Introducción.

1K 124 29
                                    

Youngjae.

Domingo por la mañana, único día de la semana que tenía libre y no debía ir a trabajar. Me desperté a las once y después de salir del baño fui directo a la cocina. Al entrar me encontré con mi compañero de apartamento y le saludé con un simple "hola", el cual fue respondido de la misma manera. A los cinco minutos después él salió para ir a comerse su desayuno en el salón.

Mi compañero Jaebeom y yo llevábamos viviendo juntos un año y tres meses. No era demasiado tiempo, pero sí el suficiente como para hacerte amigo de una persona. La cosa era que nosotros no éramos amigos y parecía que eso estaba lejos de suceder.

Cuando empecé a trabajar y a ganar una cantidad aceptable de dinero, decidí que lo mejor sería independizarme. No tenía ningún problema con mis padres, es más, mi relación con ellos siempre fue buena, pero quería hacer mi vida solo y madurar más en otros aspectos. Cuando empecé a buscar un apartamento donde vivir, me encontré una publicación de un chico que decía que necesitaba un compañero para poder pagar entre los dos el alquiler y así tener menos gastos. Pensé un poco en si sería buena idea empezar así y ya cuando en un futuro ganase más dinero irme a vivir solo. Por lo que al final opté por hablarle al chico y decirle que estaba interesado. Y todo fue más rápido de lo que pensé, porque una semana después de hablar con él ya estábamos viviendo juntos.

Al principio, mi actual compañero, parecía simpático. El primer día que estuve aquí fue el día que más habló conmigo porque me mostró todo el apartamento, la habitación que me correspondía, también me contó que era profesor de música en una universidad, cosa que me agradó bastante porque al yo ser profesor de piano en un conservatorio eso nos podía unir más, y para finalizar me dijo que procurase ser limpio y ordenado con todos los lugares de la casa, exceptuando mi habitación porque al ser mía la podía tener como quisiese.

Y bueno, como decía, al principio parecía simpático, incluso creí que era hablador, pero no pude estar más equivocado. Los siguientes días de la semana él pasaba olímpicamente de mí, solo me hablaba cuando era necesario y su trato era cordial, para nada amistoso. Me preguntaba qué era lo que le pasaba, hasta que me di cuenta de que no era que le ocurriese algo, sino que esa era su forma de ser y que él no buscaba un amigo con el que compartir un apartamento, sino un compañero que pagase la otra parte del alquiler y le hiciese gastar menos dinero. Él no necesitaba mi amistad y, aunque ambos amábamos la música y teníamos varios gustos en común, eso tampoco parecía ser suficiente como para querer acercarse más a mí e interesarse un poco por mi vida y por mí en general.

Nunca intenté mantener una amistad con él, con la actitud que tenía conmigo me quedaba claro que iba a ser una pérdida de tiempo esforzarme en ser su amigo, así que simplemente procuré durante todo el año que llevábamos viviendo juntos ser un buen compañero y hacer que la convivencia conmigo fuese agradable y fácil, lo cual logré con éxito cuando el día en que hacía un año desde que empecé a vivir en este apartamento él me llamó y me preguntó si quería seguir viviendo con él o marcharme. Me estaba dando la opción de continuar aquí y eso solo significaba que a pesar de que no tenía ningún interés en que fuésemos cercanos, al menos como compañero le había agradado, porque sino en ningún momento me hubiese dado la oportunidad de quedarme.

Decidí aceptar vivir un año más con él y ahora este era mi tercer mes de ese año viviendo junto a Jaebeom. La verdad era que me había acostumbrado tanto a su personalidad fría y distante que no me molestaba ni me resultaba rara. Es más, había aprendido a tratarle de la misma forma y para mí ya era algo natural, incluso el solo pensar en ser cercanos me parecía una idea bastante loca, algo impensable. Ambos estábamos bien así y nos sentíamos a gusto, no había necesidad en hablar de más o de estar pasando mucho tiempo juntos. Los dos sabíamos qué tareas teníamos que hacer en el apartamento, éramos ordenados, cada uno teníamos un día a la semana para ir a comprar y también conocíamos a la perfección el horario del otro. En este lugar se respiraba paz y tranquilidad, nunca habíamos tenido una discusión o desacuerdo y con eso estábamos más que satisfechos.

