Corazon de Piedra

Capitulo 18

Carolina abre los ojos ve la claridad entrar por la ventana, abre muy grande los ojos al recordar donde se encuentra. Nunca había pasado la noche fuera de su casa, al menos que fuera un viaje. Volteo la cabeza despacio para buscar a Cristóbal, se sintió amarrada vio la mano rodeando su abdomen. Lo vio dormido plácidamente.

–Necesito mi teléfono –piensa.

Se deshizo de la mano de Cristóbal y salió de la cama lo primero que vio fue la camisa de esté, se la coloco y se metió al baño colocándole seguro. Se miro al espejo para darse cuenta que su maquillaje estaba corrido. Se acerco al lavamos y busco alguna crema o jabón para quitarse todo el maquillaje. Escucho como le tocaban la puerta.

–¿Carolina estas ahí? –pregunta.

–Sí, dame un momento y salgo –responde.

Se lavo la boca con listerins bocal. Se arreglo un poco el pelo con las manos para no parecer una bruja. Volvió a mirarse un momento en el gran espejo para respirar profundo y salir para enfrentar a su jefe. Abre la puerta despacio encontrándose a Cristóbal sentado en la cama mirando su teléfono. Las mejillas de Carolina se vuelven rosadas al ver a Cristóbal con solo un pantalón de dormir, puede gozar de la tableta de chocolate y sus músculos. No se ve un hombre de hacer ejercicio a diario, pero su cuerpo refleja que se cuida. Lo vio levantar la vista con una sonrisa y se levanto como un resorte caminando hace Carolina.

–Hermosa –dijo mientras la envuelve entre sus brazos.

–Gracias, lo sé –susurro cerca de sus labios– Buenos días, necesito mi teléfono que lo deje abajo anoche –explica.

–¿Quieres que te lo busque? –pregunto, Carolina no pudo evitar colocar los ojos en blanco.

–Sí, mientras me visto para irme a mi casa –responde.

–Son las seis de la mañana, quédate a desayunar –pidió.

–Primero me traes el teléfono y luego negociamos –ofrece.

–Muy bien –le planto un beso en los labios, corto y dulce al mismo tiempo.

Carolina lo vio alejarse hacia la puerta, al verlo fuera de la habitación se tiro en la cama. Pero en seguida se levanto ya que recordó que no llevaba nada deba. Vio su ropa interior en la esquina y fue rápido a colocársela, pero no le agradaba nada tener que usarla de nuevo.

–Ni modo, ponérmela al revés –susurro para ella.

Decidió caminar por la amplia habitación para curiosear sobre la vida de Cristóbal. No Vio fotos de nadie, ni siquiera de él con su hija. Cosa que le pareció extraño. La puerta se abre de golpe dejando a ver a Cristóbal con una sonrisa, se acerco y le planto otro beso atrayéndola con su mano libre. Un beso arrollador, apasionado y profundo en otras palabras quiere dejarla sin aliento por el echo de convencerla de que se quede junto a él.

Se separaron con la respiración entrecortada se miraron con deseo, pero ambos se controlaron. Carolina volvió a besarlo con delicadeza, paso sus manos por el cuello acariciando parte del cabello de esté. Se separo lentamente dejando par de besos en sus labios antes de mirarlo a los ojos.

–Anoche estuvo fantástico –susurro. Él le sonrió satisfecho con su trabajo, a decir verdad le levanto el ego. Carolina tomo distancia para abrir su pequeña cartera y sacar su móvil para ver si tiene algo importante. Vio tres mensajes ambos de su hermana.