Capítulo 4

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Un par de semanas transcurrieron. Fueron días llenos de cambios y ciertas distancias. Donatello se había distanciado un poco de los demás, aún en su cabeza no cabía aquello que había presenciado. Sin embargo... La compañía de Raphael había comenzado a presentarse más. Pasaban mucho tiempo juntos, incluso, Raph ya tenía un asiento en el laboratorio, cerca de él... Era algo lindo.

Sabía que era algo difícil para Donnie de comprender o lidiar, entonces Raphael decidió ayudarlo a distraerse con lo que sea, un invento, la televisión, lo que sea. No quería verlo confundido o asustado de Leo y Mikey ahora.

Sin embargo, no era miedo lo que sentía en sí... Era envidia, total envidia que no podía contener. Y le molestaba sentir eso, porque él no era ese tipo de persona, nunca envidiaba nada de nadie... Pero esto, ver como ambos se compartían su mutuo amor sin pena... Él quería eso.

- Vaya Raph, eres bueno con las herramientas. - le dijo Don al de rojo, que le están ayudando a construir un vehículo nuevo.

— Ya después de verte por años, uno que otro truco te aprendes. — Sonrió leve Raph al menor de ambos.

- No tenía idea de que sabías. - le miró, alzando una ceja y sonriendo. - Bueno, tienes talento.

— Jej no sé sus nombres, sólo sé que es el que necesitas. — Dijo con gracia.

Soltó una risilla suave, asintiendo. - Al principio pasa, pero aprendes. Además, es bueno que alguien más en la familia aprenda de mecánica. - levantó una ceja.

— Me gusta usar las máquinas, construirlas no tanto. Me desespero. — Decía al darle la herramienta con una risilla.

- Es relajante, bastante terapéutico para mí. - se fue debajo de la máquina, para revisar como estaba. - Además, me alegra verlos a ustedes utilizar lo que construyo, aunque a veces sean un poco descuidados.

— Pues, si lo ves del lado literal, hubiéramos muerto muchas veces sino hubiera sido por ti. Muchos inventos nos han salvado. — Decía Raph.

- Bueno, eso es cierto, al menos sé que el tiempo que uso para esto es bastante útil. - revisaba más la zona de abajo del vehículo.

— Lo es, a veces hasta pena da cuando Shredder o los otros los destrozan o dañan fuerte. — Dijo el rojo.

- Por eso, mis pobres creaciones son arruinadas. - hizo una mueca, saliendo ya de abajo del vehículo, con grasa de auto manchada un poco en su rostro.

— Bueno, al menos les devolvemos el favor cuando arruinamos sus planes o destruimos sus propias naves. — Sonrió leve Raph.

Soltó una risilla, tomando una toalla para limpiar su rostro. - Bueno, creo que ha sido mucho trabajo por hoy. - miraba el vehículo. - Splinter ya no me permite pasar más de 7 horas aquí, así que, creo que es mejor que vayamos con los demás.

— No sé a qué, no hay nada qué hacer con ellos ni para platicar. — Dijo el más fuerte con una mueca.

- Bueno, podemos hacer algo que te guste a ti. - tomó su botella de agua. - ¿Películas? ¿Entrenamiento? - le daba opciones aquel, aunque no lo conocía demasiado.

— Creo que una película está bien. Tanto trabajar con tus proyectos y entrenar puede ser agotador. — Sugirió.

- Bien, una película será. Ahora que lo pienso. - este llevó una mano a su barbilla. - ¿Qué tipo de películas te gustan? - preguntaba al caminar a su lado mientras salían del laboratorio.

— Me gustan las de acción, ya sabes, algo de adrenalina. — Sonrió leve. — Me imagino que te gustan las futuristas o algo así.

- Así es, aunque también me gustan las de terror, las antiguas. - miró hacia la sala... Suspiró profundo al ver allí a sus otros hermanos junto a Splinter.

The Ideal InstinctWhere stories live. Discover now