentarlo --confesó.

-- ¿Te viste un tutorial de cómo dar placer en sexo homosexual o qué? --pregunté irónicamente.

Pero al ver que Mirage se notó avergonzado, supe que mi ironía no estaba muy lejos de la verdad. Inconscientemente sonreí.

-- ¡No te rías! --exclamó, ocultando su rostro.

-- No me estoy riendo. Lo encuentro... lindo... --dije, mirando a un lado al azar--. Aunque no me lo esperaba. ¿Por qué lo hiciste?

-- Porque me di cuenta que no sé muy bien cómo darte placer. Y me preocupaba un poco porque no era justo si tú no difu-... disfuta-... si tú no la pasabas bien.

Este viejo idiota sí que es considerado.

-- Yo tampoco te doy mucho placer que digamos --dije, algo decaído--. ¿Algún día te gustaría un oral? --pregunté directamente.

Me miró, lo miré. Nos seguimos mirando. De pronto me di cuenta de lo que acababa de preguntarle. Me sonrojé hasta arriba.

-- S-s-sólo es si t-tú quieres --¿Qué pasa Crypto? Habla como gente normal.

-- ¡No te preocupes! --Mirage se puso nervioso y empezó a mover sus manos de un lado a otro--. No me molestaría --rió falsamente.

Otro silencio. Llené de incomodidad el ambiente con esa estúpida pregunta. Ni siquiera sé cómo hacer un oral.