Una vida contigo

8.7K 614 106
                                    

(Dueña elemental de la Tierra:Tiana en multimedia)

'Narra _______'

Luego de algunas preguntas un tanto incomodas por los demás pecados, Elizabeth volvió a llamar mi atención.

-¡ah! ¡casi lo olvido! Señorita ______, mi padre me había pedido que la invite a cenar hoy con nosotros.-levante ambas cejas en señal de sorpresa.

-ay~ ¿que querrá ese viejo ahora?-pregunte en voz baja.-¿a que se debe el honor, Elizabeth?-traté de que mi sarcasmo no se note.

-pues...no me dijo mucho pero, es por un asunto importante que lo estuvo preocupando desde que la ceremonia terminó.-respondió.

Sus visiones....

-¡oh, ya entendí! Bueno entonces, ya me voy. Por cierto, Merlín...-la nombrada me miró con curiosidad.-en cuanto vuelva necesito un favor de tu parte, supongo que seguirás investigando hasta tarde ¿verdad?-ella rió un poco.

-ya me conoce maestra, pero...¿por que no me lo dice ahora?-me levante de mi asiento lentamente.

-por que lo que te voy a pedir, es un asunto bastante personal.-sonreí con inocencia.

-¿algo personal? ¿y por que nosotros no podemos saber?-Diane infló sus mejillas haciendo un puchero.

-lo sabrás más adelante Diane, al igual que todos...pero si te soy honesta...-cierro los ojos un segundo y suspiro.-me da miedo como reaccionen.-todos me miraron con sorpresa y preocupación, ya que a ninguno de ellos les había dicho que algo me asuste antes.-¿Eli vas a quedarte a dormir aquí?-la albina se sonrojo sin quitar la sorpresa de su rostro.

-ah, p-pues...Si, si no es molestia.-ambas observamos a Meliodas por un veredicto.

-seguro, no hay problema.-sus ojos estaban enfocados completamente en mi, lo que me hizo recordar al Meliodas de hace tres mil años. Las dudas volvieron a mi.

-Enano, ¿te importaría acompañarme hasta el castillo? También quiero hablar contigo.-un "uuuhh" se escuchó por parte de King y Ban, haciendome rodar los ojos.

Infantiles. Reí para mis adentros.

-esta bien, hasta luego amigos.-nos despedimos. Salimos de ahí en completo silencio, hasta que ya no se pudo ver la taberna.-¿de que querías hablar,______?-preguntó poniendo sus manos sobre su nuca y cerrando los ojos.

-en estos momentos, tengo muchas dudas sobre ti y una de ellas es sobre si la pregunta que voy a hacerte la vas a responder.-la tensión se pudo ver en su cuerpo.-Meliodas, quiero saber la verdad. ¿por que traicionaste al clan demoníaco?-él dejo de caminar bajando la mirada, sus ojos esmeraldas no se podían ver por su cabello.

-¿estás enojada por que lo hice?-fruncí el ceño.

-yo pregunte primero.-dije de forma autoritaria y seria.

-¿lo estás sí o no?-preguntó de la misma forma, subiendo un poco la voz. El silencio reinó durante segundos, segundos que se me hicieron eternos. Lo abrace de manera sorpresiva acunando su cabeza entre mi pecho y manos.

-No, no lo estoy. Como dije, solo tengo dudas, pero no me importa si lo hiciste o no, Meliodas. Eso no cambiará el hecho de que yo te ame.-dije con sinceridad.

-Elizabeth, me prometió que la Deidad Suprema me dejaría en paz, que me permitiría ser libre y tener una vida normal.-el enojo se instaló en mi al oír a la Deidad.

¡Maldita hija de perra! Siempre jugando sucio con tus estúpidas falsas esperanzas.

-¿por que querías eso?-respiro hondo para no dejar que mi furia sea evidente.

Te Juro (meliodas y tú)Where stories live. Discover now