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Saeory jugó con el esmalte desgastado de sus uñas, tratando de quitar los restos de este. Suspiro derrotada después de fallar en su tarea, y se recordaría más tarde en preguntar a Linmei en donde compró dicho producto.

Su mañana estaba siendo demasiado aburrida, ni siquiera la viejecilla de la señora Kim se había pasado a pedir su café como cada mañana. Estaba ansiosa para que llegara el sábado y así poder tener buenas ventas, pero aún faltaban tres días para eso.

Tomó su celular cuando escuchó el sonido de este, un mensaje se encontraba en la barra de notificaciones y no pudo evitar rodar los ojos al mirar el contenido de este.

"¡Puedes creerlo! Lee Minho se suma a la lista de Mei"

Saeory no contestó, se limitó a planear como tendría que evitar a dicho joven para no tener problemas con su amiga.
Pero ella no tenía la culpa que ellos se acercaran, pensó.

Zhang Linmei, la joven china que llegó a corea en segundo año de preparatoria y se convirtió en su amiga al ser la primera en hablarle y mostrarle la ciudad. Con el paso del tiempo la belleza de Mei no fue pasada desapercibida ganando popularidad entre las personas por su amigable comportamiento y sus largas piernas.

Lo que logra desconcertar a Saeory es la lista que guarda en su diario Mei. Una lista con todos los chicos que ha estado involucrada amorosamente, a la cual ha puesto una regla.

"Entiéndelo Riry, si el nombre de un chico está aquí no puedes salir con él; sería casi como si salieras con mi ex, y eso está prohibido en las reglas básicas de la amistad"

Estúpido, así le parece a Min. Sin embargo no le gusta pelear con su amiga, tiene el recuerdo muy vivo de como Mei le reclamó por tontear un poco con Hyunjeong.

Dejó de pensar en su amiga cuando la campana de la puerta del local sonó, anunciando a un nuevo cliente.

— Buenos días, ¿Cuál es su orden? — Saeory no miró al cliente, en cambio tomó su pequeña libreta para apuntar el pedido.

— Necesito hablar con usted, señorita Min — la castaña levantó la mirada al reconocer la voz, sus mejillas tomaron calor al mirar la sonrisa que siempre le roba la respiración.

Se obligó a pensar fríamente, puesto que no podía caer ante él. Aunque eso fuera lo que más deseaba.

— ¿En qué puedo ser de ayuda? — delante de ella, Kim Jungwoo le mostró un guiño antes de hablar.

— Linmei, ¿Ella está saliendo con alguien?

No se extrañó de la pregunta, Saeory sabía que Jungwoo fue de los primeros en posicionarse en la lista de su amiga, más la castaña aún tenía esperanzas que Mei olvidara su nombre y ella pudiera hablarle con normalidad.

— ¿Por qué no se lo preguntas a ella? — Jungwoo iba a pensar que era una maleducada pero Min no tenía ganas de contestar la pregunta, no porque no quisiera, más bien era porque ni ella lo sabía.

— Lo he hecho, pero no me lo dejó en claro. Además que la he visto con Lee.

La chica tomó uno de los trapos y fingió que la barra tenía mucho polvo, puesto que empezó a pasar la tela sobre esta. Kim aprovechó y tomo asiento en uno de los bancos que esta ofrecía.

— No lo sé, Kim. Mei es difícil de conquistar.

Jungwoo prestó atención a las palabras de la castaña, buscó su mirada para saber si mentía pero no la encontró. El chico se quejó fastidiado, el mejor que nadie sabía que Zhang es una chica difícil de conquistar.

— Entonces ayúdame. — Saeory dejo de hacer lo que hacía y volteó a mirar al chico horrorizada, ya tenía demasiado teniéndola de mensajera para ahora jugarla de cupido. — Ayúdame a conquistar a tu amiga y hare lo que sea.

Jungwoo fue consciente de que sonó realmente necesitado, Mei no salía de su cabeza desde la noche que la conoció y estaba seguro que era la chica que quería para presentar a su madre.

— ¿Lo que yo quiera? — la chica ya sabía que pedir, pero aún no estaba convencida de aceptar aquel martirio. Jungwoo asintió, tomando entre sus manos el menú del lugar, tratando de verse interesante. — No.

— ¿Qué? ¿Por qué?

— No soy cupido, Kim Jungwoo. Así que ordena algo o vete. — Min tomó uno de los vasos y se dispuso a servirse una malteada, sabía que tendría menos paga pero necesitaba algo de azúcar en su sistema.

— Esto no acaba aquí. Volveré y tu aceptaras, nadie puede resistir a los encantos de Jungwoo — la castaña arrugo sus nariz al escucharlo. Después soltó una risa acompañado de unas cuantas palabras.

— Pues al parecer Mei Zhang sí.

Jungwoo salió del lugar ofendido. Al final, sabía que ella tenía razón. El orgullo es grande y el de él más, Jungwoo sonrió al analizar con profundidad las palabras de Min Saeory. Mei no caería en sus encantos, pero ¿y ella?




Sinner ★ Kim Jungwoo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora