Te Juro (meliodas y tú)

Batalla Final y un Adiós...

-¿así que me reconoces?-preguntó con la voz sombría y un aura maligna lo rodeó.

-si, y créeme, preferiría no tener que soportar a un idiota envidioso como tú.-ante su expresión de enojo, sonreí. Lo estaba provocando.

-¡yo debería ser el heredero al trono de nuestro padre, no tú! ¡solo eres una escoria inservible!-gritó mientras se elevaba al cielo y se transformaba en un gato gigante, y su cola se avecinaba hacía mi.

-¡no es mi problema que papá me haya elegido, nisiquiera quería el trono en primer lugar!-con mi antebrazo detuve fácilmente su cola.

-¡si no hubieras existido yo sería el Rey del Caos!-me dio un golpe haciendo que me estrelle contra varios árboles que se rompían ante mi impacto.

-si quieres.... te dejo pasar lo que acabas de hacer. Si te vas por las buenas, me encargaré de que vivas en paz, pero si te niegas, tendré que hacerlo por las malas.-le devolví el golpe dándole en el ojo.-y ninguno quiere eso, ¿verdad?-no dijo nada y empezamos con la pelea.

Los pecados se unieron a ayudarme, aún estando confundidos, me ayudaron a luchar contra él.

-¡él es muy fuerte, no podremos ayudarte mucho!-gritó Meliodas desde lejos.

-¡lo sé, solo Arthur puede ayudarme!-ante eso, el nombrado me mira con intriga.

-¿yo? ¡no señorita _______, simplemente le seré un estorbo!-lo tomé del brazo junto a su espada.

-¡escucha! Ahora no entenderás lo que digo, pero dentro de ti hay algo más poderoso que ese monstruo.-él pone ojitos brillosos.

-¿valentía?-

-no, literalmente hay algo que te da poder para derrotarlo junto a mi.-todos junto a él se cayeron de espaldas.-bueno, también es por que eres muy decidido. Necesito tu carisma, ellos son fuertes.-apunté a los pecados.-pero en una batalla, el que gana es el inteligente, no el más fuerte.-le sonreí amablemente.

-yo... ¡la ayudaré con lo que necesite!-tomó su espada y luchamos contra Cat, quien aún así nos estaba superando.

-¡¿como es que tienes tanto poder?!-él rió amargamente.

-¿no te has dado cuenta? Cada vez que soñabas con aquel castillo... cada vez que quedabas inconsciente varios días, era por que yo te debilitaba al robarte tu fuerza espiritual.-abrí mi boca sorprendida.

-¿q....? Tks... así que siempre fuiste la razón de que yo haya aparecido ahí.-apreté mi mandíbula conteniendo mi ira.

¡Maldición! Si quiero derrotarlo... tendré que tomar los elementos... tendré que volverme la Reina del Caos de una vez por todas.

Tomé el collar entre mis manos, y llamé a las chicas a través de mi mente.

Las necesito... ¡ahora!

Ellas sin perder el tiempo vinieron cada quien por sus poderes.

-¡¿ellas quienes son?!-preguntó Diane a punto del colapso de confusión.

-pareciera que cada una está hecha de un elemento de la naturaleza. Fuego, aire, tierra y agua.-dijo Gowther acomodando sus lentes.

-¡chicas!-ellas me observan.-¡ya es hora!-por un momento se sorprendieron, pero actuaron rápido.

-por el poder del agua...-

-por el poder del fuego...-

-por el poder de la tierra...-

-por el poder del aire...-

-¡¡te nombramos en honor a nuestro creador, la Reina del Caos!!-gritaron al mismo tiempo extendiendo sus manos en mi dirección. Un rayo de luz se dirigió a mi y me cubrió por completo. Cada segundo aumentaba mi poder, y con cada golpe Cat perdía las fuerzas.