Matrimonio a la renta

48.

Aquí estoy de nuevo hermosas!

Esto cada vez se pone más extraño. ¿Ustedes que creen? ¿Noah y Emilia si se casan, o eso caduca antes de tiempo? ¿Que creen? ¡Déjenmelo saber!

Por último, sobre el ring sigue avanzando en sus capítulos. ¡Será la historia a la que me dedicaré esta temporada entonces espero verlas por ahí también!

Sin más que decir, las quiero chicas y disfruten de este capítulo.
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Me veo en el espejo luciendo un sencillo vestido blanco sin cola, sin mucho encaje o brillo, en satín que si bien abrazaba mis curvas con decencia, no representaba lo que alguna vez había soñado para el día de mi matrimonio lo que me termina entristeciendo y Lorelei a mis espaldas se da cuenta de ello.

—Emilia— Como puede con su peso adicional, se levanta del sofá y me toma por los hombros desde mi espalda apoyando su mentón en mi hombro —, ¿Qué pasa?

Miro a nuestros reflejos y niego con desánimo.

—Así no me imaginaba mi boda, Lolo.

—Pero tú decidiste esto amiga. Podríamos escoger un mejor vestido, un mejor lugar, hacer la ceremonia más grande como siempre lo has querido. Noah no va a decir que no porque planeemos una mejor boda.

—Una mejor boda no va a solucionar como me siento— Apoyo mi mano en la suya y le sonrío amargamente a nuestros reflejos —, No la va a hacer mía.

Sintiendo mi pena, Lorelei estruja mi piel bajo sus dedos y me gira, haciéndome encararla.

—¿Lo dices por tu familia?

Flashback from Emilia's POV

—¿Me estás jodiendo Emilia Moore? Dime que me estás tomando del pelo.

—Mamá—

—¡Dímelo ahora!— Grita como si no hubiese nadie a nuestro alrededor, alterando a todos los que estaban presentes en el restaurante a pesar de que papá intentaba contenerla.

Ante su fúrica mirada, la voz me tiembla y los ojos se me cristalizan haciéndome sentir impotente e intimidada contra su rabia.

—Señora Salma, déjenos explicarle—

—¡A explicarme una mierda!— Sin repudio le responde a Noah con otro grito como sí él fuese uno de sus hijos lo que inexorablemente involucra a Elizabeth en la acalorada discusión.

—Señora cálmese ya mismo. No le permito que le hable así a mi hijo— Hace especial énfasis en «mi», poniéndose justo en frente de mi madre.

Ella ni corta ni perezosa también se le planta al frente y con su latente agresividad le responde.

—Y yo no les permito que usen a mi hija como un títere— Mientras les veo fría, mamá vuelve a mí y se pone aún más cerca resoplándome la cara con su respiración —, Emilia, dime que esto es mentira. Dime que tú no te vas a casar con este hombre que apenas conoces.

Mis ojos me tiritan viéndole, abro la boca para responderle de alguna manera pero la voz me sale afónica irritándole.

—¡Dímelo!

—Salma— Papá le agarra desde atrás y la aleja un poco de mí. Se acerca a su oído y con voz más calma le murmura —, Tranquilízate. Si le gritas en la cara no vas a lograr nada

Fin del Flashback

Las horribles escenas de esa trágica velada se me estrellan en la mente e inevitablemente, siento querer llorar contra el nudo que se había formado en mi garganta.