EPÍLOGO- Familia

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18 años después

-Kat, ¡prepárate! Los tíos nos espera.

-Solo me faltan los zapatos mami, pero no los encuentro.

-Están debajo de tu cama ratita- dijo Verónica.

-¡Gracias tía Vero!

Entiendo que estéis confusos, han pasado muchas cosas durante estos dieciocho años, pero os lo explicaré todo.

Tras acabar la universidad, empecé a trabajar como periodista en el Cooperstown Post y ahí conocí a Adam; llevaba un tiempo trabajando allí y me ayudó mucho.

Empezamos a pasar mucho tiempo juntos y un día me pidió salir.

Con el tiempo le presenté a mis amigos, a mis padres, él me presentó a los suyos y decidí contarle mi secreto. Tenía miedo de su reacción, pero si decidía romper conmigo no se lo echaría en cara, no todos los días alguien te dice que ve muertos.

Pero no se asustó, sino que me aceptó. Años después me pidió matrimonio y tuvimos a la pequeña Katherine, de ahora siete añitos; sí Katherine, no necesito explicaros por qué.

 
A medida que fue creciendo, no pasó nada inusual; pero cuando cumplió seis años todo comenzó:
 
Estaba sentada junto con Verónica en el salón leyendo un poco cuando Adam volvió de natación con Kat.

-Hola mi amor- Adam me besó y se marchó a la cocina a preparar la cena.

-¡Hola mami!- me dio un beso en la mejilla-.
Hola, mami no nos ha presentado, soy Katherine, ¿y tú?- dijo en dirección a Verónica.

Vero y yo nos miramos sorprendidas, y luego ella habló:

-¿Me-me ves?

-Sí, ¿por qué no debería?...

Siempre había barajado las posibilidades de que Kat tuviera mi don, pero como Adam era alguien completamente normal, Kat también podría serlo.

Me acerqué a mí hija y le hablé:

-Nena, ¿recuerdas del don de mami que te hablé?

-Que podías ver personitas que otra gente no podía.

-Pues tú también eres especial, ¿sabes por qué?

-¿Por qué mami?

-Porque esta chica- miré a Vero-, se llama Verónica y es una muy buena amiga de mami, pero sólo tú y yo la podemos ver.

-¿Papi no puede?

-No cielo, papi no puede.

 
Fue difícil al principio, pero al menos mi hija tuvo a alguien que sí que la entendía.

Y un año después, Verónica se ha convertido en parte de la familia de mi hija y ella lleva bien el tema fantasmas, demasiado bien diría yo. Kat averiguaba siempre a la primera quien era un fantasma y quien no y sabía calmar a los WWE bastante bien. Incluso una vez me pareció verla de la mano con un fantasma… Fue algo raro; ¿cómo alguien vivo era capaz de tocar a fantasmas?
En ese momento supe que era más especial que yo.

 
-Venga vamos al coche que papi nos espera, y recuerda que si ves a alguien o alguna persona te quiere molestar-

-Tengo que decírselo a mami- se puso los zapatos y se acercó a Verónica-. Tía Vero, ¿puedes venir hoy en el coche con nosotros porfi?

-Claro pequeña, vamos.

Salimos de nuestra casa y nos subimos al coche.

-¡Papi, hoy la tía Vero viene con nosotros en el coche!

-Que guay peque; hola Verónica.

-Buenas Adam.

-¡Te ha dicho que hola!

Nos reímos y nos dirigimos a la casa de Kim.

(…)

Una vez allí, llamamos a la puerta y Kim nos abrió.

-¡Hola chicos! Hola pequeña- Kat se lanzó en los brazos de Kim y la abrazó.

-¡Hola tía! ¿Dónde está Zackaryan?

-¡Aquí!

El hijo de Kim y Tyler salió de detrás del sofá con dos churros de piscina como espadas.

-¡Mami!- me gritó tirando de mi camiseta- ¿Puedo ir a jugar con Zacky a los piratas?

-Claro ve, pero ten cuidado.

Salió corriendo hacia Zackaryan y los dos subieron al piso de arriba.

-¿Dónde están Tyler y Trevor?

-En el jardín de atrás, pasad- se apartó de la puerta y nos dejó entrar-. ¿Ha venido Verónica al final?

-Sí, está aquí.

-¡Hola Vero!

-Hola Kim- dijo la susodicha.

-Te ha dicho hola.

Nos dirigimos a la parte de atrás donde estaban Trevor y Tyler charlando.

-¡Hey, hola familia!- nos saludó Trevor-. ¿Cómo está la pequeña Hope?

-Bien, jugando con Zacky arriba- me giré para saludar a Tyler-. Hola padre de familia.

-Hola Hope; Adam- se estrecharon la mano.

-Hola Tyler, ¿qué tal el trabajo?- preguntó Adam.

-Bien, tirando.

Y así nos pasamos todo el día, riendo, charlando como la familia que somos.

Me he dado cuenta del poder que mi hija desprende, Verónica también y Adam también. Si yo era especial, ella es mucho más y por eso tengo que protegerla con mi vida.

No creo que esto sea el final de esta historia, mi hija todavía es una niña y aún así, percibo en ella algo más... Lo mío es un don pero ella, creo que tiene un poder muy especial.

Todavía no sé en qué consiste pero lo que sí sé es que debo guiarla, ayudarla y protegerla con mi vida.

Espero veros muy pronto, saludos:
 

Hope.

El donWhere stories live. Discover now