III

1.4K 174 206
                                    

-Harry cariño, vamos a salir. Intentaremos no volver muy tarde, de todas formas no nos esperes despierto - dijo Anne para así darle un beso en la frente a su adorado niño

-¿Vas con Gemma? - Preguntó curioso

-Sí, no te duermas tan tarde. Vamos a comprar los regalos, nos vemos - apenas terminó de decir eso salió de la casa

Recordó, es 24 de diciembre, noche buena. Soltó un suspiro, no le gustaba ese día porque significa que tenía que pasar mucho más tiempo con su familia. Amaba su familia, pero prefería estar solo, como todo adolescente.

Harry fue a su habitación, puso un CD de Roy Orbison para así tomar un libro y sumirse en su mundo.

Hoy en día los mellizos tenían 16 años. Des y Anne seguían juntos, habían pensado que el diablo había olvidado su pacto, lo que no sabían es que él estaba esperando el momento indicado para la cobranza, sin importar cuando sucedería eso.

Harry estaba concentrado en el libro de André Aciman, Call me by your name, le gustaba ese libro, era de sus favoritos.

Lo leía una y otra vez para saber que sentía, quien le gustaba, cual era su orientación sexual. Harry había experimentado con chicos y chicas, pero nunca había tenido sexo. Por más que leyera y reflexionara el libro, Harry nunca podía entender que sentía hacia los demás.

Iba por la mitad del libro cuando sucedió, el reproductor de CDs había cambiado de canción.

Se reproducía una canción que no podía ser entendible. Un ritmo que no era común, Harry lo ignoró, ya no le temía a nada después de haber leído los libros de satanismo que había encontrado en el sótano.

Para ser honestos, Harry era el chico que no le teme a nada pero a la vez es tímido y reservado, sobre todo cuando se refería a la familia.

Se llevaba muy bien con su hermana, es su mejor amiga. Pero hay cierta preferencia en ella.

Des y Anne siempre la prefirieron a ella.

Aunque el siente que es su culpa por no tener novia, pues sus aventuras solo eran secretas. Papá siempre le preguntaba si tenía novia, o si ya había tenido relaciones sexuales, preguntas que siempre incomodaban al ojiverde.

De un segundo a otro un olor a azufre inundó la habitación. Harry miró extrañado cada esquina de su habitación, pues usualmente esta olía a vainilla.

Se paró de la cama y fue hasta la puerta, quería saber si en toda la casa olía igual, pero no pudo, la puerta no se abría.

-Diablos - dijo mientras pateaba la puerta

-¿Me llamabas? - Una voz profunda hizo eco en su habitación

Harry dio media vuelta para ver, pero no podía, la voz venía de un rincón, extrañamente ese rincón estaba todo oscuro.

Harry frunció el ceño.

-¿Qué eres? - Preguntó confundido

-Ya lo sabrás, acércate - pidió esa voz

Harry todo iluso y sin miedo se acercó.

-¿Qué me harás? - Preguntó

-Te llevaré conmigo, agradécele a tu padre

No le dio tiempo a Harry para responder, el diablo lo sujetó del brazo y desaparecieron.

Aparecieron en una casa gigante, Harry estaba confundido, con un fuerte pitido en los oídos, el miedo corría por sus venas. ¿Esto era en serio? Preguntaba, apenas salía de casa y ahora se había ido a otro mundo.

Miró a su alrededor, ¿Estaba en una casa?

-¿Cómo te llamas? - Le preguntó el diablo

-Ha-Harry - tartamudeó un poco al ver un sirviente, una persona sin un ojo, sin partes de piel, de tan solo mirarlo era traumante

-Bien - hubo un silencio por unos segundo - LOUIS - gritó el diablo, su voz se volvió más grave, lo que causó escalofríos en la espina dorsal de Harry

Un solo grito hizo temblar aquel lugar.

-Mmh - murmuró un chico que apareció de la nada

-Feliz cumpleaños hijo - Harry los miró confundido, ¿Era posible que el diablo tuviera un hijo y fuera amoroso con él? Al parecer, sí - Louis, él es Harry, tu regalo de cumpleaños, con él te podrás divertir

Harry palideció.

Que el sea el regalo para el hijo del diablo y quizás hasta lo maten no le hacía algo común ni que sucediera todos los días.

Harry miró cada lado de la casa, rápidamente se dio media vuelta y corrió, corrió hasta acercarse a la puerta para abrirla, así hizo, Pero lo que vio fue peor, literalmente estaba en el inframundo, cadáveres iban de un lado a otro, esqueletos caminaban sin destino, demonios aparecían y desaparecían. El olor a azufre era insoportable.

-No tienes escapatoria - Louis susurró en el oído de Harry

Louis tronó sus dedos y aparecieron en una habitación, pero Harry estaba en una jaula.

En ese momento Harry se cruzó de brazos y miró fijamente a Louis que se había sentado en el piso al frente de este otro. Detalló cada parte de su rostro, sus ojos eran de un celeste hermoso, sus labios eran finos y rojos, sus pómulos estaban ligeramente marcados, Louis sonrió, su sonrisa era malditamente hermosa, no parecía un demonio.

-¿Qué eres? ¿Me matarás? ¿Por qué luces como una persona y no como un demonio con cola y cuernos? - preguntó Harry

El hijo del diablo se mantuvo en silencio por algunos segundos que para Harry fueron eternos, sonrió y decidió hablar.

-Ya lo sabrás - respondió Louis, pero esta vez su voz salió más ronca

El Diablo Me Visita [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora