El prometido de Hermione Granger

Capítulo 12: Hermione, Harry... y los Weasley.

Mil disculpas por el retraso!
Han sido semanas caóticas. Pero todo vuelve a su curso natural y actualizaré seguido. Tengo en mente otra traducción preciosa y un songfic de mi propiedad. He querido trabajar con ese tema por mucho tiempo y se ajusta demasiado bien a nuestra pareja. Gracias por la paciencia. Amor y aguante a todos! Este año tan bizarro ya se va!

Era bastante tarde cuando Harry y Hermione desaparecieron de la casa de la tía Penelope y llegaron a La Madriguera. No fue su culpa: después de haberse levantado tres horas antes de lo planeado, bajaron a hurtadillas para remodelar la cocina para que se ajustara perfectamente a los requisitos de la anciana. Encontraron una manera de hacer que las encimeras se ajustaran fácilmente a diferentes alturas, para que la tía Penelope y Alan pudieran restablecer manualmente la cocina a sus necesidades, y se habían asegurado de hacer un asiento especial para que la tía abuela de Hermione tuviera espacio para descansar. Les tomó bastante tiempo hacer la Transfiguración correctamente, especialmente porque tenía que ser utilizable para los muggles después, pero finalmente lo lograron, y cuando la tía Penelope bajó las escaleras, estaba absolutamente asombrada, en el buen sentido.

Más tarde, su mamá les dijo que nadie había visto llorar a la tía Penélope desde el funeral del tío Geoffrey, pero ese día, cuando entró a la cocina, las lágrimas cayeron libremente del rostro de la anciana, ya que no podía dejar de agradecerles. Hermione también había llorado, e incluso sus padres tuvieron dificultades para contener las lágrimas. La tía Penelope había insistido en que se quedaran para un desayuno inglés adecuado, ya que ahora podía cocinar con ellos, y con la barriga a punto de estallar caminaron hacia el césped de La Madriguera, un poco más tarde de lo habitual.

"Actúa con normalidad", le recordó Hermione a Harry, no porque pensara que él necesitaba que se lo recordara, sino porque ella misma necesitaba decirse en voz alta por qué ya no se le permitía tomar la mano de Harry.

"Claro", respondió Harry. ¿Tienes los regalos?

Hermione asintió con la cabeza, y cuando se acercaron a la puerta principal, pudieron escuchar el ruido de una gran reunión familiar que ya estaba en pleno apogeo. Compartieron una mirada comprensiva y Harry llamó a la puerta, solo para darse cuenta de que ya estaba abierta.

"¡Victoire! Victoire, no le quites esa galleta a Louise, ¡te daré una nueva! ¿Alguien ha visto a Molly? ¡¿Muchacha?!"

Ambos se rieron entre dientes ante la voz rugiente de la Sra. Weasley, que venía del pasillo, y cruzaron el umbral.

-Creo que es Molly, señora Weasley -dijo Harry, amistosamente, cuando entraron en la sala de estar. Estaba absolutamente lleno de gente: Fleur y Audrey muy embarazadas estaban sentadas en un rincón de la habitación, hablando animadamente juntas; George, Angelina y Bill se habían colocado frente a la chimenea; Jaana, Ron y Nikki se habían extendido sobre los sofás de la sala de estar y el señor Weasley estaba ocupado poniendo a un feliz Teddy en su regazo, compartiendo una conversación amistosa con Andrómeda y Percy. La Sra. Weasley corrió por la casa, persiguiendo a los tres niños pequeños, el mayor de tres años, el menor de uno y medio.

'Oh, Harry, querido. Y Hermione. Nos preguntábamos qué les había pasado, por favor, entren, ¡Feliz Navidad, por supuesto! Los besó a los dos dos veces en la mejilla y luego rugió "¿Alguien ha visto a Molly?" a través de la sala de estar.

¡La tengo, Molly! Respondió Audrey. ¡Ella está aquí conmigo!

'Oh gracias Merlín ... Si, gracias -... ¡ LOUISE QUE TE QUITES ESO DE TU BOCA! '