Tal para cual... Generación 2.0

Capítulo 19 (Facundo)

El lunes, estoy subiendo las escaleras de la facultad de derecho cuando escucho la voz de Zoe que me llama. Miro sobre mi hombro y la veo que viene a mí corriendo.

Dudo por un momento el seguir caminando, pero ya no estoy tan enojado con ella. Después de todo me ayudo con Pia.

—¿Estás sordo? Te estoy llamando desde que subiste el primer escalón.

—No te escuche. —le digo y sigo subiendo escalones.

—¿Seguís enojado conmigo? —comienza a caminar a la par.

—Cada vez menos. —le contesto sin mirarla.

—Dale Facu. Sé que fue una pendejada, pero no salió nada mal. ¿Está todo bien con Pia, no?

—Estamos muy bien.

—Contame. Quiero saber todo.

—Eso. Estamos muy bien.

Zoe resopla, ahora la que se esta enojando es ella. Entramos en la facultad y nos vamos al aula en la que tenemos que cursar. Milagrosamente somos unos de los primeros. Solo están unas chicas que son pareja sentadas al frente de la clase.

Nos acomodamos en el mismo banco de siempre.

Zoe no pronuncia palabra. Efectivamente se enojó.

—Gracias —le digo sin mirarla—. Sigo pensando que no fue la mejor forma, pero hiciste que me termine poniendo de novio con Pia.

Zoe me mira de reojo y sonríe.

—¿Entonces están juntos?

—Sí, ya te lo dije.

—Pero no me contaste nada...

—Ni te voy a contar...

El resto del alumnado comienza a llegar, casi al mismo tiempo y detrás el profesor; así que ahí se termina la charla. Aunque Zoe no está de acuerdo con eso. Ella sigue insistiendo que quiere saber todo.

Cuando salimos salgo disparado para ir a buscar a Pia y verla, aunque sea un ratito.

La encuentro saliendo de la facultad con sus dos compañeras. Pia al verme me regala la sonrisa más maravillosa del mundo.

—Hola bombón... —le digo cuando llego a donde está ella.

—Hola lindo. —me dice y se acerca para besarme. Las dos chicas que están con ella la miran sin entender que es lo que está pasando y una de ellas le murmura a la otra.

—¿No es que era gay?

Cuando escucho eso, la miro a Pia y ella me sonríe levantando los hombros. Es hermosa.

—Chicas, se la voy a robar un rato.

Las amigas de Pia me miran con la boca abierta y asienten con la cabeza.

La tomo a Pia de la mano y me la llevo.

—¿Cómo estás hermosa?

—Bien. Fue un mañana larga. ¿Vos?

—Yo bien. Estuve hablando con Zoe.

—¿Ah, sí? ¿No le habrás contado que nosotros...?

—No. ¿Cómo le voy a contar? Solo le dije que estamos muy bien. —Ella me sonríe.

—¿Vamos a almorzar algo? —le pregunto abrazándola por la cintura y pegándola a mi costado.

—Dale, pero algo sencillo, me tengo que ir al hospital.