XIII

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Louis y Harry estaban en la puerta, esperando que alguien fuera a abrir, en pocos segundos escucharon unos pasos del interior.

Harry se escondió atrás de Louis, esperando a que no fueran las Gemelas, ellas le piden que les preste sus uñas para pintarlas y Harry tiene miedo de lo que dirán.

Lottie abrió la puerta con una gran sonrisa.

—LOUIS, VOLVISTE —apenas lo vio lo abrazó

Harry dio tres pasos hacia atrás, temeroso.

Louis soltó a Lottie cuando sintió que esas manitos ya no estaban sujetando su poleron.

Lo miró y lo abrazó por la cintura, obligando que caminase.

—Harry, que gusto verte —habló Lottie con una sonrisa

—Hola —saludó un tímido Harry

Pasaron al interior de la casa y ahí estaban todas, miraron con ternura a Harry porque parecía un cachorrito asustado y quisieron reírse de Louis ya que este parecía alguien que podría matar si es que le hacen algo al más bajo.

—¿Cómo están? —Preguntó Jay

—Bien, ¿Y tú? —Respondió Louis

—Bien. Harry, que gusto verte —Jay fue donde el y lo abrazó

Apenas se separaron Harry empezó a jugar con sus manitas.

—Lottie, cuida a Harry un momento, tengo que hablar con mamá —ordenó Louis y desapareció por el camino que da a la cocina

Louis miró a su mamá con un semblante triste.

—No sé que hacer para que coma, tampoco puedo cuidarlo ¡Casi lo atropellan! Ni siquiera puedo dormir lejos de el sin que alguno vaya a la cama del otro —Louis se quejó de forma desesperada—. Si se enamora de mi y vuelvo al infierno, lo dejaré libre pero destrozado

Jay frunció el ceño.

—¿Te gusta?

—Eh, no lo sé —mintió, claro que lo sabía

—Cariño, aprovecha tu tiempo con el, quizás él te pueda ayudar a no volver al infierno, te voy a regalar un libro lleno de recetas, después vamos a ir de compras todos juntos y no te podrás quejar —lo regañó su mamá

Louis gruñó.

—Y vas a prepararle de desayuno esos hot cakes que te quedaban deliciosos —Jay pasó su mano por la mejilla de su hijo

—¿Podemos comer? Harry no ha querido comer nada y no me obedece —Louis hizo un puchero

—Yo lo llamo a la mesa, tú ordena todo —le ordenó su mamá y el asintió

Harry por su parte hablaba con Lottie sobre temas al azar, Lottie quería hacer que Harry se sintiera cómodo y lo estaba logrando.

—Harry cariño, ¿Quieres comer? —Preguntó Jay con amabilidad

Harry asintió con timidez.

Jay le hizo una seña y el la siguió.

Harry se sentó y Louis se sentó a su lado, pegando su silla con la del menor para poder abrazarlo, pero aún no se atrevía, esperaba a que Jay se fuera.

Jay sirvió los platos y los dejó solos.

Harry miraba su plato que parecía una montaña de pasta, sin ganas de comer.

Louis pasó su brazo por la cintura de Harry y la apretó suavemente. Harry se sobresaltó y un gemido se quedó atrapado en su garganta.

—Come —Louis habló fuerte

El Diablo Me Visita [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora