CAPÍTULO 2- Presentaciones

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Ahora que conocéis mi secreto, es hora de que me conozcáis a mí: como ya sabéis, me llamo Hope Williams, vivo en Cooperstown, el típico pueblo de 2.000 habitantes en el que todo el mundo se conoce y los rumores se expanden rápido; y voy a la University of Cooperstown, la única universidad en el pueblo. Esta tiene una residencia universitaria en la que estoy viviendo desde hace un mes.

Los únicos que conocen mi secreto son mis padres y mis tres mejores amigos: Verónica (la fantasma), mi compañera de cuarto Kim, una chica morena, extrovertida y muy melodramática y Trevor, majo, inteligente y muy gracioso.

(…)

Estaba en mi cuarto haciendo mis deberes de matemáticas junto con mi compañera/mejor amiga Kim, que estaba en su cama tumbada mirando su móvil cuando una voz a mis espaldas me sobresaltó:

-¡Buenas!- gritó Verónica.

-¡Mierda!- dije asustada.

-¿Es Vero, verdad?- preguntó Kim sin despegar sus ojos del móvil.

-Sí… es Vero.

-¿No te alegras de verme o qué? Ya sabes que no tengo otra persona con quien hablar… que esté viva… ¡Y el otro lado es aburrido!- dijo sentándose en mi cama.

-Ya lo sé, pero ya te he dicho que no me asustes así.

La puerta de nuestro cuarto se abrió y apareció Trevor.

-¡Hola nenas! ¿Cómo os va la vida?- se acercó a mi cama y antes de sentarse le paré:

-¡No te sientes! Vas a aplastar a Vero- miró a la cama y luego me miró a mí con gesto interrogante-. Un poco a la derecha, sí ahí.

-Bueno Hope, en realidad he venido a enseñarte algo- dijo Verónica mientras se levantaba-. Vamos, sígueme.

-Espera, espera; dentro de 15 minutos tengo clase, ¿qué quieres enseñarme?

-Será rápido vamos, está en la sala de música. Por favor- me rogó haciendo pucheros.

-Bien- dije rodando los ojos-, iré…

-Te ha puesto los pucheros seguro- dijo Trevor-. Eso es jugar sucio Vero, ya sabes que no se resiste a tu cara de cachorrito.

-Lo sé, por eso lo he hecho- dijo Verónica riendo.

-Dice que lo sabe, que por eso lo hace. Manipuladora- murmuré.

-Te he oído.

-Lo sé- me acerqué a la puerta y la abrí-. Nos vemos en biología, ¿vale?

-Hasta luego alienígena- dijo Kim.

Rodé los ojos otra vez y salí de la habitación. Cuando giré me topé de frente con un fantasma, ya se me hacía más fácil diferenciarlos.

Por su cara de susto, deduje que era un ghostface, así que empecé mi discurso de siempre con calma:

-Hola, mi nombre es Hope y tengo un don.

-¿Dónde estoy? ¿Quién eres y qué es ese don?- dijo el chico.

-Vale, primero: ¿te acuerdas de cómo te llamas?

-Soy Héctor… ¿qué me ha pasado?- preguntó preocupado.

-No quiero que entres en pánico, ¿vale?- hice una pausa y seguí-. Mi don me da la habilidad de ver… fantasmas.

-Pero yo- se rió- yo no estoy…- me miró silencioso y se llevó las manos a la boca-. Oh Dios lo recuerdo. Estaba caminando en el bosque de detrás del ayuntamiento como todos los fines de semana y, y me caí…

El donWhere stories live. Discover now