Salí de la cocina y vi a Jaebeom sentado en el sofá mientras miraba la televisión con desinterés. Los domingos él solía estar todo el día fuera porque pasaba tiempo con su novio, y esta era una de las pocas cosas personales que sabía sobre él porque el primer día que hablamos para acordar si me iría a vivir con él o no me dijo que era gay y que si no respetaba eso entonces no podía aceptarme como compañero. Obviamente le respondí que no tenía ningún problema con eso, ya que no me parecía mal y de paso también le confesé que yo era bisexual. Esa respuesta le hizo estar más seguro de que hacía bien en dejarme vivir aquí y pues había acertado por completo, ya que nuestra convivencia era buena.

Jaebeom era un chico de pocas palabras, reservado, serio y desconfiado. También había cosas buenas que decir de él, pero era una persona tan distante que no podía pasarlo por alto. Suponía que con sus amigos sería todo lo contrario a lo que era conmigo, pero aunque fuese así conmigo, al menos confiaba en mí para vivir en el mismo lugar que él y eso era un logro.

Me senté en el sofá con Jaebeom manteniendo una distancia aceptable entre nosotros, era de los pocos momentos que pasábamos juntos durante el día, solíamos desayunar y cenar juntos, pero no hablábamos mucho, solo lo esencial. Observé que mi compañero estaba ya terminando su tostada y eso significaba que se iba a ir en breve a arreglarse para luego marcharse con su novio, el cual no conocía. Solo sabía que se llamaba Yugyeom porque me había dicho su nombre en algunas ocasiones, pero nada más. El nombre de su novio me recordaba a mi ex novio porque se llamaba igual y eso no me agradaba demasiado, ya que mi ex y yo no terminamos de la mejor manera, pero nunca me animé a decirle eso porque me parecía que sería irrelevante para él esa información.

Al terminar de comer, se levantó y fue directo a la cocina a dejar su plato y taza, después de eso salió y se dirigió al pasillo que daba hacia las demás habitaciones, pero antes de que pudiese adentrarse en este, le hablé y paró sus pasos para mirarme.

—¿Te vas con Yugyeom? —pregunté a pesar de que ya sabía la respuesta.
—Sí. —asintió.
—Desde que vivimos juntos nunca has traído aquí a tu novio, estaría bien que un día lo hicieses y me lo presentases, ¿no?

Esa idea acababa de pasar por mi mente y con la misma rapidez que se me había ocurrido también se la había dicho.

Jaebeom me miró un tanto sorprendido y la verdad es que me parecía normal porque nunca había mostrado interés en su novio ya que no lo conocía, pero llevaban un par de años juntos y que en este año que llevaba aquí no lo hubiese traído ni una sola vez me parecía muy raro, pero entendía que lo hacía para no molestarme a mí, porque yo tampoco traía a otras personas.

—¿En serio quieres conocerle? ¿No te molesta que venga aquí? —alzó las cejas.
—Claro que no me molesta, es tu novio y tiene derecho a venir de vez en cuando. —contesté muy seguro de mis palabras.

¿Qué tendría de malo que viniese y nos conociésemos?

—Pues, en ese caso... ¿Te parece bien que venga hoy? Nuestro plan era ver una película en su apartamento. —cambió su expresión a una neutral.
—Me parece bien, podéis verla aquí. —aseguré.
—Genial, se lo diré.

Y dicho eso, desapareció de mi vista al entrar por el pasillo.

Me daba mucha curiosidad conocer al chico que tan enamorado le tenía y también quería ver de qué manera se comportaría con él mientras yo estuviese delante, aunque seguro que se guardaría sus muestras de amor para cuando me fuese a mi habitación, pero de todas formas quería comprobarlo. Además, era probable que fuese a llevarme bien con él y, tal vez si llegásemos a ser amigos podría presentarme a otras personas y quizás encontraría el amor. Y no, no estaba desesperado, pero tres años y medio soltero no me estaba sentando bien, quería tener a alguien con quien compartir todo el amor que tenía guardado y retenido dentro de mí, y con mis amigos no podía mostrar todo ese amor. Pero bueno, Yugyeom iba a venir esta tarde y mientras el momento no llegase solo podía desear que nos llevásemos bien.


»Y justo aquí y por esa estúpida idea que tuve, la paz y la tranquilidad que reinaban en el apartamento se esfumaron por completo.«


____________________

Nueva historiaaaaa.

Espero que os guste mucho y la apoyéis. Muchas gracias a quienes la vayáis a agregar a la biblioteca y leer 💕💕💕

En unos días publicaré el primer capítulo.

Compañeros [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora