Capítulo 6

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–Jungkook, tengo que hablar contigo.

–Por supuesto. ¿De qué quieres que hablemos?

El nombrado arqueó una ceja y miró a Wonwoo. Estaban en la cocina de la casa principal. Era sábado por la mañana y, después de la barbacoa de la noche anterior y de los sentimientos que se habían despertado en él, lo último que le apetecía tener era una conversación seria de hermano a hermano.

Wonwoo abrió el frigorífico, sacó dos refrescos y los dejó en la mesa.

–Siéntate conmigo, por favor.

Jungkook se sentó y echó un trago.

–¿Qué ocurre?

–Quiero que dejes de cortar el césped del jardín. Y, ya puestos, que dejes de arreglar los coches y de hacer todas las cosas que haces.

–Bueno, el BMW necesitaba una puesta a punto... Es un coche magnífico, pero lo tenías bastante abandonado –declaró con naturalidad.

Wonwoo plantó su refresco en la mesa con tanta fuerza que se cayó la fotografía enmarcada que estaba en ella.

–El coche no funcionaba bien desde hacía años. Pero esa no es la cuestión, Jungkook. Eres mi invitado. No tienes que trabajar para alojarte en mi casa.

–Ya te he dicho que no soy un gorrón, Wonwoo. Si no me dejas trabajar, me iré.

–Maldita sea... –respondió, resignado.

Jungkook alcanzó una foto que se había caído con el golpe que había dado en la mesa y la volvió a poner en pie. Era de su boda.

–Bonita fotografía –dijo.

Su hermano asintió.

–La hizo el padre de Mingyu. Fue un día maravilloso.

Jungkook volvió a mirar la imagen y observó que Taehyung estaba al fondo, entre los invitados. Luego, sin darse cuenta de lo que hacía, pasó un dedo por el cristal.

Wonwoo sonrió y declaró en voz baja:

–Es todo una belleza, ¿verdad?

–¿Qué?

–Me refiero a Taehyung.

Jungkook dejó la foto en la mesa.

–Sí, pero no te preocupes. Sé que está fuera de mi alcance.

Wonwoo frunció el ceño.

–¿Por qué dices eso?

Su hermano arqueó una ceja.

–Oh, vamos –dijo, intentando parecer indiferente–. Cualquiera se daría cuenta de que está buscando una relación seria, y tú y yo sabemos que no estoy hecho para esas cosas.

Wonwoo entrecerró los ojos.

–¿Por qué no, Jungkook?

–No lo sé, Wonwoo –contestó con amargura–. Quizá porque estuve en la cárcel cuando debería haber estado en el instituto.

Jungkook se levantó enfadado.

Wonwoo lo miró con frialdad y, al cabo de un par de segundos, preguntó:

–¿Qué te asusta tanto del compromiso?

Jungkook apretó los dientes. No quería hablar de sus sentimientos. No quería abrir su corazón. Solo quería que lo dejaran en paz.

–El compromiso no me asusta –contestó, intentando mantener la calma–. Sencillamente, no me interesa.

–Entonces, ten cuidado con Tae. Le podrías hacer daño, Kook.

Enamorado del chico malo ~ kookvKde žijí příběhy. Začni objevovat