CAPÍTULO 22- The end?

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Pov’s Hope

Tras haber sido apuñalada por mi novio (y actual ex novio, por si no quedaba claro), haber estado muerta un minuto entero y haberme pasado semana y media en el hospital, por fin me dieron el alta y pude volver a la universidad.

La herida ya había cicatrizado, pero la marca estaría ahí por siempre…

Creo que en parte me vendrá bien, para recordarme que no me haga la valiente y que cuente con la gente que me rodea.

El pueblo ya estaba en paz, el asesino estaba muerto y por ahora no había de qué preocuparse.

(…)

Estaba en la habitación leyendo un poco cuando Kim entró:

-Hola pirada, ¿cómo te encuentras?

-Ya ha pasado una semana y media y he pedido perdón… ¿podrías dejar de llamarme pirada?

-No; el susto que nos diste casi nos mata y a ti te mató, así que calculo que te llamaré pirada por al menos… dos meses.

Suspiré cansada y me recosté en la cama.

-Hey, tengo una sorpresa para ti; levanta tu culo y sígueme.

-¿Qué? ¿A dónde vamos…?

-A nunca jamás, ¡que te levantes te digo!

-Vale, vale, lo siento sargento- dije mientras me levantaba de la cama y me ponía los zapatos.

Kim rodó los ojos y salió por la puerta. Salí de la habitación y la seguí.

-Oye- dijo mientras caminábamos-, todo ese rollo de volver a la vida…

-Ya empezamos otra vez…

-¡No he empezado nada! Sólo que, ¿no te parece extraño que murieras y como si nada volvieras a la vida? ¿Crees que tiene algo que ver con- susurra- tu don?

-Primero, sí que fue raro, ¿vale? Aunque estuvo bien poder tocar a Verónica por fin y poder abrazar a Katherine por última vez; y segundo, sé lo básico sobre mi don, es posible que haya más cosas detrás que aún no sepa, cosas como las que pasaron ese día en el hospital…

-Pues habrá que investigar- dijo con una sonrisa-.

(…)

-Bien, cierra los ojos.

-Estamos delante de la sala de música y me pides que cierre los ojos… ¡Como Trevor se acerque a mi piano le corto las manos!

-Relájate vaquero, ni rastro de Trevor aquí; tú sólo confía en mí y cierra los ojos.

Le hice caso y cerré los ojos. Me guió dentro de la habitación y una vez que paramos me dio permiso y abrí los ojos.

Delante de mí se encontraba un piano, pero no mi piano, sino uno totalmente nuevo y con un lazo rojo encima.

-Ha sido la universidad, por el incidente y porque pensaron que el otro estaba demasiado desgastado.

-No… no tengo palabras…

-Pues yo lo que haría sería dar las gracias a los profesores.

-Sí lo haré, claro- me giré y le abracé-. Gracias por enseñármelo.

-Soy tu amiga, y además, los profes estaban ocupados. ¿Te apetece tocar un rato?

-¡Sí, me encantaría!

-Vale lo suponía; voy un momento a por unas cosas, luego vuelvo.

Kim salió de la sala de música y yo me moví hacia el piano. Me senté y pasé mis dedos por las teclas.

Cuando fui a empezar a tocar, una voz a mis espaldas me frenó en seco:

-Sabía que estarías aquí mi amor, nada más enterarme de lo del piano vine corriendo. Qué pena que no puedas verme ni oírme… habríamos pasado una bonita eternidad juntos. Bueno, me conformaré con admirar tu belleza y escuchar tu dulce voz.

Me giré lentamente y entonces, al ver a Scott sentado en una de las sillas, caí en la cuenta de que ahora estaba muerto, y que yo lo vería y lo escucharía hasta que decidiera marcharse al más allá.

-No me jodas…- dije mirándole.

Él se percató de que le miraba y puso una cara entre sorpresa y satisfacción:

-Me han salido las cosas muy bien; ¿cómo es que me ves Hope? No me malinterpretes- rió-, no me quejo de que me veas, es sólo… sorprendente- dijo con una sonrisa.

-Tengo el don de ver fantasmas desde que soy pequeña, pero eso a ti no te interesa- me levanté del asiento del piano y caminé hacia él-. Hazte un favor a ti mismo y lárgate ya de aquí.

-¿Sabes lo que pasa Hope? ¿Por qué debería irme si ahora puedo estar contigo siempre?- dijo con sorna.

-No lo entiendo, eres una persona despreciable, no mereces encontrar la paz.

-Bueno, puede que al final no sea tan despreciable como pien-

Un viento empezó a soplar por la habitación y de la nada, una especie de nube negra se abrió detrás de Scott.

No había visto nunca nada igual, era como si una tormenta se hubiera abierto paso en la habitación. Pero a diferencia de una tormenta normal, de esta nube negra empezaron a salir manos esqueléticas, eufóricas de enganchar a su víctima.

Scott empezó a ser atraído por la nube hasta que las manos empezaron a enganchar sus extremidades y a llevarlo dentro de ella.

-¡Qué está pasando! ¡Hope, ayúdame!- gritó aterrorizado.

Me lo quedé mirando y respondí, en un susurro:

-Hasta nunca Scott.

Las manos lo arrastraron hasta que desapareció dentro de la nube y como vino, se fue. El viento paró y la nube se desvaneció.

-No adivinas a quién me he encontrado en el- Kim se interrumpió, mirándome dudosa-. ¿Y esa cara? ¿No te ha gustado el piano?

-Acabo de ver como una nube negra con manos esqueléticas se lleva a Scott a no sé dónde; no, no es el piano.

-Joder es verdad que al morir… Pero entonces… ¿se ha ido por fin?- preguntó.

-Creo… creo que sí…- dije mirándola- Se ha ido para siempre.

Kim me abrazó cariñosamente, con cuidado de no hacerme daño.

Finalmente dijo:

-Ven vamos a la cafetería, te invito a la comida.

-Sí- sonreí-, me vendría bien.

Y marchamos dirección a la cafetería. ~~~

Hola gentesita, ¿qué tal todo? ¿Cómo va la pandemia donde vivís?
Espero qué estéis sanos vosotros y vuestros familiares.

Estoy segura de que no habíais caído en que al morir Scott se le aparecería a Hope pero... ¿qué es esa nube? ¿Qué significa y a dónde lleva?
Me encanta dejar incógnitas jajaja.

Bueno respecto a mí, por ahora no tengo exámenes así que intentaré ser más constante.

Y nada, que os vaya todo bien y nos vemos en unos días, besitos <3

Sara ^-^

El donWhere stories live. Discover now