Capitulo 43.

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Lentamente seguí a la profesora, apretando las riendas de mi bolso. Solo esperaba que no me fueran a expulsar por una estupidez que ni si quiera era mi culpa.

Además no creo que Kaede sea tan estúpida de ir con el cuento a los profesores, si ellos indagaban terminarían descubriendo la verdad. Y estaría en un gran problema.

- Suerte – murmuró mi tutora mientras apretaba mi hombro en señal de apoyo. Ni me había dado cuenta que habíamos llegado a la sala del director.

- Permiso – murmure una vez toque la puerta, permitiendo mi paso desde el interior – me dijo la tutora que quería hablar conmigo señor director – intenté sonar lo más calmada posible, quizás no era nada.

- Si, siéntese Oikawa-san – señaló la silla enfrente suya, yo simplemente obedecí sumisamente dejando mi bolso en el suelo – supongo que saber por qué la he llamado ¿Cierto?

- La verdad es que no – contesté calmadamente mirándolo fijamente, viendo como este fruncía el ceño.

- Con engaños no iremos a ninguna parte – me regañó haciendo que apretara la tela de mi falda – ahora explíqueme que paso entre usted y la señorita Kaede – acomodo su cabeza sobre sus manos, mirándome fijamente.

Esta chica era estúpida.

Sin mucho más que hacer comencé a relatar todos los sucesos lo más detalladamente que podía, con un tono neutral y serió, sin dejar lo respetuoso, claro estaba.

- ¿Pretendes que crea que ella misma se golpeo para dejarte mal? - preguntó seriamente.

- Es la verdad, no puedo decirle otra cosa – suspire cerrando mis ojos para calmar mis nervios – sinceramente no entiendo porque ella le vino a contar esto, dado que la verdad se descubrirá eventualmente y solo quedará peor, pero le aseguro que en ningún momento la toqué.

- Pero ella no vino a contarme – lo miré confusa ¿Entonces como sabía? - de hecho te tiene bastante miedo, asegura que desde que llegó la has estado intimidando y por eso no se animo para hablar, fue su compañero Nishinoya Yu el que dio la cara por ella, tras ver lo que le había hecho – lo mire sorprendida.

- ¿Nishinoya dijo que me vio? - pregunté con un nudo en la garganta, el cual se incremento al ver como asentía - ¿Cuál será mi castigo? - ladeé la cabeza derrotada, aun que me defendiera no podría hacer nada, si había un testigo de mi supuesto "crimen".

No puedo creer que Nishinoya halla mentido por ella, de verdad creí que era su amiga...

- Como ya sabrás, ante estos hechos el castigo es la expulsión inmediata – lo miré asombrada, no podían echarme de otra escuela – no obstante, tu tutora a intercedido alegando lo excelente que son tus notas y por ello haremos la vista gorda – conseguí soltar el aire que tenía atorado en los pulmones.

Dios bendiga a esa mujer, me había defendido aun cuando todas las pruebas apuntaban en mi contra. Nunca más me saltó sus clases.

- No estés tan aliviada, aun así serás sancionada aquí no toleramos el bullying – intenté defenderme pero me callo con un gesto – no hables o será peor, ya estoy haciendo suficiente la vista gorda.

- ¿Cuál será mi castigo entonces? - mi voz sonaba débil a comparación como había entrado, vaya día de mierda. Para rematar mi malestar había regresado al cuerpo y, por desgracia, era mucho más fuerte ahora. Seguramente por los nervios.

- Estarás expulsada dos semanas – asentí, me esperaba algo peor – además, no podrás estar cerca de la señorita Kaede, por lo cual te cambiaremos de salón y no podrás estar más en el club de Voleibol – me entregó varios formularios – deberás entregárselos al profesor Takeda firmados, son tu renuncia oficial.

No podía ser.

Después de tanto tiempo insistiendo le para que participara en el club, haciendo lo imposible ella lo había arruinado.

No, estamos hablado de Takeda-sensei, el jamás se dará por vencido, seguro que si le explicaba todo podría hacer algo.

Firmo todos los papeles ante la atenta mirada del hombre, para salir del edificio. Por suerte pudo parar sus ganas de llorar, aunque aun persistía esa horrible sensación en su cuerpo.

Sin más, se dirigió al club de Voleibol, encontrándose con todos mirándola fijamente una vez entró.

Todos rodeaban a Kaede la cual al verla se escondió tras Nishinoya.

- Sensei – se acercó a Takeda rápidamente ignorando las miradas desaprobatorias que recibía – tome, yo, lo siento – le dio los papeles para hacer una reverencia – fue un placer mientras duró.

Y así su plan se había ido al traste. Solo le quedaba salir de ahí con la cabeza bien alta, ella no había hecho nada, todo era culpa de ellos por confiar en Kaede antes de preguntarle.

Era cierto, pero las ganas de llorar no se las quitaba nadie. Se sentía tan estúpida.

- Si te quedas ahí sera peor – sintió como alguien colocaba una chaqueta sobre sus hombros – tienes mala cara desde hace unos días, no creo que sea bueno que salgas sin un abrigo – lentamente ladeo la cabeza viendo al chico.

Mientras de sus ojos solo podían salir lagrimas.

- Yo no le hice nada a Kaede – murmuró casi sin fuerzas – lo juro.

- Lo se, no eres de esas.

***

Dado que me habéis subido el animo con vuestros comentarios decidí hacer otro capitulo. Espero que lo disfruten, me temo que nos queda drama por delante.

Haru.

"La diosa del Voley" (Haikyuu Y Tú)Место, где живут истории. Откройте их для себя