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La noche pasó lentamente, la mañana llegó y Harry como era de costumbre estaba en su cama llorando. Daisy estaba golpeando la puerta del departamento del rizado, llamándolo para ir a desayunar.

Por primera vez después de meses Harry había dejado la puerta cerrada, evitando que cualquier persona entrase.

Por la mente de Harry pasaban mil métodos para dejar de sufrir. Entre los primeros estaba la opción que menos pensaba.

Hacer un pacto con el diablo.

Harry negó, sacando esa idea de su cabeza.

Miró su velador y la idea volvió a cruzar por su cabeza.

Tomó el frasco de los somníferos y tomó uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete y ocho.

Quizás después de todo vuelva al infierno.

—HARRY, ABRE LA PUERTA —gritó Daisy pateando la puerta

Daisy se empezó a preocupar, Harry siempre abría la puerta porque así era la rutina, ella lo iba a buscar e iban a desayunar juntos y nunca dejaba la puerta cerrada.

Daisy abrió los ojos asustada, dos veces había pasado esto, y no era nada bueno.

Empezó a golpear la puerta desesperada, gritaba y pataleaba, pero nadie llegaba a ayudar.

—¿Estás bien? —Preguntó un chico

Daisy negó. Reconoció al chico, el del parque.

—Mi cuñado no abre la puerta y tengo miedo de que le haya pasado algo malo —murmuró con lágrimas cayendo por sus mejillas

Aunque muchos pensarán que ella odiaba a Harry, es quien más quiere.

—Intentaré abrir la puerta, busca ayuda —habló el chico para luego empujar la puerta

Daisy corrió hasta su casa, pidiendo ayuda a su madre que por favor fuera por Harry.

En cambio, Harry estaba agonizando, los somníferos empezaban a hacer efecto, solo quería dormir y no despertar más.

Pedazos de la puerta volaron, Isaac entró corriendo buscando al cuñado de la niña, pensaba que era alguien más, pero era aquel rizado que lo dejó loco desde el primer momento en que lo vio.

Miró a Harry, quien empezaba a convulsionar. Respiró con calma para centrarse en lo que debe hacer.

Tomó al rizado en brazos para bajar con el, esperando que la niña llegue para ver que hacer.

Daisy llegó corriendo a su lado.

—Vamos, mamá está en el auto, lo llevaremos al hospital —habló con dificultad

Momentos así no la dejan cuerda.

Isaac lo llevó hasta el auto, dejándolo recostado en uno de los asientos traseros.

Daisy se sentó al lado de Phoebe, Lottie iba de copiloto y Jay iba manejando.

—Harry, idiota —murmuró Lottie

—No lo trates así —habló Isaac

—¿Quién eres tú? —Preguntó Jay

—Se puede decir que soy un amigo de Harry —mintió

Jay pisó fondo, acelerando por la carretera. No pueden perder tiempo. La última vez casi llegan tarde y Harry a penas sobrevivió.

—Juro que ahorcaré a Harry, como se le ocurre hacer esto de nuevo —habló Lottie enojada mientras apretaba los puños, sus ojos estaban cristalizados y pequeñas lágrimas empezaban a caer

—Y Louis sigue sin aparecer, lo voy a matar —murmuró Jay

Rápidamente llegaron al hospital, estacionaron y Isaac bajó con Harry en brazos.

(...)

—Entonces, ¿Ya es momento? —Preguntó Louis

El diablo asintió.

—No vuelvas —murmuró

Louis asintió.

—¿No piensas darle un abrazo a tu padre? —Abrió los brazos con una sonrisa

El ojiazul los abrazó y a los segundos se separó. Lo que no sabía que al hacer tal acto, el diablo tomó parte de su energía.

—Te voy a dejar en donde más te necesiten, serás invisible ante los ojos humanos, pero si él te besa, podrás ser visto nuevamente —habló para tronar sus dedos

Louis apareció en el hospital se sentía cansado y sus piernas apenas respondían, su ceño fruncido daba a notar que estaba confundido.

Un alboroto llamó su atención, miró con atención y era aquel chico que besó a su novio.

Llevaba a alguien en brazos, quizás algún idiota, pensó.

Su vista se dirigió hacia las gemelas, luego hacia Lottie, para terminar mirando a su madre.

El miedo corría por sus venas. Que no sea el, rogaba.

Se acercó hacia ellos, temiendo que el chico que llevaban en brazos sea su novio.

Dejó de respirar cuando vio que lo subían a una camilla.

Un enfermero le tomó el pulso, al instante palideció y su mirada era de preocupación.

—No, otra vez no —susurró el ojiazul

—¿Qué le pasó? —Preguntó el enfermero mientras se lo llevaban a urgencias

—No lo sabemos —habló Jay

—Cuando lo encontré tenía un frasco de pastillas en sus manos —contestó Isaac

—EL PULSO SE DEBILITA, ESTÁ CONVULSIONANDO, NECESITAMOS DESINTOXICACIÓN URGENTE —gritó el enfermero

Louis sintió como su mundo caía en pedazos, esto no podía estar sucediendo. No lo podía perder.

Su mente quedó en blanco.

No podía moverse.

Cayó de rodillas mientras sus ojos se cristalizaban.

No llegó a tiempo.







Perdón la demora :( estoy llena de tareas y pos, aquí estoy escribiendo. Mañana publico el último capítulo de la maratón, ahora debo hacer guías skksksk

Me enorgullece decir que tengo un grupo de lectoras en WhatsApp😭❤ realmente no puedo creer que tenga fans sjksjsks sí, estoy llorando.

En fin, el link está en mi muro, por si quieren entrar.

Lxs amo!!❤

El Diablo Me Visita [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora