Corazon de Piedra

Capítulo 13

La verdad es que se me olvido por ser día del padre.

Aquí les traigo otro capítulo más de esta historia que esta empezando. Si les gusta el capítulo no olviden comentar, voten y compartirlo, si les gusta el contenido pueden regresar por mas.

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Soy Jiny

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–Riquísimo el desayuno –le da un beso a su nana.

–Para eso estoy para consentirte–expresa.

Sale haca la sala recogiendo su teléfono y su cartera. Abre la puerta justo su maleta al lado, saca primero la maleta y luego sale cerrando la puerta. Ve a lo lejos el auto de Cristobal por lo que abre el portón con su aplicación móvil.

Lo ve entrar por el portón principal. Carolina agarra su maleta y baja los tres escalones para subir la maleta al auto de Cristobal. Al estar estacionado se baja con una sonrisa, cosa que descoloco a Carolina. Aunque la dejo sin respiración al verlo con una camisa de manga larga y un pantalón crema y su correa y zapatos color marrón.

–Buenos días –pronuncia.

–Buenos días –responde.

Cristóbal agarra la maleta de Carolina para dejarla en el baúl del auto. Luego regresa para abrirle la puerta.

–Gracias –dice confundida. Se sienta y se abrocha el cinturón de seguridad, luego coloca su cartera en su falda.  Ve como el le da la vuelta al auto para sentarse en el asiento del piloto. Lo ve amararse el cinturón.

–¿Cómo amaneciste? –pregunta mientras arranca su auto.

–Bien, pero con una ganas inmensas de dejarlo arrollado –responde con una sonrisa.

–Ya vera que no va a pasar nada Carolina –intenta hacerla recapacitar.

–Nada hará que cambie de opinión Cristóbal –niega con la cabeza–. Estuve hablando con mi padre y me dijo que eres un insensato, que unas pequeñas perdidas se recuperan con el proyecto terminado –explica.

Vio como Cristóbal mira su reloj de mano para luego mirar por el retrovisor y  estacionar el auto en la orilla de la carretera.

–Puedo entender a ambos, pero este proyecto no es una inversión a gran rendimiento –agarro su barbilla para que lo mirara– este es para dar incentivos y comodidad a los empleados que quieran estar mas cerca del trabajo o quieran superarse como individuo o con su familia –aclara.

–Entiendo –hace un gesto para sacar la barbilla de su mano, ya que siente que su contacto quema como el infierno– pero a que costo, ¿a tu propia salud o la mía? –indaga enojada.

–No nos va pasar nada –repite, al escucharlo lo que hace es bajarse del auto para no tener que escuchar el disco rayado, restallando la puerta del copiloto.

–Ten cuidado con mi auto –dice el bajándose enojado.

–Recapacita por el amor a Dios –gruñe–. Piensa en tu hija Victoria –vocifera.

–La reunión esta programada para mañana y ya no han tomado ni tomaran medida –explica.

–¿Y? –pronuncia.

–Que si no cierro el trato, vamos a terminar esperando mas de la cuenta. No quiero demorar mas de la cuenta –se lleva la mano a la frente–  Viniste a acompañarme y a cerciorarte que todo este en orden y tomes nota de todo –la señalo con el dedo indice–, no a formar berrinche de niña caprichosa y princesa de papá –recrimina.