Capítulo 1

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–Sea quien sea, está completamente desnudo.

Kim Taehyung lo dijo con tanta tranquilidad como le fue posible. Y no fue fácil, teniendo en cuenta que las mejillas se le habían ruborizado y el corazón le latía a martillazos.

A menos de quince metros de distancia, sin una sola prenda encima, se alzaba el hombre más magnífico que había visto en toda su vida. Oscuros mechones de cabello mojado acariciaban unos hombros asombrosamente anchos en un cuerpo de músculos perfectamente definidos. Y la piel bronceada brillaba bajo el sol de la tarde, derramando gotas de agua que caían sobre las blancas baldosas del patio.

Taehyung dio un paso atrás y se ocultó tras la esquina. Estaba en el domicilio de su hermano Mingyu, en Long Island, apoyada contra una pared que podía sentir a través de su fina ropa.

–¿Quién es? ¿Lo conoces? –susurró Mingyu.

Taehyung se giró hacia su hermano. Después, miró su ceño fruncido y su redonda figura, hinchada por el embarazo, y dijo:

–No lo veo bien desde aquí, pero creo que no.

–Apártate, voy a echar un vistazo.

Mingyu le dio un empujón suave, se asomó a la esquina y se escondió de nuevo.

–Guau... Casi está tan bueno como Woo.

Taehyung hizo caso omiso del comentario de Mingyu, que se refería a su marido.

–Sí, pero ¿sabes quién es?

–¿Cómo lo voy a saber? Soy un hombre casado.

–Pues cualquiera lo diría –ironizó.

–Será mejor que llamemos a Woo.

–No seas gallina. Nos ocuparemos nosotros.

Mingyu arqueó las cejas.

–De eso, nada. Estoy embarazado de ocho meses, y ese hombre es gigantesco. ¿Te has fijado en sus hombros?

–Sí. En sus hombros y en otras cosas.

–No te acerques a él. Estamos en los Estados Unidos. Podría tener una pistola.

–Si la tiene, me gustaría saber dónde se la ha metido. Ha entrado sin permiso y se lo voy a decir. ¿Cómo se atreve a meterse en tu propiedad y usar la piscina como si le perteneciera? Quédate aquí. Y no te preocupes, Woo volverá con Yeon en cualquier momento.

–¿Y qué pasará si te ataca?

–No te preocupes. Tengo un plan.

Mingyu frunció el ceño.

–Sospecho que no lo quiero oír.

–Pues a Bruce Willis le funcionó en Die Hard 2.

–¡Oh, por Dios!

–Calla... –Taehyung se llevó un dedo a los labios–. Puede que sea grande, pero seguro que no es sordo.

Taehyung respiró hondo y echó otro vistazo. Luego, se mordió el labio inferior y pensó que su hermano tenía razón. Quizás fuera demasiado peligroso. Pero la adrenalina crepitaba en sus venas desde que al volver del hospital donde su hermano tenía la revisión vieron una motocicleta negra en el vado.

Enamorado del chico malo ~ kookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora