La mire confundido, bueno esto se había salido un poco de control, solté un bufido, lo más cercano a una risa que hubiese salido de mi boca el último mes, esta situación estaba siendo bastante entretenida aún sin mencionar el contexto.

-Creo que estás viendo cosas donde no las hay, ¿tener celos de Mike?, eso es muy extremo Hange, incluso para ti... creí que había quedado claro que al idiota que parece un perro le gustaba la idiota que es una insoportable- dije negando.

Lo dudó, pude verlo en su mirada.

-Dame entonces una explicación del porque mirabas de esa forma a Mike.- contraatacó.

-¿El imbecil no te contó?.- pregunté sarcástico, ella negó.

Esto estaba a segundos de ponerse aún más interesante.

-Mike entró en mi habitación, y secuestró mi té.-respondí molesto.

Era su turno de mírame confundida.

-¿Eso que tiene que ver?.- preguntó intentando encontrar el trasfondo de esto.

-Dejó en su lugar una nota.- me aclare la garganta, dándole a entender que las siguientes palabras no eran mías, si no de Mike.- "Si te acercas a Hange, no volverás a probar tu asqueroso té, si haces lo que te digo lo tendrás devuelta en una semana", el idiota incluso agregó al final, "Si te atreves a hablarle siquiera, lo tiraré por el desagüe". -

Explique mientras recitaba de memoria las palabras de su estupida nota, la había leído tantas veces que la memoricé antes de destruirla sin dejar rastro.

-Ese bastardo se paseaba por ahí diciéndote que me buscaras todo el tiempo, varias veces lo escuche hablar con la rubia maldita, burlándose... no creían que soportaría dejar de hablarte durante una semana.- dije con burla.

Esos infelices me la pagarían, ya había pasado una semana y el té había sido devuelto, pero para sorpresa mía, no había visto ni una sola vez a Mike o a Nanaba.

Bastante sospechoso, ¿no?... ¿ahora tenían miedo o por que se escondían?

Observé a Hange abrir la boca, y volverla a cerrar, sin decidirse a qué decir.

El ruido de las calles aledañas estaba siendo un distractor enorme, había gritos de vendedores en todos lados, gente avanzando sin parar, y aún más gente entrando de un lado a otro.

Finalmente pareció haber encontrado las palabras que buscaba.

-¿Devolvieron el té?.- preguntó con preocupación.

-Esta mañana al volver del entrenamiento ya estaba de regreso en su sitio, tuve que revisar su contenido, no confío en ese par... aunque todo estaba en orden.- dije asintiendo.

-Qué alivio.- dijo suspirando.

-¿Qué alivio?, ¿es lo único que vas a decir después de casi arrastrarme hasta aquí y culparme de estar celoso?.-sí, era mi turno de ponerme dramático.

-¿Qué más quieres que te diga?.- preguntó.

-¿Una disculpa no te suena a algo más apropiado?.- dije cruzándome de brazos.

-Una disculpa es lo que tú deberías de darme a mi, toda la semana estuve preocupada por tu actitud, nunca te acercaste, ni dejaste una nota, no pude estar completamente enfocada ya que te vi claramente ignorarme una y otra vez. Y aunque ahora lo entiendo aún así no puedo dejar de sentir esta presión inexplicable en el pecho. ¿En verdad estás molesto?.- preguntó colocando una mano a la altura de su torso.

-No puedo creer esto... en verdad que no. ¿Acaso piensas que soy igual que ese idiota?, claro que no estoy molesto.
Sabía que tu estúpida investigación estaba tardando más de lo normal, ¿una semana con Mike?
Es insultante el simple hecho que hayas pasado más de tres días con él intentando investigar algo que puedes hacer tú sola en un día.-

-Levihan- OneShots en EdiciónWhere stories live. Discover now