43.

3.4K 199 20
                                    

Hola niñas.

Sé que he estado perdida, pero tengo mis razones personales y la verdad últimamente no me he sentido en mi mejor época.

Aquí les traigo el nuevo cap, espero les guste.

Procuraré no tardar en subir los próximos, de verdad intentaré.

Por cierto, no se les olvide pasar por mi otra historia: "Sobre el ring" que está en mi perfil.

Este capítulo se lo quiero dedicar a @alweys_smile, por estar tan pendiente de esta historia y por su entusiasmo.
———————————————————

Tomo su brazo y casi por reflejo, con mi mano libre tomo mi abdomen; Como previniendo que nada se escapase de mi estómago a causa de los nervios que me invadían en este momento y recordándome a mi misma que debía respirar, así el corsé me pusiera la tarea cuesta arriba.

El aire detrás de las grandes puertas marrones tradicionales estaba más frío de lo normal, pero los murmullos y la música clásica al otro lado del umbral me dejaba saber qué a tan solo unos cuantos pasos el ambiente iba a cambiar. Entre mis cejas, un leve cosquilleo se había plantado; De esos que causaban incomodidad a la luz y que preveían una futura jaqueca de muerte.

—Te sientes bien?— Murmura Noah a mi costado, de seguro notando el hecho de que me estaba removiendo incómoda.

Más de lo normal.

—No sé qué tan buena idea fue hacer esto— Profeso a sólo escasos segundos de cruzar el umbral directo a un salón lleno de gente importantísima —, No sé que estoy haciendo.

La cruda moral me llega y entonces recuerdo que apenas hacía 24H estaba jurando odiar a Noah. Sí, al mismo con el que me había agarrado a besos y manoseos en un cuarto diminuto a sólo metros de aquí. Mi firmeza era patética, y aún más lo era mi fuerza de voluntad.

—No quiero hacer esto— Replico de nuevo bajo la mirada desconcertada del castaño —, No, en definitiva no quiero hacer esto.

Suelto su antebrazo, muevo mis manos hasta mi pomposa falda y doy un giro de 180° camino al par de escaleras más cercanas. Sin embargo y como era de esperarse, Noah no me lo permite y sosteniéndome de la muñeca me detiene al haber dado sólo un paso de distancia.

—Hey hey hey, alto ahí doncella— Me jalonea de vuelta y me obliga a mirarle directamente a los ojos —, No puedes huir Emilia. Ya estamos aquí, ¿Qué es eso tan malo que podría suceder como para que escapes?.

Una infinidad de posibilidades cruza mi cabeza pero sólo consigo encogerme de hombros y decir la cosa más incoherente que se me atravesaba.

—Yo no debería estar aquí Noah. Este no es mi lugar, esto simplemente va a salir mal.

Advierto pero se niega.

—Este sí es tu lugar Emilia, tu lugar está junto a mí— Suelta en un tono de desdén romántico que acompaña con una expresión de cachorro enternecido y por reflejo automático relajo mi cuerpo, logrando suavizar su potente agarre contra mi muñeca —, No puedes dejarme, por favor.

Susurra en un ruego perdido y aclamado que me ablanda y que termina por hacerme retroceder.

—Sí algo pasa y yo—

—Nada va a pasar— Saca su mano de mi muñeca y la lanza hasta mi mejilla, acunando mi rostro entre el calor de sus palmas —, Es un maldito baile Emilia, el más aburrido con el que te toparas de seguro. Pero nada va a suceder.

Matrimonio a la rentaWhere stories live. Discover now